Square Enix por fin ha dejado caer en nuestras manos uno de los juegos más esperados de los últimos años. El regreso más ansiado y que más expectación ha despertado. El de 'Final Fantasy VII Remake'. Y, desde Zonared os podemos decir que no decepciona para nada.
Es un juego ágil, adaptado a los tiempos que corren, tanto en jugabilidad como en formas de contar la historia, que guarda la esencia del orginal y que le mete (mucho) contenido nuevo. Incluyendo grandísimas sorpresas de las que no vamos a mencionar nada para no estropearos la experiencia.
Estos cambios no van a estar exentos de polémica, pero es que casi cualquier "coma" que hubiese tocado la compañía del juego lo habría supuesto. Así que, siendo conscientes de ello, vamos a analizar esta joya del final de generación.
Una historia contada de nuevo
Como todos sabréis a estas alturas de la vida, 'Final Fantasy VII Remake' cuenta solamente parte de la historia del juego original de PlayStation. De hecho, abarca únicamente los acontecimientos que tienen lugar dentro de la metrópolis de Midgar.
Evidentemente esto corría un riesgo importante de hacer algo parecido a lo que hicieron en su día con 'El Hobbit'. Es decir, estirar demasiado la historia hasta volverla insustancial o nimia. Sin embargo, el resultado final no es para nada ese.
La trama que nos cuentan desde Square Enix es prácticamente la misma que ya vimos allá en 1996, pero con muchos más detalles. Así, profundizaremos en la relación entre Cloud y todos los que van pasando por su lado. Y esto incluye no solamente a los protagonistas como Barret, Tifa o Aeris. También hay mucho tiempo dedicado a otros secundarios (que ahora no lo son tanto) como Jesse, Biggs o Wedge. Y de propina hay, cómo no, personajes nuevos y completamente sacados de la manga que nos van a dejar una sonrisa (y lagrimita) en la cara.
El principal problema del juego en este sentido es que la historia está muy guiada. Podríamos hablar del 'Final Fantasy' más pasillero hasta la fecha (sí, más que 'Final Fantasy XIII'). Y aunque esto es lódigo dado que nos encontramos en una parte de la historia que, en el juego original, era de por sí lineal, en un título que pretende funcionar como un juego independiente, la cosa choca a veces.
Sí que es cierto que nos encontraremos con partes de la historia que nos abrirán el camino y nos dejarán explorar a nuestro gusto y antojo. Sin embargo hay que esperar prácticamente a la recta final del juego para poder tomar decisiones y hay varias situaciones en las que el juego original te daba cierta libertad y ahora, por "exigencias del guión" te las quitan.
Estas decisiones que se han tomado van a generar, seguramente, mucha polémica. Hay momentos clave en los que el equipo de desarrollo ha tomado la opción que ellos querían contar, como si fuese una película. Pero, viéndolo en conjunto, se trata de pequeños cambios que hacen que el juego se disfrute igual.
Sin embargo, y aunque no hablemos de ellos en detalle por respeto a los que aún no lo habéis jugado, sí que es cierto que hay cambios mayores muy importantes. Cambios que serán los que van a generar polémica ya que se trata de elementos que no te van a dejar neutral. O adoras lo que han hecho con el juego o lo odias.
Adaptándose a los tiempos que corren
Es evidente que un remake de este calibre no podía quedarse solamente en el apartado gráfico y añadir partes de historia. Había que cambiar muchas cosas. Y entre ellas está la forma de contarlo y la forma de jugarlo.
Square Enix ha ido evolucionando sus sistemas de batalla hacia algo más de acción. Comenzamos en 'Final Fantasy XII' con el sistema de gambits y llegamos a un sistema bastante simplificado en 'Final Fantasy XV'.
Lo que hemos visto en 'Final Fantasy VII Remake' es algo que está a medio camino entre la saga 'Kingdom Hearts' y el juego de Noctis. Tenemos un sistema de batalla que nos permite controlar a la vez a un único personaje y sus habilidades en tiempo real. Tendremos ataques básicos y combos que irán variando según al protagonista que manejemos y el arma que estemos usando en ese momento.
Pero, tal y como vimos en la demo, este sitema también tiene un componente de "turnos" basado en el original que ha quedado bastante interesante. Este sistema nos va a permitir cambiar nuestro estilo de combate según el enemigo que tengamos delante o el momento de la batalla.
A veces nos interesarán los golpes rápidos de Tifa. Otras la potencia de los disparos de Barret y posiblemente muchas necesitemos del apoyo que proporciona Aeris. Los cuatro personajes que podremos manejar durante la historia nos dan muchísimo juego al respecto y nos permiten adaptarnos y disfrutar de todos y cada uno de ellos por igual. Y si preferimos un sistema menos "directo" podemos echar mano del clásico. Este consigue reducir la carga de acción del juego aunque no la elimina del todo. Seguirá siendo imporante esquivar, bloquear y alejarse de las zonas de ataque de los enemigos.
El sistema de materias, junto con el de las habilidades personales es, simplemente, brillante. La forma en la que la que podemos personalizar a nuestros personajes es de lo mejor que tiene el juego. Y si a eso le añadimos el nuevo formato que tienen las armas, sus mejoras y la posibilidad de cambiar de ellas sin que queden obsoletas hace que podamos configurar a nuestros chicos y chicas como nos venga en gana. Es más, incluso según el arma que le equipemos sus movimientos básicos y combos pueden cambiar drásticamente. Y, sinceramente, esto se echaba muy en falta en los últimos 'Final Fantasy'.
Se nota, sin embargo, que se han guardado muchas cosas para las próximas entregas (sean las que sean). Así, las invocaciones están bastante limitadas, no vamos a encontrar, por supuesto, todos los tipos de materias existentes y nos van a faltar habilidades, armas y límites. Pero esto es algo con lo que contábamos desde el principio porque lo que tenemos delante es el inicio de la historia.
¿Rejugable? Sí
Muchos de aquí conoceréis seguramente la historia de la parte original de Midgar de 1996. Como hemos dicho antes, esta era realmente un pasillo que nos iba contando la historia de lo que pasaba en el preludio de 'Final Fantasy VII'. Y en este sentido, el remake hace exactamente lo mismo.
Nos vamos a encontrar con un único camino a seguir durante las primeras 20 horas de juego (mínimo) y no podremos salirnos de él en casi ningún momento. Prácticamente hasta que no comencemos el asalto final al edificio de Shinra no podremos pulular a nuestro antojo con las barriadas de la ciudad.
Esto presenta varios problemas a la hora de darle contenido al título y es que una vez que pasan determinados acontecimientos, no podemos volver a explorar según qué zonas o mazmorras. Y si nos dejamos algo, pues lo perdemos.
Nomura y los suyos han resuelto esto de una forma bastante interesante y que le da horas y horas de juego a un título que se presta a que lo disfrutemos y exploremos hasta el último rincón: el poder volver "atrás" en el tiempo.
Una vez que finalicemos la partida y derrotemos al jefe final, tendremos la opción de seleccionar el capítulo que queramos rejugar, y volveremos a él con el nivel y el equipamiento actual. De esta forma, podremos continuar la aventura y mejorar todo lo que queramos nuestras armas y materias de cara a enfrentarnos a los retos que nos queden por jugar.
Sí que es cierto que en cuanto a misiones secundarias y contenido extra, el juego se puede quedar bastante corto durante la historia. Las veces en las que nos "abren" el mapa solo nos ofrecen un pequeño puñado de historias que, normalmente, suelen ser de recadero. Quizás las últimas nos obligan un poco a darle al coco y a la exploración, pero tampoco es que sea algo excesivo.
Por eso, el contenido que aparece una vez acabamos el juego nos deja darle una segunda vida al mismo. Aparecerán nuevos retos en coliseos, escenarios nuevos y enemigos que no estaban al principio. Además, tendremos un nuevo nivel de dificultad, para ponernos las cosas más interesantes si el juego base nos pareció sencillo y muchos coleccionables bastante escondidos por el mundo.
Vamos, que aunque te puedas pasar la base del juego en unas 30 horas, el resto del contenido puede alargarlo bastante más.
Técnicamente insuperable
Llegados a este punto en el que hemos visto la parte de historia, de jugabilidad y de contenido, llega el momento de hablar del apartado técnico: gráficos y sonido. Y, sinceramente, poco podemos decir que no se haya visto ya en los tráilers o en la demo.
El juego nos deja ver escenarios realmente impresionantes durante la historia y a una escala que no podíamos apreciar en el original. Los interiores son muy detallados pero lo que realmente impacta es el exterior. Aquellas zonas donde podemos vislumbrar lo imponente que es la ciudad de Midgar y cuál es su verdadero alcance o lo pobres que son las barriadas (que ya no se llaman suburbios) y cómo la gente sobrevive en ellas.
Especial mención merece el Mercado Muro, donde los colores y las luces hacen que tengamos un escenario muy diferente a lo que vemos en el resto de Midgar y nos da a entender la importancia de ese pequeño osasis, aunque sea un oasis corrupto y mafioso.
Pero si hay algo que se lleva nuestro diez más absoluto es la banda sonora. El juego recrea las melodías originales con mimo y con mucho detalle, pero nos ofrece unos cambios que nos van a dejar con la boca abierta.
Los grandes combates contra los jefes o algunas escenas ya resuenan en nuestra cabeza del original se van a quedar grabadas a hierro en esta ocasión. Y eso, a estas alturas de la generación, es algo bastante difícil de conseguir.
Sí que es cierto que el trabajo que hay detrás, aunque es enorme, no habría tenido la repercusión que tiene si no hubiese tenido de base algo tan mítico como es la banda sonora de Nobuo Uematsu. Pero es precisamente la combinación de los dos elementos lo que hace que estemos ante una de las mejores bandas sonodas de esta generación. Y un servidor pensaba que esa era la del 'Final Fantasy XV'.
Un remake a la altura
Square Enix arriesgaba mucho sacando un remake de 'Final Fantasy VII'. Tenía todas las de perder porque, hiciese lo que hiciese, seguramente se iba a llevar palos. El nuevo sistema de batalla, los añadidos en la historia, los cambios de perspectiva o de personajes y lo que no os podemos contar seguramente harán mella en muchos de vosotros.
Como os dije al principio, no os quedaréis impasibles porque o bien adoráis lo que ha hecho Nomura o bien lo odiáis. Pero lo que seguramente va a hacer es que queráis jugar cuanto antes la continuación de esta historia.
Sin embargo, muchos seguramente se preguntarán si era esto lo que esperábamos cuando Square Enix nos dijo que nos traía el esperado remake de 'Final Fantasy VII'. Pues, sinceramente, la verdad es que no. No digo que sea ni mejor ni peor de lo que esperaba. Simplemente es algo que no entraba en mis planes.
Evidentemente, el juego tiene la firma y el sello inequívoco de Tetsuya Nomura y será inevitable que muchas veces veamos en el desarrollo del mismo elementos de la última entrega de 'Kingdom Hearts'. El esquema de avanzar-pelear-escena-boss se repite bastante durante el transcurso de la historia y, tenemos que avisaros, hay también alguna que otra "ida de olla de Nomura" como las que vemos en la franquicia de Sora.
Con un director con tanta personalidad y un estilo tan característico como él es imposible que no se vea su mano por todas partes. Es similar a lo que podríamos decir que pasa con Kojima, aunque en un grado de menor "ego".
No podemos negar que el director nos ha sabido contar la historia de una forma sobresaliente. Ha ensalzado los momentos clave y ha conseguido darle sentido a todos los huecos que quedaban en el guión original con muchísimo acierto. Pero quizás la recta final del juego os puede dejar con el culo bastante torcido.
La sensación final es que Nomura ha implantado su visión de 'Final Fantasy VII' y nos ha contado la historia que él ve de una forma mucho más guiada que el original. Allá en 1996 teníamos que jugar con la imaginación (y contra una traducción horrible) para poder encajar muchas de las piezas. Ahora Square Enix lo deja todo mucho más mascado y aunque nos genera muchas dudas y preguntas al final de este primer episodio, lo cierto y verdad es que también nos cortan esa "imaginación" que tuvimos que ponerle al principio.
La mano del director nos guiará durante todo el camino, incluso en algunos momentos secundarios. Un servidor habría preferido más libertad a la hora de explorar y que no marcasen el camino tanto. Pero aún así, el juego lo he disfrutado como un niño pequeño. He saltado, he reído, he llorado y me he enfadado a partes iguales. Pero siempre disfrutando.
Ahora bien, a la hora de poner la nota he tenido que decidir entre dos varas de medir. La primera, la que he primado, es la de analizar el título como un juego independiente. En este sentido, puedo decir que 'Final Fantasy VII Remake' es el mejor juego que ha hecho Square Enix de la saga. La otra posibilidad era analizarlo únicamente como remake de 'Final Fantasy VII'. Y en este sentido, la nota habría bajado bastante más. Pero hay que ser consecuentes y valorar el trabajo hecho por los desarrolladores. Y el juego se disfruta de cabo a rabo como hacía mucho tiempo que no pasaba.
Después de los problemas que hubo con el guión y el desarrollo de 'Final Fantasy XV' o el polémico final de 'Kingdom Hearts III' y su DLC, este título ha conseguido que recobre la fe en ellos. Aunque eso signifique que se vaya a abrir la caja de pandora en cuanto el público en general llegue al final del mismo.