El 14 de Octubre 2020 | 09:01
'Age of Empires' está a punto de volver con su tercera entrega numerada a los PC en una versión mejorada y adaptada a los PC de hoy día. Y lo hace con contenido nuevo y con los buenos elementos que nos han traído las dos versiones anteriores de las "Definitive Edition".
De esta forma, Microsoft cierra el ciclo de "recuperaciones" (llamémoslas así) de toda la saga principal de 'Age of Empires' y le deja el terreno completamente libre a la cuarta entrega que llegará algún día de estos.
Así que vamos a ver qué contenido y qué ventajas ofrece esta versión con respecto a la original y qué podemos esperar de 'Age of Empires III: Definitive Edition'.
Cambiando de era
Como ya ocurrió en su momento con 'Age of Empires II', la tercera entrega da un salto no solo generacional en potencia y gráficos sino también en la historia de la humanidad en la que se ambienta.
Atrás dejamos las primeras edades y los castillos y nos centramos ahora en algo más avanzado y con otro tipo de mecánicas: las metrópolis y sus colonias.
El juego cuenta, como no podía ser de otra forma, con todo el contenido que fue llegando con las diferentes expansiones. Así, además de la campaña de la América colonial y las civilizaciones iniciales nos vamos a encontrar con la zona del sudeste asiático y con civilizaciones como Japón, China o India, en la que podremos disfrutar de nuevas campañas centradas en la historia de esos países del continente.
A todo esto hay que añadirle el contenido extra, en el que profundizaremos un poco más adelante. Este consta de nuevos modos de juego y dos civilizaciones completamente nuevas que hemos podido probar y disfrutar.
Todo esto hace que el título de estrategia se convierta en la versión más completa y más destacada de la saga. Y es un imprescindible si queremos ver hacia dónde evoluciona esta de cara a la cuarta entrega.
Un juego más diverso
'Age of Empires III' nunca fue un juego tan valorado como 'Age of Empires II'. Quizás los cambios planteados o la salida de la edad de los Castillos castigó en exceso a la saga. Pero lo cierto y verdad es que nos encontramos con un título mucho más maduro que su precedesor y, sobre todo, mucho más diverso.
En la segunda entrega de la franquicia es cierto que teníamos diversas civilizaciones y muchas características únicas. Sin embargo esas palidecen ante la cantidad de elementos nuevos que nos ofrece 'Age of Empires III: Definitive Edition'.
Solamente con las diferencias de diseño que hay entre civilizaciones ya nos podemos dar cuenta de hasta dónde llegan estos cambios. Si anteriormente teníamos un estilo similar para cada uno de los "grupos de civilizaciones", ahora vamos a ver que cada una de las protagonistas del título de Microsoft es completamente diferente a las demás.
Sí que es cierto que encontraremos edificios que cumplen la misma función, como no podía ser de otra manera. Pero ya no serán, en absoluto, iguales. Ni si quiera entre dos copias en la misma civilización. Cada uno tendrá, además, cambios significativos en su comportamiento y los beneficios cambian mucho de un país a otro.
Hablamos de unidades que se pueden crear, bonus o tecnologías exclusivas de cada una de ellas. El árbol ahora es muchísimo más grande y diverso. Y desde luego si pretendes conocerte a fondo cómo funcionan todas, tienes un trabajo que es, posiblemente, cuatro o cinco veces más complicado que con su predecesor.
Evidentemente, todo esto repercute en los ejércitos que podemos formar en cada situación. Es posible que muchos hayamos jugado a 'Age of Empires' en sus inicios haciendo siempre las mismas unidades de combatientes, pero en esta ocasión no va a ser así.
Ya las campañas y los tutoriales harán mucho hincapié en que un caballero japonés no es igual a uno español. No solo en estética, sino en funcionamiento. Y esto hará que tengamos que cambiar la estrategia drásticamente según a quien tengamos delante y tengamos que derrotar.
Más simple por aquí, más complejo por allá
'Age of Empires III' introdujo el concepto de la metrópoli. Este elemento es bastante obvio dado que nos encontramos ante un juego centrado en la historia de la colonización (y no solo la americana). Por ello hay un elemento muy importante que ocurre mientras realizamos la partida y es que nuestra ciudad puede mandarnos recursos en función de lo que desarrollemos e investiguemos en la colonia.
Este elemento se puede mejorar a base de "cartas" que podremos personalizar en el menú para cada civilización. De esta forma, podremos optar por mejorar los envíos de determinados materiales, unidades o beneficios.
Podremos encontrarnos con cargamentos de madera o mineral, pero también con unidades, tanto militares como civiles. Y es que hay algunas que nos ayudarán a construir edificios en lugares que, en pricipio, no podríamos ubicar.
Este elemento suple en cierta manera a la simplificación de algunos materiales de construcción (ahora no hay piedra y oro, sino metal) o a la gestión de fondo de algunos elementos que es automática.
Los edificios, sobre todo los civiles, irán generando cada cierto tiempo algún tipo de material. Suelen ser o comida o metal, y esto se irá sumando periódicamente a nuestras reservas. También hay beneficios por el comercio, que se hace de forma automática pero que tendremos que planificar bien para sacarle el máximo partido.
En este sentido hay edificios nuevos (con respecto al II) que son muy importantes: los comerciales. Ya no solamente servirán para intercambiar comida por "otra cosa". También mejoran los beneficios del comercio y los impuestos.
Gráficamente espectacular
La memoria es una mala aliada, sobre todo si tiramos de lo que nuestro cerebro cree recordar. Y es que cuando cogemos el juego y vemos lo bonito que es, internamente seguramente pensaremos que ya lo era en su día. Que solo le han puesto "alguna que otra capa" para mejorarlo.
Pero nada más lejos de la realidad. Y la "maldita hemeroteca" que es internet nos demuestra que eso es así.
El detalle que encontraremos en los escenarios, los edificios y la evolución de estos es realmente impresionante. Se nota mucho que le han puesto mucho más cariño en este sentido ya que hay cosas que antes no teníamos ni por asomo.
Las construcciones en 'Age of Empires III: Definitive Edition' no constan de "fases" según la vida que tengan. Se van destruyendo conforme las atacamos. Caen cascotes, se incendian diferentes partes y el tejado se viene abajo.
No es que sea un fan de la destrucción de por sí, pero hay que admitir que ver cómo se queman las murallas de nuestro enemigo es algo digno de hacer mientras tomamos un café con pastas y nos reímos malévolamente. Y si tienes un gato al que acariciar, aún mejor.
No corren tanta suerte los modelados de las unidades que, sí que es cierto, son muy superiores a las originales. Sobre todo en cuanto a unidades "no vivas" se refiere, como barcos o herramientas de asedio. Pero aún así, quedan lejos del detalle que hemos visto en el entorno, los edificios y su progresión.
Especial mención se deben de llevar las maravillas que construimos para pasar de edad, que son diferentes según la civilización y que le dan un toque ostentoso y divertido a nuestras partidas.
Mejoras con respecto al original
Todo (o casi todo) lo que hemos contado hasta aquí son cosas que ya estaban en 'Age of Empires III' y sus expansiones. La versión definitiva se ha encargado de mejorar todos los elementos y de incorporar algunas de las cosas que venían ya de las otras "Definitive Edition".
Entre estas se encuentra la interfaz. Una interfaz mejorada, adaptada y que ha ido evolucionando desde 'Age of Empires: Definitive Edition' hasta el actual. Eso sí, nos dan la opción de usar la tradicional si somos muy nostálgicos. Pero yo os recomiendo la nueva. Es más limpia, directa y accesible.
También se añaden dos modos de juego nuevos. Uno es el de las "batallas históricas". Estas nos permitirán combatir en determinadas situaciones con objetivos muy claros. Defender territorios, destruir algo en concreto... Y de paso nos enseñan algo de historia porque recrean un momento real. Algo que, evidentemente, no pasa en el juego.
También tenemos los retos de 'El Arte de la Guerra'. Este modo nos pondrá a prueba con cosas mucho más concretas que las anteriores aunque su verdadera función es la de enseñarnos tácticas o cosas que podríamos pasar desapercibidas si no echamos cuenta en el juego de por sí.
Diferencias entre unidades, mejoras o formaciones son cosas que aprenderemos en este modo. Y si os apetece ver hasta qué punto 'Age of Empires' cuida los detalles, este es vuestro modo.
Por último tenemos dos civilizaciones completamente nuevas, los suecos y los incas. Se trata de dos civilizaciones que vienen a ponerle el broche de oro al desarrollo de este juego. Se han diseñado exclusivamente para esta edición y se nota que le han puesto bastante mimo. Están más detallados y esos pequeños elementos que en otras unidades no están, aquí sí que los tienen.
Conclusiones del análisis de 'Age of Empires III: Definitive Edition'
Como podéis ver, el juego cumple con todo lo que un fan de 'Age of Empires' puede pedir. Mejoras gráficas, nuvas unidades que explorar y mucho más contenido para poner a prueba nuestras dotes de líder y comandante.
Evidentemente, de cara a la campaña y el modo para un jugador estamos ante un juego brillante (aunque con una IA que a veces es para pegarles un poco con la mano abierta). Pero donde destaca el juego es en el multijugador.
Aquí, por supuesto, está más presente que nunca y nos permite disfrutar de partidas rápidas donde podemos configurarlo casi todo. Así que el juego está listo para ponernos a prueba en cualquier momento y contra cualquier enemigo.
Es, por desgracia, un título infravalorado en la saga. No es el que más gustó y quizás es porque es más adulto y se centra más en las diferencias, los detalles y la estrategia. Pero esta segunda oportunidad que le llega es lo que más podríamos desear para él. Espero que muchos lo re-descubran ahora que tienen la oportunidad.
Ahora solo queda elegir qué "Definitive Edition" nos va a dar horas de vicio hasta que llegue 'Age of Empires IV'.
Lo mejor:
- gráficamente muy mejorado
- la nueva interfaz
- los añadidos son muy interesantes
Lo peor:
- no es el más "querido" por los cambios en el sistema
- los modelados de las unidades no están tan cuidados