'Daemon X Machina' es uno de esos juegos que te puede llegar a atrapar desde el momento en el que escuchas los primeros acordes de la pantalla del título. Uno de esos títulos que puedes llegar a adorar, o a odiar.
Y todo ello porque se trata de una propuesta que, aunque ocurre en casi todos los géneros, en este es más acentuado, puede que no le guste a todo el mundo. Es de esos juegos que parece estar enfocado a un sector muy concreto de los jugadores. Sin embargo, y pese a que ese es su principal problema, una vez le empiezas a echar partidas descubres que en absoluto es así.
Nos encontramos ante un juego que de primeras ofrece un planteamiento muy sencillo, con la creación de nuestro personaje y de su nuevo y flamante robot. Pero no te dejes engañar por las apariencias y no te quedes en la superficie. Nadar en profundidad en 'Daemon X Machina' es toda una experiencia personalizable y, desde luego, mucho más táctica de lo que te puedes imaginar.
¡Venid por mí si os atrevéis!
Podríamos definir a 'Daemon X Machina' como un juego de acción pura y dura. Y muy frenética, si me lo permitís. Si bien al principio las misiones no nos pondrán retos excesivamente complicados, conforme vayamos avanzando nos encontraremos con situaciones cada vez más intensas y repletas de enemigos y cosas que hacer. Todas ellas tendrán un punto en común, sean del tipo que sean: no habrá tiempo para respirar. Y desde luego, la espectacularidad será otro de sus grandes puntos.
Como os podréis imaginar, el centro del juego estará en el manejo y la personalización de nuestro querido robot. Sí que es cierto que al principio estaremos bastante pelados, pero pronto tendremos que quebrarnos la cabeza para ver cómo queremos afrontar las misiones, tanto individuales como en multijugador.
Podremos llevar hasta cuatro armas. Dos podrán ser utilizadas a la vez y tendremos una más adicional que se coloca sobre el hombro. Esta suele ser del tipo proyectiles, pero las otras sí que tienen una gran variedad, tanto en diseño como en efectos y jugabilidad.
Esta personalización la haremos en el hangar y luego podremos probarla en las distintas misiones que tendremos que hacer para ir superando la historia. Porque sí, 'Daemon X Machina' se basa en ir aceptando misiones para ir avanzando. Al estilo 'Monster Hunter', para ser más claros.
Estas misiones se suelen basar en cumplir un objetivo principal. Este suele ser el más normal del mundo, tampoco vamos a alardear de originalidad en este sentido. Así pues tendremos que derrotar a un número de enemigos, proteger una zona, aguantar un tiempo, derrotar a un boss, etc.
Dependiendo de en qué misión estemos, también habrá una serie de objetivos secretos que aparecerán dependiendo de su cumplimos determinados requisitos o si investigamos algunas zonas. Hay veces que, directamente, aparecen y nos sorprenden para hacer cambiar el rumbo de la misión.
Por supuesto, como buen juego de "caza", además de las misiones de historia irán apareciendo otro tipo de secundarias que se basarán en desafíos. Estos nos darán bonificaciones y, por supuesto, más equipamiento para nuestro querido "bebé".
No os fiéis de la dificultad inicial, que conforme avancemos esta crece de forma exponencial.
Mamá, quiero ser artista
Hemos hablado un poco de cómo va el juego, el sistema, las misiones y la historia. Pero si hay algo en lo que merece la pena centrarse es, por supuesto, en nuestro robot. Si sois amantes de los mechas o similares, seguramente aquí esté el punto más fuerte para vosotros, ya que las opciones de personalización son muy pero que muy extensas.
No solamente hablamos de las estéticas, que las hay, sino también en cuanto a jugabilidad y estado del robot (parámetros, vaya). Tenemos varias partes que podemos modificar como son la cabeza, el torso, los brazos y el tren inferior. Esto en cuanto a las "visibles". Pero también encontraremos otras que lo que modifican es el interior del robot, y su función es la de aumentar el rendimiento y las funciones del mismo.
Por supuesto, es el momento de sacar a ese "artista" de tu interior y ponerte a pintar con brocha gorda o fina todo lo que quieras de tu pequeña creación. No te cortes porque cuando juegues online será tu seña de identidad. Y los hay que son verdaderas obras de arte (algunas modernas y otras... demasiado abstractas para un servidor).
Pero como os he dicho, no solamente se trata de cambiar la parte estética del robot. Además del rendimiento, uno de los elementos que tendremos que tener más en cuenta es el armamento del mismo. Al fin y al cabo es un robot de combate, no un aspirador.
En este sentido nos vamos a encontrar con un arsenal muy variopinto. Tendremos desde pistolas, hasta metralletas, pasando por escopetas, fusiles, bazookas, espadas, escudos, rifles, lanzamisiles o cañones láser por poner unos cuantos ejemplos. ¡Y cada uno de estos además con varios subtipos! Una locura vamos.
Tened cuidad con el tiempo que pasáis en el hangar porque puede que, cuando levantéis la vista de la pantalla descubráis que se ha ido el sol hace rato (o que ya ha amanecido). Es, posiblemente, el lugar donde pasaréis la mayor parte del tiempo, y como os dije antes, la banda sonora acompaña y ayuda a que estemos mucho tiempo en él.
Sin embargo, y a diferencia de otros muchos juegos de robots, a pesar de que nuestra querida creación será nuestra principal arma, no nos podemos olvidar de nuestro personaje: el piloto.
Este tendrá también su parte de protagonismo ya que también irá evolucionando a lo largo de la historia. Eso sí, las mejoras son, cuanto menos, poco éticas ya que algunas de ellas vienen con pérdida de humanidad. Lo que tiene el poder... ¿no?
Festival de colores y explosiones
Hablar de una consola de Nintendo siempre es hablar de limitaciones técnicas. O al menos es lo que mucha gente espera ver cuando ven los juegos de los japoneses. Sin embargo, y como pudimos ver en 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild' u otros, no tiene por qué ser así.
Con 'Daemon X Machina' pasa algo parecido. La acción, el frenetismo y los robots hacían que uno puediese llegar a dudar acerca de cómo se verían los entornos y cómo sería el rendimiento en la consola. Sin embargo, esas dudas quedan disiparas enseguida al verlo en funcionamiento. Sí que es cierto que de la primera beta a lo que es hoy el juego han cambiado muchas cosas, pero para eso se hizo. Para recoger el feedback de los jugadores.
El título es realmente fluido, tanto en el modo portátil como en el dock. Esto ayuda a que el frenetismo del juego sea aún mayor, ya que no hay ralentizaciones, ni caídas de frames ni nada por el estilo. Esto no es una alabanza sino una constatación de un hecho. Y es que es lo mínimo que se le puede pedir a un juego de estas características.
Pero como lo cortés no quita lo valiente, sí que es cierto que algunos de los elementos pueden pecar de ser algo simples. Texturas, como las de los árboles o rocas, son un ejemplo claro de esto. Sin embargo son elementos en los que no terminas de fijarte debido al frenetismo del que os venimos hablando.
Todo esto se hace porque el foco del diseño se centra donde se tiene que centrar: en los robots y en los entornos en los que peleamos. Esto da como resultado un escenario sólido que se disfruta sin problemas. Explosiones, enemigos, edificios derrumbándose, grandes bestias mecánicas... Todo esto (y más) hará que no os cueste daros cuenta de la potencia y la buena optimización del título.
Mención especial hay que hacerle al modo online. Como ya os hemos dicho, 'Daemon X Machina' se basa en ir de misión en misión cumpliendo objetivos. Pues bien, cuando queramos jugar al modo multijugador online podremos hacer equipos de hasta 4 jugadores. Normalmente tendremos que hacer frente a enormes enemigos finales o a batallones inmensos de enemigos.
Lo mejor de estas misiones es que son mucho más beneficiosas para nuestro bolsillo y el armamento y las piezas que encontraremos no están en ningún otro sitio.
La interfaz es sencilla y simple, y en eso hay que alabar a los desarrolladores. Dispondremos de un chat básico y de una serie de expresiones que podremos ir haciendo (como bailes). Además, la experiencia es muy similar a la del modo individual, pero con más gente.
Otra cosa que nos sorprende del modo online es la rapidez con la que encuentra a gente y los bajos tiempos de carga. Es una gozada entrar, buscar y jugar. Sin más. Así que, un buen punto a su favor para los que juegan online.
Por último, y no por ello menos importante (había que soltar la frase títpica) hay que admitir que la banda sonora es uno de sus puntos más fuertes, tanto en calidad como en cantidad, porque hay de todo tipo de géneros que, además, casan con las situaciones en las que suenan.
También tenemos el doblaje dual en japonés y en inglés que llegan acompañados de subtítulos en castellano.
Ya os digo que pasaréis horas escuchando las músicas del juego y disfrutando de los estilos que podréis oír en las diferentes situaciones. Es algo de lo que más me atrapó y me sorprendió.
Conclusiones del Análisis de 'Daemon X Machina'
El principal problema que tiene 'Daemon X Machina' es que es un tipo de juego que, muchas veces, los jugadores interpretan como que no es para ellos. Sin embargo, darle una oportunidad es algo que se hace necesario si te gustan los juegos de acción o de caza.
Como hemos dicho, se basa en ir de misión en misión destruyendo lo que nos pidan y recopilando piezas para nuestro robot. Además, nos podremos tirar perfectamente las 30-40 horas para pasárnoslo (no para conseguirlo todo).
Es un juego que ha entrado sin hacer mucho ruido a través de un género que, en Occidente, no suele tener muchos seguidores. Los mechas ya sabéis que les van más a los japoneses, pero Marvelous ha sabido reponerse de los errores que los fans vieron en las primeras betas y traer un producto que rebosa calidad por los cuatro costados.