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Análisis 'D4: Dark Dreams Don't Die', para Xbox One

ANÁLISIS

Por Xose Llosa

El 22 de Septiembre 2014 | 17:45

Por fin tenemos en descarga lo nuevo de Swery 65, creador de 'Deadly Premonition'. Una nueva historia de intrigas y asesinatos cargada de personalidad.

Un gigantesco hombre negro que nos lanza enigmáticos mensajes a ritmo pausado; un carismático, y por momentos impertinente, investigador que mantiene un monólogo interior constante; una retahíla de personajes cada uno más pasado de vueltas que el anterior, y una historia de asesinatos y misterio con tintes paranormales. Al leer este párrafo bien se nos puede venir a la cabeza las premisas de 'D4: Dark Dreams Don't Die', pero igual de efectivo es aplicarlo a la serie 'Twin Peaks'.

D4: Dark Dreams Don't Die

La devoción de Swery 65 (Hidetaka Suehiro), director de 'D4', por la ficción de Lynch no decae. Desde el primero momento 'D4' es totalmente recordable para el enamorado de la serie del detective Cooper, en la misma medida que fue recomendable en el pasado 'Deadly Premonition'. El tono excesivo que en cada conversación imprimió Lynch en la ficción de la ABC, lo hereda directamente la nueva aventura gráfica de Access Games.

Devoción por 'Twin Peaks'

'D4: Dark Dreams Don't Die' es un juego muy esperado, por el mero hecho de presentarse como la nueva obra del creador de 'Deadly Premonition', juego de culto de referencia en la generación de PlayStation 3 y Xbox 360. 'D4' es una producción de Microsoft Studios que llega en exclusiva para Xbox One. Se trata de una aventura gráfica por capítulos que podemos encontrar en la tienda digital de la consola. Por ahora tenemos los tres primeros episodios disponibles, pero se prometen más en camino.

Olvidaos de un juego acción, del intento de sandbox que por momentos fue 'Deadly Premonition': 'D4: Dark Dreams Don't Die' es una aventura gráfica, con muchos lazos comunes a las aventuras conversacionales japonesas. Nos metemos en el pellejo del detective privado con una bala alojada en el cerebro David Young. Recibió el impacto en el asesinato sin esclarecer de su esposa, y desde ese mismo instante vive obsesionado con encontrar al asesino de su mujer, del cual solo conoce que guarda relación con la letra D. Las últimas palabras de su mujer fueron: "Busca a D".

D4: Dark Dreams Don't Die

Un crimen sin resolver

La herida y el suceso traumático le han hecho perder buena parte de sus recuerdos, pero a la vez tiene la capacidad sobrenatural de desplazarse a lugares y situaciones por medio del contacto con objetos clave. En el juego iremos resolviendo crímenes, que de alguna manera guardan relación con el misterioso "D".

D4: Dark Dreams Don't Die

Toda esta historia se envuelve en una banda sonora sorprendente y un aspecto gráfico cel-shading que recuerda inevitablemente a las aventuras de Telltale Games. Este no será el único elemento que nos haga echar la vista a los juegos de este estudio cuando estemos hablando de 'D4', ya que buena parte de las mecánicas que nos propone Swery nos serán familiares si hemos jugado a 'The Walking Dead' o 'The Wolf Among Us'. El juego nos arroja a un escenario, siempre de unas dimensiones manejables, en el que hemos interactuar con todos los elementos y personajes presentes. Si bien en 'The Walking Dead', por ejemplo, las conversaciones están completamente volcadas a lo emocional y a las decisiones duras, en 'D4' el objetivo es descubrir más: más sobre la identidad de los sospechosos, y más sobre la errática personalidad de cada uno de ellos. Siguiendo los pasos de las aventuras modernas, este es un juego de personajes y no de puzles.

Es Kinect

Al hablar de mecánicas no podemos olvidarnos de Kinect, y es que 'D4' fue mostrado como EL JUEGO de Kinect. Cuando lo descubrimos en su día, y hasta el momento, la aventura siempre ha sido vinculada al ojo mágico de Xbox. Incluso el control por defecto está configurado para utilizar Kinect si lo tenemos conectado a la consola. Realmente todo el juego está dispuesto para jugar con movimientos gestuales interactuando con los iconos y elementos que hay en la pantalla. Kinect no funciona para un juego de acción, no me imagino jugado a 'Halo' como los niños juegan a los indios y vaqueros, pero para unas mecánicas como estas el control gestual es más natural incluso que el de mando. Hasta el momento, además, nunca había utilizado Kinect para jugar "en serio", y responde sorprendentemente bien a los movimientos de mis manos.

D4: Dark Dreams Don't Die

'D4', por otra parte, se puede jugar con mando sin ningún problema. El manejo con el controllador se basa en un puntero que movemos con nuestro stick, y secuencias QTE para las escenas de acción. En buena medida puede recordarnos a 'Heavy Rain'. En cualquier caso, la experiencia con mando cumple perfectamente, aunque pierde este punto de automatismo o naturalidad que nos da la cámara. No creo que 'D4' justifique hacernos con Kinect, ya que disfrutaremos también de él con mando, pero si ya tienes Kinect a la escucha bajo tu televisor, no es mala idea darle uso en esta ocasión.

Conclusión

'D4: Dark Dreams Don't Die' es un juego volcado a la narrativa, un juego japonés, y seguramente por eso un juego de ritmo pausado. Hablaremos mucho, nos toparemos con cientos de conversaciones insulsas en su contenido pero divertidas en la forma, y no esperemos abundantes escenas de acción. Sin embargo, casi ofrece un experimento de voyerismo que nos permite charlar de modo impertinente con un montón de personajes de personalidad desconcertante. Swery es mucho mejor contador de historias que creador de juegos, eso ya lo sabíamos, y justo porque 'D4: Dark Dreams Don't Die' tiene mucho más historia interactiva que videojuego (en el sentido convencional), funciona bien. Mucho mejor que 'Deadly Premonition'. "Who is D?"

8,0

Lo mejor:

- La retahíla de personajes excéntricos.

- La adaptación de Kinect, y a la vez la solvencia de control con el mando.

- Una historia muy 'Twin Peaks': con intrigas, elementos sobrenaturales, y un ambiente enrarecido que mezcla lo cómico y lo trágico de manera constante.

- La banda sonora es digna de llevarla en nuestro reproductor.

Lo peor:

- El ritmo tiende a ser lento.

- Hay muy pocas escenas de acción y quizá demasiadas conversaciones banales.

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