BATALLA DE PARIAS

Análisis de 'Bleeding Edge' para Xbox One; nadie se queda atrás

Ninja Theory debuta bajo el amparo de Microsoft con un videojuego competitivo 4v4.

Por Marco Gonzálvez 14 de Abril 2020 | 13:05

El primer trabajo del estudio Ninja Theory tras ser adquiridos por Microsoft para operar bajo el sello Xbox Game Studios sorprendió a los jugadores que tenían presente el historial reciente de este estudio. No para bien. Tampoco para mal. Sencillamente sorprendió que lo primero que los británicos presentaban en esta nueva etapa era la enésima vuelta de tuerca a la fórmula de 'Team Fortress 2' en forma de multijugador competitivo donde una colección de personajes únicos con sus rasgos y habilidades característicos debían enfrentarse en partidas por objetivos. Así era es 'Bleeding Edge' y así es ahora que está entre nosotros.

En las partidas de 'Bleeding Edge' un total de ocho jugadores se reparten en dos equipos que pueden competir en dos tipos de enfrentamientos. O bien una suerte de duelo de recolección de células de energía donde gana el primer equipo que alcance un determinado número de células entregadas o el que más lleve cuando el tiempo se acabe o bien un modo de captura de zonas que no es más que el dominio clásicos con algunos toques nuevos como los objetivos móviles.

Tu cara me suena

De entrada la propuesta en la que se cimenta 'Bleeding Edge' no resulta sorprendente en absoluto. Lo que sí sorprende es lo bien que le han cogido el punto a la cooperación dentro de la competición en Ninja Theory para no tener experiencia previa con el videojuego multijugador competitivo. En las primeras tardas muy poco en darte cuenta de que solo no vas a ningún sitio por muy bien que se te de el juego.

No hay ningún personaje en la plantilla de parias marginados que compone la pantalla de selección del juego que pueda ganar una partida por sí solo. Es necesaria la cooperación de los cuatro jugadores para poder ganar cada enfrentamiento sin sudar mucho y para ir cumpliendo los objetivos mediante los que se ganan las partidas.

Esto no sucede en muchos juegos de rasgos similares a los de 'Bleeding Edge', pues es fácil que en 'Overwatch' un personaje pueda con un único movimiento llevarse por delante a todo el equipo rival. También que un buen jugador tire del carro y consiga marcar la diferencia de forma considerable. En este juego no es imposible destacar pero siempre será obligatorio hacerlo estando cerca de los compañeros si queremos que nuestra destacable actuación haya servido para algo.

Comunicación ante todo

En las primeras partidas que jugamos en la redacción de Zonared no dábamos una hasta que entendimos que este juego se parece a muchos otros solo en la propuesta y la estética, pero que la compenetración que requiere está a otro nivel. La comunicación es esencial y por eso el juego cuenta con chat de voz propio de uso casi obligado si jugamos con desconocidos. También tenemos un sistema de marcas como el usado en 'Apex Legends' o en tantos otros juegos que copiaron al juego de Respawn Entertainment tras comprobar cómo de efectiva es esta mecánica para coordinar estrategias.

Es muy difícil conseguir una victoria si no comunicamos constantemente dónde estamos, quién nos ataca, a cuántos enemigos hemos visto y cuál es su posición. Todos estos elementos se vuelven cruciales si queremos mantener el control y que unos rivales bien sincronizados no nos superen con suma facilidad.

Que comunicarse sea tan importante hace que aflore uno de los primeros problemas del título. Esta propuesta no llega en el mejor momento cuando otros grandes titanes están devorando el mercado del juego competitivo. La falta de jugadores en ocasiones se torna en grandes esperas y cuando encontramos con quien jugar puede resultar que compartimos equipo con jugadores poco comprometidos sin ningún interés en comunicar sus intenciones en partida. Esto resulta frustrante y dada la imposibilidad de progresar sin colaborar hay partidas que están perdidas desde el primer segundo si comprobamos que el equipo no está por la labor. No es culpa del juego que su diseño sea tan exigente, sencillamente hay que tener en cuenta que sin un grupo de amigos puede resultar injugable (por suerte es un título que está en Xbox Game Pass en PC y Xbox One, por tanto no debería costaros convencer a amigos para formar equipo).

Un deporte letal

Dado que el juego tiene lugar en una suerte de deporte callejero donde un montón de adictos a la adrenalina y la violencia se baten en duelos a muerte para diversión de los espectadores, el reparto de personajes es bastante peculiar y aquí Ninja Theory saca pecho con un diseño fantástico que dota de mucha personalidad a cada uno de los personajes del título.

Hay combatientes de estilo sencillo como Daemon, que es una suerte de samurái acróbata, o Makoto, que es un cyborg enorme con toques de guerrero samoano. Pero también hay cosas bastante locas como Mekko, que es un delfín metido en el interior de una pecera enorme incrustada en un meca de combate, Maeve, una bruja anciana con bastante mala baba y Buttercup, una mujer sin piernas que convierte su cuerpo en el chasis de una moto.

La personalización de cada uno de estos personajes es clave. Por supuesto que hay cantidad de cosméticos para ir decorando el aspecto de nuestros antihéroes favoritos, sus monturas y sus gestos. Pero donde está lo interesante es en una lista de modificaciones que podemos equipar a cada personaje hasta activar un total de tres. De la combinación de esos tres modificadores sacaremos un sinfín de variables con las que experimentar para dar con la versión de cada héroe que mejor se adapte a nuestras habilidades y al meta del juego.

Precisamente porque los modificadores se consiguen aleatoriamente subiendo de nivel a los personajes o fabricándolos con el dinero del juego es que puede resultar muy molesto para los nuevos jugadores encontrarse con otros totalmente equipados, pues la diferencia entre llevar estos modificadores y no llevarlos es abismal. Hacen que las habilidades duren más, curen más, hagan más daño, se combinen mejor o apliquen nuevos efectos.

Conseguir la configuración óptima para un héroe determinado igual te lleva un par de tardes de jugar partidas y recopilar el dinero necesario para fabricar exactamente lo que quieres, aún así a día de hoy un par de tardes de partidas frustradas porque no haces más que encontrarte con jugadores equipados puede hacer que abandones el juego convencido de que puedes irte a otros títulos donde empiezas con las mismas posibilidades que el resto de los rivales. Es una decisión de diseño que puede repeler a parte de los nuevos jugadores y eso no le hace ningún favor a un título que corre riesgo de morir por falta de usuarios y contenidos antes de desplegar todo su potencial.

Conclusión

'Bleeding Edge' llega con una falta de contenidos que otros muchos títulos similares ya sufrieron en su momento pero que se vuelve menos tolerable con el paso de los años y el crecimiento de la oferta de juegos que ofrecen algo similar.

La obra multijugador de Ninja Theory ofrece una experiencia competitiva donde la colaboración es más satisfactoria que en la media y con momentos donde hay destellos de verdadera originalidad. Por desgracia el resto del tiempo la sensación es de haber vivido esto ya y de repetición constante de los mismos mapas y modos de juego, pues en total hay cinco y dos respectivamente.