El 31 de Agosto 2019 | 13:20
Un tutorial de más de 60 horas de duración es lo que te da la bienvenida a 'Age of Wonders: Planetfall', el último trabajo de unos Triumph Studios que no han perdido ni un poco de su toque en los cinco años que han pasado desde que 'Age of Wonders III' se estrenó en PC y hasta que esta continuación relativamente divergente se ha estrenado en PC, PS4 y Xbox One en agosto de 2019.
Las triquiñuelas del colonialismo espacial
En realidad ese "tutorial de más de 60 horas" es en realidad el modo campaña de este nuevo juego de estrategia 4X. Es ahí donde vamos a pasar por unos 13 planetas que deberemos conquistar explorando las múltiples razas que el juego nos dejará elegir desde el primer momento en el modo Escenario (las escaramuzas de toda la vida).
Darse un paseo por el modo campaña se torna necesario para los nuevos jugadores del género que quieran saber qué demonios está pasando en pantalla a cada momento. Llegar a entender todos y cada uno de los resquicios tácticos de 'Planetfall' nos puede llevar un par de decenas de horas si no hemos tenido contacto previo con la 4X (llamada así por las formas que hay de resolver los conflictos y ganar las batallas: eXplorar, eXpandirse, eXplotar y eXterminar).
La campaña es más un campo de prácticas ideal para irle entrando a las bases del juego y hacerse con un dominio suficiente como para saltar a las escaramuzas (altamente personalizables y tan enrevesadas como queramos) y al multijugador (del que no hablaremos porque ha sido imposible encontrar una sola partida en la versión de PS4...). Dado que nadie podría esperar acudir a 'Planetfall' para llevarse a casa un complejo y original mundo de ciencia ficción, es fácil que sorprenda lo profundo y entretenido de este nuevo universo. Desde las razas jugables, que van desde los aburridos humanos estándar con sus riñas políticas y sus ansias de gloria, hasta enanos enajenados por la típica y "trópica" obsesión con la minería, pasando por una suerte de hormigas espaciales humanoides que perciben su sociedad, sus relaciones y sus objetivos de una forma muy diferente a la de otras razas gracias a sus poderes psiónicos.
Resultas honestamente agradable este modo campaña precisamente por los numerosos diálogos de cada razas. Ver cómo interactúan entre ellas es un placer narrativo que seguramente muchos no esperarían encontrarse en este mar de cifras, estadísticas, investigaciones y unidades de combate. Las conversaciones entre los Kir'Ko y los Psicopeces, dos razas alienígenas caracterizadas por sus capacidades sensoriales y mentales son un pequeño ejemplo de los muchos momentos de entretenimiento en texto que nos va a dar 'Planetfall'.
Las fronteras las dibuja el ejército más grande
A la hora de ponerse en la piel de un héroe y comenzar a liderar a toda una raza con sus múltiples ejércitos es donde la cosa se pone tensa. De entrada establecemos una primera colonia en un planeta cuya geografía se genera de forma aleatoria en cada partida. Las condiciones de victoria son las típicas del género. En ocasiones bastará con aliarnos con todos los generales establecidos en el planeta. Si no estamos de humor para hacer la pelota y comerciar con nuestros bienes, bastará con exterminarlos haciendo uso de las muchas herramientas bélicas a nuestro alcance.
Explorar y expandirse es lo básico, combatir y dominar es algo que puede ser obligatorio únicamente en casos determinados. Es decir, siempre vamos a tener que combatir, pues en cada mapa hay localizaciones importantes ocupadas por fauna local y sus destrucción no afecta de ninguna manera a las relaciones diplomáticas con las facciones que se hayan asentado en el planeta, pero entrar en guerra no siempre será necesario.
El número de variables disponibles en cada mapa para conseguir la victoria es abrumador y por ello conseguir dominar los elementos esenciales de este 4X será únicamente un primer paso que en ningún momento nos garantiza la victoria. Cada turno es un poco más agónico que el anterior y una campaña que llevas cuatro horas dominando se puede torcer de mala manera cuando avanzas con tus dos héroes por terreno inexplorado y te topas con un ejército muy superior en número que arrasa a estos líderes y a todas sus unidades (esto pasa mucho cuando no te acostumbras a mandar exploradores a cada rincón del planeta, avisados quedáis).
Es cierto que entendiendo los cimientos de la estrategia en 'Planetfall' se puede avanzar de forma estable con cada raza, pero los complejos árboles de investigación varían entre cada civilización y una configuración fija no es útil a la hora de adaptarse a los eventos aleatorios de cada partida, por este motivo resulta tan entretenida esta propuesta incluso en los niveles de dificultad más asequibles. Si bien no parece 'Planetfall' la entrada más amigable al 4X, sí que puede ser una muy de agradecer si conseguimos superar el trauma de las primeras horas.
La forma de proceder en cada partida también es relativamente personalizable y a menudo se ajusta a nuestras ambiciones. Ceñirnos a la condición de victoria puede ser una tarea relativamente simple, pero atender a todas las misiones principales y secundarias que van surgiendo a medida que exploramos el planeta y conocemos a sus habitantes, comprender y valorar todas las peticiones de cada general y tomar parte en posibles guerras de terceros, anteponer la supervivencia de nuestra especie a la felicidad de nuestra actual población y un sinfín de variables más que nos pondrán las cosas muy difíciles es una dulce agonía de la que podemos pasar, pero no querremos hacerlo.
Coberturas y porcentajes
A la hora de entrar en combate también podemos elegir que la cosa se ponga tan compleja como queramos. Existe la opción de simular los combates para cuando nos creamos en superioridad absoluta y no nos apetezca entrar en el juego de coberturas y porcentajes a lo 'X-Com' y derivados.
Ahora bien, si tenemos ganas de jarana va a ser tan fácil como llevarnos a un ejército (de máximo seis unidades) bien preparado y comenzar a combatir en campos de batalla aleatorios que nos garantizan un desafío en cada enfrentamiento. Las mecánicas son las ya conocidas tras tantos años de TBT (Turn-based tactics), pero es la fusión con el resto del juego lo que hace que disfrutemos de estos combates especialmente.
Tener dos géneros tan complejos como lo son el 4X y el TBT en un mismo sitio podría hacer pensar que algunos de los dos cojea de alguna manera. Y si bien es cierto que la parte de los combates tiene algún toque demasiado genérico (un poco como casi toda la experiencia de juego, la verdad), no lo es menos que ambas partes se disfrutan holgadamente y que ninguna acaba de parecer un añadido innecesario o descuidado.
Nada extraordinario, todo bien
En general 'Age of Wonders: Planetfall' es el gran 4X de lo que llevamos de 2019, el buen hacer de Triumph Studios sigue sin poderse discutir y quienes tengan ganas de pasarse un par de meses enganchados a estrategia de combate y colonización tienen aquí a su mejor aliado.
Sorprende la historia del universo y sus habitantes, agrada el devenir de las partidas a mediad que avanzamos en la investigaciones, forjamos alianzas, libramos guerras y disfrutamos de unos combates que, aunque tensos y caóticos por momentos, sirven como necesario respiro de las infinitas decisiones diplomáticas y territoriales que hay que tomar a cada turno para mantener a una población sana y contenta que quiera ayudarnos a devolver a este páramo galáctico la gloria y la reputación de la que gozó en un pasado que ya muy pocos viven para recordar.
Lo mejor:
- La parte de estrategia y los combates casan a la perfección.
- La historia de este universo es sorprendentemente entretenida.
- El número de horas de juego sin repetir dos turnos iguales es abrumador.
- Artísticamente es muy bonito...
Lo peor:
- ...aunque técnicamente se sienta un poco desfasado.
- La dificultad más baja es demasiado agresiva para nuevos jugadores.
- El multijugador está muerto en consolas.