El pasado mes de mayo de 2017 se estrenó en PC el simpático brawler Dynasty Feud, de Kaia Studios, un equipo de desarrollo bilbaino que trabaja bajo el amparo de la incubadora PlayStation Talents Games Camp Bilbao.
Aunque el título a día de hoy no supera las tres docenas de críticas en Steam, la mayoría de las mismas son positivas, además los medios que cubrieron el lanzamiento le otorgaron una nota media de 6/7 puntos sobre 10. Con todo esto claro y las expectativas en su lugar no debería suponer ningún problema estrenar en PS4, teniendo en cuenta que es uno de los múltiples proyectos apoyados por la iniciativa PlayStation Talents que otorga instalaciones en las que trabajar, financiación y promoción a estudios independientes en España y Portugal.
Fundamentos del brawler
Sabiendo todo lo anterior resulta especialmente preocupante el producto resultante que actualmente podemos adquirir en PlayStation Store por 14,99 €. Basta unos minutos de pasearse por el menú principal del juego probando las distintas modalidades de partida que ofrece para empezar a preguntar si Kaia Studios es un equipo falto de experiencia o si el apoyo de PlayStation España se ha llevado a cabo sin conocer a su comunidad y su sistema como se supone que deberían hacerlo.
'Dynasty Feud' desvela sus cartas en el segundo cero, es un brawler en dos dimensiones más cercano a experiencias como 'Samurai Gunn' y 'Towerfall' que al germen de todos estos nombres, 'Super Smash Bros'.
La diferencia entre beber de la legendaria licencia de Nintendo o de estos nuevos reyes del party game radica en lo puramente jugable. Mientras que con Pikachu, Peach y compañía debíamos encadenar combos de ataques, esquivas, utilización de objetos y bloqueos, en estos herederos mutantes es más importante la posición, el timing de los ataques y el cálculo de las físicas. Si hay que colocar a 'Dynasty Feud' en un bando sin duda cae en el segundo, con varios tipos de personaje divididos en dinastías temáticas que van desde vaqueros hasta guerreros aztecas, pasando por mascotas deportivas o vikingos; resultando todos ellos un grupo de gente disfrazada de personajes muy locos y bastante divertidos.
A estas alturas ya veréis venir la afirmación de que cada uno de ellos tiene un estilo de juego muy marcado y aquí es donde 'Dynasty Feud' saca un poco de pecho, pues recoge ese estilo de juegos modernos como 'Ultimate Chicken Horse' y 'Duck Game', con personajes que mueren de un solo golpe y lo fusiona con personajes con habilidades únicas al más puro estilo Nintendo, ofreciendo así un coctel bastante ameno para las partidas locales con otros jugadores (también se puede jugar en línea pero de eso hablaremos después).
Casi nada que ofrecer
El principal problema de esta propuesta en cualquiera de sus versiones es que no destaca en ninguna faceta lo suficiente como para despuntar sobre los muchos competidores y referentes que aquí he nombrado, no en vano. Es vistoso, es simpático y se puede jugar con cierta comodidad, pero todos los aspectos están tan carentes de evolución o de una fuerte personalidad que cuesta encontrar un motivo por el que comprarías 'Dynasty Feud' antes que muchos otros juegos similares que ofrecen bastante más profundidad jugable y variedad de modos de juego.
Y si ese es un problema global del título, otros más concretos de la versión de PS4 son que las partidas en línea son un mero adorno, pues como cabría esperar el juego ha nacido muerto en este aspecto desde sus primeros días a la venta. No es algo que no hayamos visto suceder en centenares de ocasiones y no es necesariamente un problema del juego en sí, no al menos más que uno de la comunidad general que se ve abrumada por no pocos lanzamientos semanales entre los que solo destacan unos pocos superventas.
En lo personal mi primera experiencia con el juego en PS4 fue la peor posible, pues decidí entrar al modo entrenamiento parea habituarme a los controles y las características de los personajes iniciales (solo 2 de las 9 dinastías se encuentran desbloqueadas por defecto, hay que jugar algunas partidas para conseguir las demás) y al segundo botón que pulsé una vez tomé control del personaje el juego se quedó congelado y me tocó reiniciar. No me han surgido percances similares después, pero algunos problemas en el audio y otros puntuales en el rendimiento no sirven para denominar a esta adaptación de una buena puntuación.
Puntos fuertes
Cuando se consigue reunir a un par de compañeros de juego y se organizan unas partidas locales se obtiene una experiencia amena gracias a la variedad de personajes y a que el título se cimienta sobre una base más que testada. Pero, de nuevo, el problema surge de que jugar a 'Dynasty Feud' es más algo que surge de la resignación de una tarde aburrida sin saber qué poner que de un interés suscitado por el atractivo propio del juego.
Ahí quedan sus nada desdeñables 45 personajes (hay una nueva dinastía que no estaba presente en el lanzamiento de PC) con un importante trabajo de personalización detrás de cada uno, usando unos armas de fuego, otros cuerpo a cuerpo, otros arrojadizas, magias, tecnología del futuro y demás invenciones cada cual más loca que la anterior. Si algo salva el conjunto global de lo que es 'Dynasty Feud' es sin duda la necesidad de saber cómo se mueven y cómo se controla a cada uno de los 45 personajes que pueden ser utilizados en los modos de juego Lucha de Familias, donde elegimos a una dinastía entera y cambiamos entre sus cinco componentes en combate, Lucha por Equipos con dos personajes para cada jugador y All-Star con la interesante opción de configurar una familia con cinco personajes del plantel al completo.
Puede darnos unas horas de entretenimiento el mero hecho de poner a prueba todas las variantes, pero no irá mucho más allá el interés de los jugadores que echen en falta una comunidad más viva, enfrentamientos en línea, modos de juego diversos que no se limiten al combate puro y duro, etc...
Conclusiones
Creo que nunca he calificado un videojuego de "preocupante" a la hora de elaborar una crítica, pero no se me ocurre un término mejor para definir lo que me suscita 'Dynasty Feud'. Como decía al inicio del texto me da la sensación de que este desarrollo no es capaz de aportar nada en absoluto de cara a mejorar la salud del desarrollo español.
No por esto deja de ser PlayStation Talents una de las mejores iniciativas que hemos visto en nuestro país de cara a apoyar el desarrollo independiente, y si bien este trabajo de Kaia Studios no parece sumar a la causa, desde luego tampoco resta. Podría darse el caso de que mis expectativas estuvieran demasiado altas y exigiera demasiado a un título que nació con cierta modestia, pero no parece ser el caso cuando Jon Sánchez, programador del juego, confesó a Gamasutra que esperaban colocar 3.000 copias del juego en sus primeras semanas a la venta, mientras que la realidad le quito un cero a esa cifra. De hecho ese postmorten del juego puede tener mucho más valor para según qué persona que el juego en sí, pues se destacan (de forma realmente valiente) algunos puntos fuertes y muchos de los débiles de este proyecto.
Si en última instancia 'Dynasty Feud' nos sirve para tener en España otro estudio que ha lidiado con el fracaso y ha salido de ahí con fuerzas renovadas y unas cuantas lecciones aprendidas, lo consideraré un pequeño triunfo y esperaré con mucho interés el siguiente paso de estos bilbainos.