Análisis de 'Cris Tales' para PS5, cronomagia para salvar el mundo

El género del JRPG es posiblemente uno de los más queridos entre los jugadores, con una larga tradición y con sus mayores referentes colocados en el salón de la fama mental de muchos. Curioso cómo hemos asociado a un país la manera de entender un género que incluso le ha dado su nombre. Ahora separamos entre rol japonés y rol occidental, ¿pero qué pasa cuando alguien fuera de Japón hace un JRPG? Pues no pasa absolutamente nada. Es más, el resultado puede ser igual de bueno y, además, estar enriquecido gracias a las diferentes raíces culturales que lo alimentan. Éste es el caso de 'Cris Tales', el juego creado por el estudio colombiano Dreams Uncorporated. Su aspecto gráfico convenció a más de uno antes de su lanzamiento y seguramente sea uno de los motivos para probarlo gracias al Xbox Game Pass. 'Cris Tales' está ya disponible para PC, PS4, PS5, Nintendo Switch, Xbox One y Xbox Series S | X.

'Cris Tales' nos presenta la clásica historia de una chica normal y corriente que de repente descubre que tiene poderes y se convierte en la única capaz de salvar al mundo del Mal. En este caso, Crisbell es esta inocente heroína y Matías, una rana que habla, es quien la guiará a través de esta aventura para acabar con la malvada Emperatriz, que gobierna toda la nación con puño de hierro a través de sus lugartenientes. Nuestros primeros acompañantes serán el guerrero Cristopher y el mago Wilhelm, quien le enseñará a Crisbell todo lo que necesita saber. Porque sí, Crisbell no lo sabía, pero ella es una cronomaga, es decir, es capaz de ver el pasado, el presente y el futuro a la misma vez. Esto tendrá consecuencias directas en la jugabilidad y es una de las mecánicas que hacen de éste un título muy interesante.

A lo largo de la aventura visitaremos varias ciudades y tendremos que resolver los problemas de sus habitantes, claramente influenciados por la situación real del país de origen del estudio (y posiblemente de muchos otros). Quizás el juego peca de ser demasiado directo en estas situaciones, con unos diálogos demasiado expositivos. Aun así, se agradece que tengan la voluntad de tratar ciertos temas, y siempre es buena noticia ver las perspectivas de países que tienen poca voz en el mundo de los videojuegos.

Dentro de las ciudades, gracias a las habilidades de Crisbell, vemos constantemente cómo era el lugar y las personas en el pasado y cómo serán en el futuro. A la derecha, la parte baja de una ciudad anegada mientras la parte alta queda completamente indemne. Hay que hacer algo para cambiar la situación. Las personas también pueden cambiar a peor en el futuro o una familia perder a alguno de sus miembros y sólo nosotros podemos hacer algo para solucionarlo. En algunos casos, estos cambios son obligatorios para continuar con la historia y en otros, son misiones secundarias. Aunque sean secundarias, no está de más estar pendientes de ellas por temas de dificultad, que hablaremos más adelante.

El juego cuenta con algunas decisiones a la hora de salvar a tal o cual persona o ayudar a tal o cual negocio, pero las implicaciones suelen ser nulas (salvo los trofeos asociados a ellas, que nos obligarán a hacer dos partidas o usar un guardado previo). Tampoco hay una implicación sentimental previa que haga que sean difíciles de tomar. La rana Matías es la única que es capaz de desplazarse entre estas dimensiones, muy útil para cuando haya que conseguir un objeto que desapareció hace años o recoger un fruto de una semilla recién plantada.

Nuestros poderes como cronomaga no sólo tienen repercusión en el mundo en el que vivimos, sino también en los combates que libramos. Si los enemigos se encuentran a la derecha de la pantalla, podemos mandarlos al futuro, y si se encuentran a la izquierda, al pasado. Cada enemigo cuenta con tres variantes según su edad, cada una con sus características propias. Algunas criaturas al envejecer se vuelven mucho más fuertes y expertas, mientras que otras no resisten el paso de la edad y son más débiles. Por eso es muy importante analizar todas las variantes para saber exactamente qué nos conviene hacer. Esta no es la única consecuencia de retrasar o avanzar el tiempo. Por ejemplo, si empapamos a un rival con escudo y lo mandamos al futuro, éste se habrá oxidado y su defensa bajará. Si plantamos una semilla venenosa (habilidad de Wilhelm) y la llevamos al futuro, envenenará a todos los enemigos de ese lado. Eso sí, este proceso es demasiado largo (de dos a tres turnos) y normalmente no compensa hacerlo para peleas sencillas.

En cuanto a todo lo que rodea al sistema de combate, no está tan pulido como nos gustaría. Los clásicos combates aleatorios del género se nos antojan algo largos, pero no especialmente difíciles. La cantidad de puntos de magia es abundante y se puede abusar en exceso de ella. En cuanto a los jefes, 'Cris Tales' nos da una de cal y una de arena. En líneas generales, son interesantes de combatir y suelen ser un ejercicio de resistencia satisfactorio, pero el título tiene unos picos de dificultad excesivamente grandes. Bajo mi experiencia personal, uno de los primeros jefes me llevó literalmente una hora acabar con él. La curva de dificultad va relajándose conforme vamos adquiriendo habilidades y conocemos la salud y las debilidades de cada enemigo, pero sigue habiendo algunos picos sin sentido.

En cuanto al apartado gráfico, 'Cris Tales' ofrece lo que promete. Su estilo artístico destaca por encima del resto. Es muy interesante ver cómo era el lugar en el que estamos en el pasado y cómo evolucionará a mejor o peor. Además, muchos de los enclaves están inspirados en sitios reales de Colombia. El único pequeño desliz que encontramos en este aspecto es que algunas mazmorras pecan de ser demasiado simples, artísticamente hablando. En el apartado técnico, los tiempos de carga, jugando en una PS5, se sienten un poco demasiado largos. La nueva generación nos ha acostumbrado a una duración algo más corta y a veces se hace pesado cuando hay que cambiar varias veces de escenario.

Conclusiones

'Cris Tales' es un acercamiento interesante al JRPG visto desde la perspectiva de un estudio colombiano, con sus luces y sus sombras. Los personajes protagonistas son simpáticos y se les coge cariño pronto, todo ello en un mundo fantástico que hemos visto muchas veces. La mecánica de los viajes en el tiempo está muy bien implementada en varios niveles de la jugabilidad, aunque podría haberse pulido un poco más. Lo mismo pasa en otros aspectos, pero al final, el conjunto general nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Un título con muy buenas intenciones y un estudio que promete darnos más calidad en el futuro.