El 13 de Abril 2022 | 14:30
El año pasado los genios de VanillaWare volvían de un doloroso letargo con el estreno de '13 Sentinels: Aegis Rim' dispuestos a demostrar que siguen en plena forma y que no gozan de una reputación sobresaliente por cosas del azar, sino que le tienen cogida la mano al desarrollo de videojuegos que acaban siendo experiencias únicas y memorables para quienes se atreven a sumergirse en sus impresionantes propuestas originales.
Este año el estudio vuelve a trabajar con Atlus y Sega para lanzar en Nintendo Switch (con estreno previsto para el 12 de abril) este aventura visual con elementos de estrategia en tiempo real y una historia fragmentada que los jugadores deberán reconstruir y ordenar para conseguir así desvelar los secretos de un pastiche de elementos clásicos y clichés de la ciencia ficción que acaban dando como resultado una de las historias más adictivas de los últimos años.
Aprovechando esta nueva versión he querido comprobar por qué se hablaba tanto de la enésima novela visual con insoportables protagonistas adolescentes. Por eso volvemos a hablaros del juego después de que mi compañero Dani analizara la versión de PS4 el año pasado en este fantástico texto que también os recomiendo leer.
Después de las casi 30 horas que se tarda en darle una vuelta normal a la historia y los combates de '13 Sentinels: Aegis Rim' es totalmente comprensible el revuelo que el título causó hace unos meses tras su llegada a Occidente, porque lo que aquí nos encontramos tiene elementos que habremos visto en millones de obras previas dentro y fuera de los videojuegos, pero se han usado de tal manera que consiguen crear algo nuevo y que merece la pena experimentar incluso si vamos sobrados de obras de ciencia ficción.
Estudiantes de instituto, japón, robots gigantes que son básicamente arsenales con patas, guerra, viajes en el tiempo, traiciones, romances, secretos. Estos ingredientes los hemos probado combinados de mil maneras, pero el sabor que consigue VanillaWare con ellos se siente nuevo al paladar y entra como algo realmente fresco y original.
Lo que hacen estos japoneses para que las historias de los 13 protagonistas que nos permiten controlar nos resulten interesantes es desmontarla en docenas de pedazos y dejarnos explorar y pegar los trozos mediante un sistema bastante interesante. En la pantalla de selección de personajes podemos elegir en qué orden vamos atando cabos y con qué personaje queremos jugar a continuación. Hay limitaciones, claro. No podremos continuar la historia de ciertos personajes hasta completar eventos de la de otros para evitar incongruencias o adelantarnos demasiado a los acontecimientos.
El modo aventura del juego andaría a medio camino entre la novela visual y la aventura gráfica. Pues aunque el 90% de las interacciones importantes son las conversaciones entre personajes, hay cierto carácter de exploración y puzle si queremos avanzar. Esto se consigue mediante un sistema de palabras clave que nuestros protagonistas irán memorizando a lo largo de las conversaciones y que podremos usar con distintos personajes y elementos del escenario, haciendo así progresar sus historias y explorando las distintas ramificaciones de los puntos donde comenzamos cada episodio de la trama.
El juego no hay ningún movimiento extraño para que avanzar sea difícil, encontrar las palabras clave que usar en cada momento y saber dónde hay que ir es sumamente sencillo y es complicado perderse, a pesar de lo enrevesado de las historias fragmentadas el progreso está bastante guiado para que nos centremos en atar cabos en nuestra cabeza con cada nuevo dato que vamos descubriendo sobre el mundo del juego y sus protagonistas.
Robots v. Monstruos
Si necesitáis algún tipo de desafío para disfrutar de los juegos en '13 Sentinels: Aegis Rim' tendréis que recurrir al peculiar modo batalla que el juego utiliza para representar las salvajes batallas que los centinelas de los protagonistas y los kaijus que asolan Japón libran sin descanso.
En este modo de juego nos encontramos con pequeños campos de batalla donde cientos de enemigos van apareciendo por oleadas para atacar puntos que deberemos defender haciendo uso de los centinelas. Estos 13 centinelas se pueden mejorar y personalizar antes de cada batalla, pudiendo elaborar hasta un equipo de 6 que controlaremos durante las partidas, quedando todos los demás inmóviles en el punto a defender utilizando sus habilidades de defensa pasivas.
Al principio puede decepcionar un poco que visualmente solo tengamos flechas y figuras geométricas en el campo de batalla, en lugar de los impresionantes centinelas y los kaijus derrumbando edificios en tiempo real. Por suerte con el paso de las primeras batallas aprendemos a apreciar la espectacularidad de estos combates y entendemos que igual habría sido un sufrimiento entender lo que pasa cuando los niveles de acción se vuelven extremos y frenéticos. Los combates pueden ser tan fáciles como queramos si nuestro único interés es continuar con la historia (pues hay que superar estas fases de batalla para avanzar en la historia), pero también muy difíciles para que mejorar a los centinelas y elegir las mejores combinaciones de los mismos tenga sentido.
El resurgir de VanillaWare
Se entiende perfectamente el revuelo que causó el juego en su llegada tras haber comprobado cómo el equipo de VanillaWare ha sabido ofrecer una historia realmente memorable y capaz de atraparnos un poquito más a cada hora de juego que disfrutamos. Por supuesto sigue siendo el mismo estudio de siempre en lo bueno, así como en lo malo. La sexualización de los personajes femeninos roza extremos realmente incomprensibles en más de una ocasión, algo que tendremos que intentar tolerar como buenamente podamos si queremos disfrutar de lo que hay detrás de estas arcaicas costumbres de los artistas japoneses.
Puede que el estudio tenga menos margen para lucirse con su espectacular dirección artística en este juego que en otros de fantasía donde los escenarios podían gozar de un preciosismo que se beneficiaba sobremanera del estilo único del estudio. Aún así los escenarios de las diferentes épocas de Japón que aparecen en este juego son realmente evocadores aunque puedan parecernos más costumbristas que los entornos de juegos como 'Dragon's Crown' u 'Odin Sphere'.
Si hay algo que destaca en '13 Sentinels: Aegis Rim' es la sensación de robustez. Los combates son fantásticos ejemplos de lo espectacular que puede ser un juego de estrategia en tiempo real, la aventura goza de una críptica historia que realmente queremos desentrañar, los escenarios son magistrales en lo visual, la localización del juego es sencillamente perfecta y el rendimiento en la versión de Nintendo Switch no tiene nada que envidiarle a otras plataformas. A excepción de alguna ralentización minúscula cuando lanzamos unos cuantos cientos de misiles en alguna batalla, no hay nada que reprocharle a este port para la consola de Nintendo.
'13 Sentinels: Aegis Rim' ha resultado una sorpresa realmente agradable. Siendo el suyo un género que no despierta en mí ningún tipo de interés ha conseguido que permanezca casi 30 horas enganchado a su propuesta sin soltar la consola durante largas horas para seguir indagando en su historia, atando cabos, rellenando huecos y disfrutando de alguna batalla que otra de vez en cuando para oxigenar el cerebro con explosiones y toneladas de munición del futuro.
Estamos ante uno de los juegos imprescindibles del mes de abril para Nintendo Switch si no se le ha dado una oportunidad al juego en su lanzamiento en PS4 y PS Vita.
Lo mejor:
- Apartado visual único, como siempre en VanillaWare.
- Una historia que apetece descubrir.
- Localización perfecta.
- Gran port.
- Dificultad muy personalizable para las batallas.
Lo peor:
- Se echa en falta algo más de interacción o resolución de puzles para avanzar en la historia.
- Estaría bien que la historia se interesara por los conflictos éticos de los temas de ciencia ficción que trata.