MALA DIGESTIÓN

Análisis de 'Bite the Bullet' para PC, buffet libre de comida en mal estado

Mega Cat Studios sigue sin acertar con el nuevo trabajo que lanzan hoy.

Por Marco Gonzálvez 13 de Agosto 2020 | 21:00

El equipo de Mega Cat Studios estrena hoy 'Bite the Bullet' en Nintendo Switch, Steam y Xbox One, pero a pesar de no ser ni mucho menos su primer trabajo aún parecen tener que encontrar la forma de enfocar las buenas ideas que sin duda tienen en un proyecto bien ejecutado. Pues tras pasar horas explorando los niveles de este nuevo trabajo podemos asegurar que siguen sin estar del todo finos y vuelven a cometer errores presentes en trabajos anteriores como 'Coffe Crisis'.

Estos desarrolladores independientes asentados en Pittsburgh califican su juego como un Run & Gun & Eat, dejando claro que la mecánica de comer es tan importante como las de moverse y disparar. En eso tienen razón. Lo que hace de 'Bite the Bullet' un título interesante es la promesa de poder comerte a todos los enemigos a los que te enfrentas, así como cantidad de consumibles que modifican por completo cómo se desenvuelven las partidas en este roguelite.

Este alimento está caducado

La historia del juego nos cuenta que la humanidad ha encontrado su propia destrucción en el consumo indiscriminado de alimentos que ha llevado a una escasez de recursos incompatible con la vida. Los supervivientes fueron quienes viajaron a las estrellas en busca de un futuro mejor, pero en el planeta se quedaron muchos rezagados que se han acabado convirtiendo en horribles criaturas que ahora buscan dar caza a quienes tuvieron más suerte. Hay algún momento interesante en la historia y personajes que plantean algunos dilemas entretenidos, pero en general es sumamente intrascendente y la clásica excusa para decorar un aluvión de tiros y violencia gratuita.

En esta propuesta 2D con el pixel art como estilo visual se nos lanza a explorar diversos escenarios compuestos de varios niveles donde enemigos robóticos y biológicos nos hacen frente mientras los despachamos con ametralladoras, lanzallamas, lanzamisiles, escopetas y más armas con diferentes modificaciones y características que podemos mejorar a lo largo de las partidas.

Como decíamos, lo interesante del juego es una mecánica de comer que hace que podamos consumir a cualquier enemigo y los objetos que sueltan para modificar cómo nos comportamos en combate y las mejoras que obtenemos. Esto se hace al elegir qué tipo de dieta queremos seguir en un árbol de habilidades que determinará si podemos conseguir mejoras de los vegetales a cambio de no comer carne, si nos especializamos en comer solo carne, si queremos poder comer de todo a cambio de mejoras menos potentes y así sucesivamente.

La idea es buena. La ejecución es caótica como poco. El árbol de habilidades que mencionamos es insultantemente extenso y obtener mejoras se convierte en un tedio importante por la cantidad que hay, no por lo difícil que es conseguir los puntos necesarios para comprarlas, pues podemos encontrarnos comprando 20 mejoras entre un nivel y otro sin que ninguna de ellas suponga un cambio significativo entre cómo hemos jugado el anterior nivel y como jugaremos el siguiente. Y que no os engañe el factor roguelite porque aquí no se pierde nada, en cada nivel hay varios puntos de control y morir no significa perder nada más que unos minutos de progreso. Todas las mejoras y armas se mantienen como estaban.

Como ya sucedía en 'Coffe Crisis', un yo contra el barrio del mismo estudio, la faltas de equilibrio hace que ninguna de las mecánicas del juego tenga la más mínima relevancia a la hora de jugar. Importa poco las estadísticas de las armas, las muchas modificaciones que podemos equipar el personaje para que obtenga más vida, invisibilidad, más daño o lo que toque. Avanzar y disparar es exactamente la misma experiencia desde que empiezas a jugar y hasta que terminas. No hay aquí nada de lo que podéis encontrar en un 'The Binding of Isaac' o en 'Enter the Gungeon', donde cada vuelta al juego puede ser radicalmente diferente a la anterior por las posibilidades que ofrece la combinación de mejoras y modificadores. No es lo mismo elegir la dieta vegetariana que la carnívora sobre el papel, pero en la práctica nos limitamos a disparar las armas más potentes contra todo lo que se mueve sin molestarnos en recordar para qué servía ninguna de las mejoras desbloqueadas en el árbol de habilidades.

A este caos en los sistemas del juego se le suman numerosos errores que nos bloquean en algunas partes de los escenarios, que nos tiran fueran de los márgenes obligándonos a reiniciar, un control relativamente poco preciso y en absoluto acorde con la acción que suele haber en pantalla y varias carencias más que hacen que resulte bastante complicado recomendar este roguelite que llega con la idea de ofrecer algo diferente mediante la mecánica de comer y al final acaba fallando a la hora de aprovechar su gran punto diferenciador.

Un punto que conviene destacar a parte es que el juego está traducido a una suerte de español neutro que no podría ser más horrible. No solo está mal escrito en general, también hace que el título parezca tener menos calidad de la que tiene porque los textos no se ajustan a los botones, la historia se entiende regular por cómo se estructuran las frases y hay errores tipográficos en todas partes. Si le dais una oportunidad al juego es preferible que lo juguéis en inglés. Entender la historia es lo de menos, pero saber para qué sirve cada consumible, cada mejora y cada modificación de arma es un poco más importante y con la traducción al español no siempre es posible.

Conclusiones

'Bite the Bullet' no era una mala idea. Destacar en el género elegido por Mega Cat Studios es realmente duro e incluso grandes lanzamientos recientes como 'Scourgebringer' han pasado desapercibidos a pesar de su calidad. Si además se suma el agravante de que casi todo está mal ejecutado en esta propuesta es aún mucho más difícil abrirte hueco. Por momentos el juego consigue enganchar por lo frenético que se vuelve y es de esos lanzamientos que no nos importaría probar con gusto en servicios como Xbox Game Pass, pero difícilmente imaginamos un éxito en ventas con sus pocos aciertos y muchos tropiezos.