El 21 de Agosto 2020 | 16:00
Últimamente no puedo dejar de jugar a 'Cadence of Hyrule'. El anuncio de los DLC y los extras que han añadido de forma gratuita me ha invitado a querer superar sus retos más difíciles, dedicándole decenas de horas de entrenamiento con el ritmo. La cosa está en que no puedo jugar simplemente con los altavoces de la televisión o pierdo el ritmo en un momento, y el personaje Aria no sobrevive a eso. Necesito vivir la música.
La respuesta está clara: necesito una tarjeta de sonido que de verdad desbloquee las capacidades de la consola, y que de hecho me sea compatible también con el chat de PS4 para seguir con las partidas multijugador con mis compañeros en las betas de 'Marvel's Avengers'. Y que sea barato también, que no cobro lo suficiente como para adquirir todo lo que necesito para hacer mi vida más cómoda. Tarea imposible. ¿O no?
El audio por delante
Empecemos por lo básico: Creative es una compañía que hasta el momento como usuario no me ha decepcionado. La serie de cascos SXFI ha sido mi bendición de un tiempo a aquí, una garantía de calidad que recomiendo de cabeza a cualquiera que quiera una buena selección de cascos a su disposición. La tarjeta Sound Blaster G3 es perfecta para acompañar a estos, aunque funcionan también de forma magnífica con otros auriculares que he probado en este tiempo de prueba.
Esta tarjeta es, por tanto, un apoyo para tu propia experiencia, una manera de subir de nivel la calidad de sonido de la que ya estás disfrutando. Permite conectarse con Nintendo Switch y PS4 por USB o, si quieres sacar el máximo partido a la segunda, por cable de conexión óptica, una opción a la que hasta la fecha no había sacado provecho. Sigue necesitando conectarse vía USB a algún aparato para alimentar la fuente de energía. A partir de aquí controlamos el sonido tal y como lo necesitamos con la aplicación móvil, conectada vía blue tooh sin problema alguno.
El auténtico precio del buen sonido
Los beneficios del hardware cuentan con la opción de manejar tanto el audio conectado como el micrófono, el cual podemos apagar, ajustar el volumen de cada uno y ampliar la escucha haciendo un mixing que combina ambos elementos hasta convertirlos en una misma experiencia sin comparación. Esta opción, por desgracia, necesita aún más energía que cualquiera de las otras, por lo que si no conectamos el Sound Blaster a un puerto USB potente capaz de otorgar un buen nivel de energía nos quedaremos un poco cojos a mitad de partida esperando a que se reinicie para recuperarse. Es mejor estar preparados para la ocasión y cargarlo a la mejor fuente que tengamos a mano, si es posible a puertos 3.0.
Además de esto existe una ligera conveniencia en lo relativo a los micrófonos compatibles, y es que sólo pueden conectarse al Soun Blaster G3 vía puerto jack; olvidad si tenéis uno que se conecte por vía USB, como tanto sucede a día de hoy. Es un punto algo incómodo para poder disfrutar de la experiencia al máximo y necesita que nos adaptemos algo a ella en vez de otorgarnos todas las facilidades que desearíamos, un precio considerable a tener en cuenta para lograr ese nivel de fidelidad del sonido que tanto deseamos.
Un nivel superior
Pero estas piedras del camino carecen de importancia una vez lo tenemos todo. Las partidas en línea se vuelven a tu favor una vez todas las piezas están colocadas en el tablero; los pasos más y menos fuertes indican toda la información que necesitas para prepararte para una emboscada, los disparos lejanos te permiten saber dónde está habiendo un tiroteo sin necesidad de mirar siquiera el minimapa. Y esto es sólo lo que he probado con juegos como 'Doom Eternal' en el modo de batalla, porque al pasar a la campaña de un jugador la experiencia sigue siendo excelente, especialmente con la banda sonora de Mick Gordon que tantos buenos momentos me da aumentando al máximo mi capacidad de atención y energía. Esto por no contar con otra clase de juegos; los títulos musicales son un verdadero disfrute con este sonido tan definido, y si fallo algún paso en 'Cadence of Hyrule' y pierdo la partida ya es porque me tiembla el pulso. La precisión del sonido es perfecta y todo cuanto necesitaba para hacer más disfrutable el camino y la experiencia.
Admito que en PC no he tenido mucha ocasión para sacar provecho de las capacidades totales del Sound Blaster G3, pero el programa para controlarlo, el Sound Blaster Command, todo parece ir a la perfección. De hecho parece el lugar más lógico donde sacar provecho las capacidades del dispositivo de Creative, aunque las consolas se aprovechen del hecho de que sea una tarjeta externa que puede ser conectada con suma facilidad. De hecho, el mejor sitio para usarla en mi experiencia es la Nintendo Switch; no por medio de sus puertos USB, sino por la conexión USB-C cuando estoy en modo portátil. Es algo molesto tener colgando la tarjeta, pero hace mis viajes mucho más cortos.
Conclusiones
La propuesta de Creative con Sound Blaster G3 es la que necesitamos al precio que se nos ofrece. Es un producto sólido, con muchas capacidades sonoras que ofrecernos y muy fácil de instalar en cualquier momento y lugar. Para su precio no vamos a encontrar nada a un nivel similar de calidad, mucho menos como tarjeta externa. Es una fuerte recomendación para aquellos que busquen el ahorro y, al mismo tiempo, un buen sonido.
Lo mejor:
- Excelente manejo de sonido para partidas a otro nivel.
- Portátil y muy fácil de poner y quitar.
- Precio muy asequible para todo lo que ofrece.
Lo peor:
- No es lo mejor del mercado, aunque ofrece un poco de todo.
- Incompatibilidad con micrófonos vía USB.