El 2 de Abril 2017 | 21:45
'La Ciudad Anillada', el segundo DLC de 'Dark Souls III' ya está entre nosotros, y desafortunadamente ha llegado el día, el día de decir adiós a una de las sagas que ha conseguido marcar a millones de jugadores en los últimos años. Y aunque espero y quiero creer que se trata de un hasta luego, no de un adiós definitivo, he de reconocer que siento cierta tristeza en el momento de escribir estas líneas por dar carpetazo a una franquicia que me ha hecho pasar algunas de las mejores horas de mi vida como jugador.
Lo cierto es que cuando empecé a disfrutar de la saga 'Dark Souls', principalmente por culpa de mi hermano y un grupo cercano de amigos, jamás pensé en la posibilidad que llegara este día. De hecho, actualmente, mi hermano todavía me recuerda con vehemencia cuando me ve jugar, las puyitas que yo le soltaba cuando era el quién estaba a los mandos años atrás y nos sirve para reírnos un buen rato. Y ahora sí, después de esta pequeña introducción con un pequeño toque de nostalgia, toca empezar a desgranar poco a poco todo lo que nos ofrece 'La Ciudad Anillada' que, sinceramente, no es poca cosa.
¿El último paso adelante?
Una de las primeras cosas de las cuales nos daremos cuenta rápidamente, es que 'La Ciudad Anillada' es un DLC que supera con creces todo lo que vimos en 'Cenizas de Ariandel', el cual, sin ser malo en absoluto, se quedaba bastante corto en cuanto contenido, y en mi opinión, esa es la mayor crítica que puede reprochársele a dicho contenido adicional. En esta ocasión, el segundo DLC nos permite disfrutar durante más horas de la fantástica experiencia creada por From Software e Hidetaka Miyazaki en 'Dark Souls III'.
Desde nuestros primeros pasos volveremos a sentir ese respeto, e incluso cierto temor, que notas cuando te adentras por primera vez en una zona totalmente desconocida, con enemigos que nunca antes habías vistos y distintas vías de avance que no sabes si te llevarán hasta un lugar seguro o a un callejón sin salida donde pueda estar acechando la muerte. En esta ocasión nos toparemos con muchísimos de ellos, siendo los ángeles unos de los más molestos. Se trata de unos enemigos que aparecerán en el cielo, con la forma de estos seres, y que nos traerán por la calle de la amargura con constantes ataques a distancia. No nos darán ni un mero suspiro hasta que acabemos con ellos, la clave está en que, para ello, debemos hacer una cosa muy particular y que no vamos a desvelar para no destirpárselo a nadie. Pero estos no serán los únicos enemigos nuevos con los que nos crucemos...
Por ejemplo, nos encontraremos con los poderosos caballeros anillados, los cuales tienen patrones bastantes habituales (siendo fácil asestarle críticos por la espalda), pero llevan un equipo muy interesante para aprovechar a nuestro favor. Luego también nos encontramos con unos gigantes que, si bien son fáciles de matar cuerpo a cuerpo, invocarán espíritus que nos harán estar en desventaja si no acabamos con ellos rápidamente. Pero estos, sin embargo, tan solo es una pequeña muestra de los nuevos adversarios que están por llegar.
Los jefes finales, además de poner a prueba nuestra paciencia, son posiblemente el aspecto más destacable de 'La Ciudad Anillada', y es que no solo estaremos delante de 4 combate espectaculares para el jugador, sino que son todo un homenaje a distintos enemigos y distintos momentos de la saga. Por ejemplo, tenemos combates 2 contra uno, otro en donde el jugador protagonizará un papel más relevante que de costumbre, un enfrentamiento final con ese toque extra de velocidad a la que nos hemos acostumbrado últimamente, y un combate contra un enemigo opcional que nos recordará a otros vividos en la primera o segunda entrega. Lo único que se puede achacar en el diseño de los jefes, es algún problemilla de cámara, aunque nada especialmente grave.
Lo cierto es que me encantaría entrar a hablar en detalle de los distintos combates y enemigos (sobre todo del último boss y el opcional), pero a pesar que ya se han visto vídeos oficiales con todos los jefes, no me gustaría desgarrarle a nadie la sorpresa. Sin embargo, si puedo deciros que cada combate es mejor y más espectacular con el anterior, y que gracias a este segundo DLC tenemos dos de los enfrentamientos más espectaculares de todo 'Dark Souls III'.
Un mundo que te atrapará
En cuanto al diseño de 'La Ciudad Anillada', estamos delante de otra pequeña obra de arte de From Software. Mezclando distintas ambientaciones como zonas nevadas, otras pantanosas o edificaciones antiguas, conseguirán sorprendernos prácticamente a cada paso que demos por los caminos que esconde. Eso sí, desafortunadamente, en la mayoría de zonas que visitemos queda bastante claro el camino que debemos seguir o escoger para continuar adelante, algo que, sinceramente, le quita algo de magia y gracia al asunto.
Sin embargo, eso no quita para que aquellos jugadores que disfrutamos explorando cada rincón del mapeado nos encontremos con numerosas sorpresas, unas más agradables que otras. Por un lado, nos encontramos con nuevas armas y piezas de equipo para utilizar en todo momento, por ejemplo, un imponente escudo pesado o una daga que se convierte en espada. Pero eso no es todo, también nos encontraremos con multitud de objetos, como pueden ser piezas de titanita para mejorar las armas, o incluso nuevos NPC con sus diálogos y quests.
Por último, también merece una mención la espectacular banda sonora que baña los momentos clave de 'La Ciudad Anillada'. Un claro ejemplo de esto, vuelven a ser los distintos enfrentamientos contra los bosses, todos ellos acompañados por unas melodías espectaculares que te ayudan a estar concentrados y en tensión, además de servir para ponerle la guinda perfecta a este pastel. A pesar de todo esto, hay otro detalle que emborrona levemente el resultado final, el framerate. En líneas generales, el juego base se mantiene a 30 fps constantes como rocas en Xbox One, sin embargo, en este DLC nos encontramos con caídas muy notorias y molestas en determinados momentos, aunque por suerte
Conclusiones
En definitiva, la propuesta que pone encima de la mesa 'La Ciudad Anillada' es más 'Dark Souls III', e incluso mejor que el juego base. Y es que aquellos que seguís de cerca la actualidad del videojuego con Zonared, sabréis que 'Dark Souls III' es uno de los pocos juegos que cuentan con un 10 en su análisis, y lo cierto es que pocos peros se le pueden sacar al título de From Software. Este DLC es un pequeño chute de adrenalina para todos los jugadores que disfrutan a los mandos, y para una franquicia que busca dejar una última huella en los recuerdos de sus fans. Obviamente, aquellos que pudieran esperar o desear un final bien cerrado claro y guiado no encontraran lo que buscan, y es que no es el estilo de la franquicia ni del estudio, y por supuesto esto no iba a cambiar encima en las últimas horas de juego. Lo cierto, es que si bien quedan temas bien atados todavía quedan muchas piezas del puzle por encajar, y eso son cosas que se irán descubriendo poco a poco.
Dentro de todo el contenido disponible para 'Dark Souls III', 'La Ciudad Anillada' esta un paso por delante de 'Cenizas de Ariandel', más contenido, más enemigos... En definitiva, más acción. Es aquí donde destaca sobremanera este DLC, con un diseño de enemigos que brilla a medida que descubrimos y nos enfrentamos a los 4 jefes que se esconden dentro de él. Cada uno de ellos cuenta con unas peculiaridades únicas que nos harán vivir enfrentamientos realmente increíbles y fantásticos, así como posiblemente dos de los más espectaculares de todo el juego, e incluso uno de los más duros que recuerdo en toda la franquicia. Todo ello sin olvidarnos de las nuevas armas y el nuevo pacto que nos permitirán seguir disfrutando de una manera distinta.
VERSIÓN ANALIZADA XBOX ONE
Lo mejor:
-Más 'Dark Souls', la mejor forma de poner punto y final. -El diseño y el combate de los 4 jefes. -Más opciones que nunca (nuevas armas, un nuevo pacto, etcétera). -Supera con creces todo lo visto en 'Cenizas de Ariandel'.
Lo peor:
-Como cierre final, las expectativas quizás eran demasiado altas. -La despedida de una saga (al menos por el momento). -Algún que otro problema de framerate aislado.