La representación del limbo varía considerablemente entre las distintas religiones donde existe este plano, que a menudo interpretamos como una suerte de sala de espera eterna para quienes no se han ganado un sitio en los cielos, y tampoco en los infiernos. En lo que sería una de muchas representaciones de dicho limbo se sitúa 'Hauntii', la cautivadora aventura de Moonloop Games cuyo protagonista es un pequeño fantasma que tendrá que recuperar los recuerdos de su vida anterior al mismo tiempo que aprende a soltarlos para ascender a un lugar mejor. Esta premisa sirve para situarnos ante una preciosa historia donde la importancia del duelo y de los recuerdos casan con una dirección artística única que convierte a este pequeño proyecto independiente en uno de los más sorprendentes de lo que llevamos de año.
Peaje a un lugar mejor
Nuestro pequeño protagonista es un fantasma que de repente se encuentra sin memoria en un inmeso páramo repleto de criaturas que parecen haberse adaptado realmente bien a este vacío cósmico. Hay ferias y bosques, ciudades y desiertos, todo tipo de entornos plagados de espectros viviendo sus vidas y aceptando que no puede haber nada mejor que ese nuevo hogar en el que vivirán para siempre.
Para navegar por este territorio desconocido el adorable Hauntii cuenta con una de las habilidades más clásicas de todo fantasma, la posesión. Y no hablamos de una posesión al estilo 'El Exorcista', sino una más al estilo Cappy en 'Super Mario Odyssey', puesto que Hauntii puede poseer animales y ballenas del desierto, pero también farolas, trenes y casi cualquier elemento del entorno. Vinculado a cada elemento que se deje poseer suele haber una acción o una habilidad que nos permite resolver sencillos rompecabezas, acceder a lugares secretos o conseguir coleccionables diversos.
La mecánica de posesión es el eje central de la jugabilidad de 'Hauntii' y resulta verdaderamente satisfactoria. Recuerda al ya mencionado juego de Nintendo en tanto que deberemos hacer uso de objetos y personajes muy diversos si queremos obtener todas las estrellas, unos coleccionables muy parecidos a las lunas de 'Super Mario Odyssey' por los lugares en los que se esconden, el hecho de que tengan un nombre relacionado con la zona donde se ubican y que son fundamentales para hacer que progrese la historia principal.
A mediados de 2024 no es tan fácil que un proyecto independiente tenga una identidad propia como pudiera serlo hace una década, hemos visto todo tipo de géneros, direcciones de arte y mecánicas ingeniosas surgir de los estudios más modestos, convirtiéndose algunas tendencias en estándares, con juegos prácticamente indistinguibles que llegan por docenas cada semana al mercado. No es el caso de 'Hauntii', gracias a una apuesta por un estilo que se aleja del pixel art o el 3D para ofrecer un trabajo de animación e ilustración más artesanal, combinado con la apuesta por lo bicromático, haciendo que cada escenario tenga dos colores, siendo uno siempre el negro. El resultado es uno de esos videojuegos que puedes reconocer viendo una captura de cualquiera de sus niveles.
'Hauntii' ha resultado ser un lanzamiento fantásticas, una verdadera sorpresa donde su arrolladora personalidad, su mecánica principal y sus adorables personajes consiguen una obra que brilla con luz propia, que luce con orgullo todos sus referentes y que se gana un hueco en el corazón del jugador a las pocas horas de aventura.
La campaña del juego, sin pararnos a conseguir todos los coleccionables posibles, puede durarnos unas 10 horas. Siendo completistas nos podemos colocar en las 15 horas. A lo largo de esta aventura es relativamente difícil atascarse, ya que la consecución de las estrellas es lo suficientemente sencilla como para poder avanzar sin tenerlas todas y los rompecabezas que se nos van presentando tienen una resolución bastante lineal, estando cerca del acertijo la solución en forma de objeto a poseer o combate a resolver. Un puntito más de dificultad o algo más de maña a la hora de ocultar algunas estrellas habría aportado cierto peso a la experiencia general. Y a la hora de combatir ni se saca tanto provecho como se podría de las posesiones, ni Hauntii cuenta con más habilidades que la de disparar a lo twin stick shooter.
Salvo estos dos detalles menores, el trabajo de Moonloop Games es soberbio y nos encanta que de vez en cuando vayan saliendo pequeñas aventuras sin más pretensiones de las necesarias, que consiguen resolver con soltura todo lo que pretenden hacer y que acaban siendo hasta experiencias memorables en una época en la que se lanzan al mercado muchísimas más obras de las que jamás alcanzaremos a jugar.