El simple hecho de mencionar a 'Crash Bandicoot' interpela directamente en la historia viva del videojuego, y es que nos encontramos ante uno de los personajes más icónico de la industria. El simpático marsupial es uno de los protagonistas que interpretó el paso a las 3D, allá por los lejanos tiempos de la primera PlayStation. Prácticamente para cualquiera que viviera aquellos días, es sinónimo de calidad y diversión, y dejando de lado la nostalgia que pueda evocarnos, la trilogía original gozaba de una espectacular puesta en escena, una complejidad soberbia, y pura diversión.
Cabe decir que los años no pasan en balde, y no obstante los títulos originales siguen conservando un potente atractivo que los hace especiales. Buena prueba de ello son los 10 millones de copias que ha conseguido vender 'Crash Bandicoot N. Sane Trilogy'. Por supuesto, aquel globo sonda lanzado por Activision recoge hoy sus frutos, y nos llega una cuarta entrega (el número 4 en la cola del titulo debería ser más que suficiente para entender la importancia que le ha puesto Activision a este proyecto) con una gran ambición detrás, firmado por el estudio Toys for Bob, un estudio que ya ha hecho sus pinitos en esto de las plataformas, y que consigue, bajo nuestro criterio, relanzar una franquicia que llevaba demasiado tiempo en el congelador. 'Crahs Bandicoot 4: It's About Time' es todo lo que esperábamos de Crash, e incluso nos atreveríamos a decir que un poco más.
Lo que entra por los ojos, es del gusto del consumidor
Como norma general, y en lo personal, me gusta dejar el apartado audiovisual para el final, pero en este caso en concreto es de recibo empezar por aquí, porque claramente para relanzar una franquicia que originalmente fue diseñada en los años 90 del siglo pasado, debes tener unos principios conceptuales muy claros. 'Crahs Bandicoot 4: It's About Time' ha sabido reinterpretar, de una forma sobresaliente, como debería verse el universo de 'Crash Bandicoot' en pleno año 2020. Bajo nuestro juicio, tanto los modelados de los personajes como el escenario cuentan con un acabado gráfico que alcanza el sobresaliente. Estamos convencidos que este título será uno los elegidos, que con el paso de los años, se seguirá viendo bien, sea para la plataforma que sea. Tanto los tonos como el trazado se sienten profundamente inspirados. El juego ha sido analizado en una PS4 estándar, y funciona a unos perfectos 30 frames por segundo, sin caídas de FPS ni extraños que perjudiquen a la jugabilidad. En este sentido y en esta plataforma, es una roca.
En cuanto al apartado sonoro, esta cuarta entrega recoge algunos temas originales y los hace suyos, pero en general tampoco vamos a encontrar nada memorable ni melodías pegadizas. Como suele ocurrir con muchísimos otro juegos, cumple con su función de acompañar. Es en los efectos de sonido donde el título destaca en varios ámbitos, siendo muy llamativo, y además recopilando muchos de los sonidos originales. Además, las voces están dobladas al español, algo que es de agradecer.
El pasado, el presente y el futuro, un juego de antes, para los de hoy
La trama de 'Crahs Bandicoot 4: It's About Time' empieza justo donde lo dejó la tercera entrega. Como si fuera un tributo, asistimos a la fuga de Neo Cortex y de Dr. N. Tropy de la prisión dimensional donde se encuentran confinados. Esto provoca una ruptura en el espacio tiempo, lo que acaba por crear agujeros dimensionales. A continuación, Crash y Coco se verán inmersos en la misión de recuperar las máscaras cuánticas con la intención de restablecer el orden en el universo.
La historia no es más que una excusa para poner en contexto a los personajes y los escenarios. A partir de entonces, deberemos recorrer una treintena de niveles, cada cual más loco y original que el anterior, al tiempo que combatimos a ciertos jefes de sección y sumamos fases extras con otros personajes opcionales, que no son sino esa capa extra de dinamismo añadida a una propuesta que sin sentirse añeja, tiene algunos años a sus espaldas.
Crash sigue siendo Crash, pero en el presente
Toys for Bob se ha visto en la tesitura de traer de vuelta una franquicia que nació en una época donde las 3D apenas daban sus primeros pasos. Ante todo, debemos decir que el control se siente delicioso; los personajes se manejan de una forma sobresaliente, extraordinaria, y eso se deja notar mucho en el gameplay. El título toma la herencia de las entregas anteriores, y esta se nota, sobre todo, en la perspectiva de la cámara. Como antaño, esta se posiciona o bien a las espaldas (o de cara) al personaje, o bien en scroll lateral, pero sin dejar de lado el efecto 3D. 'Crahs Bandicoot 4: It's About Time' recoge esa herencia y la expone en su totalidad en esta entrega, añadiendo algunas mecánicas nuevas para hacerla sentir fresca. Es aquí donde entra en juego las máscaras cuánticas; estas nos permiten realizar algunas acciones dentro del escenario para sortear los obstáculos más inverosímiles. De ese modo, podemos realizar tales cosas como relentizar el tiempo, hacer que lo material salte entre dimensiones, invertir la gravedad, o incluso convertirnos en un torbellino capaz de salvar largas distancias.
El diseño de niveles, como no podía ser de otro modo, está muy enfocado en reforzar estas mecánicas (cuando entran en juego), y por lo tanto, es esa bocanada de aire fresco necesario para actualizarlo a los tiempos modernos. Cada nivel se siente único, y cada sección parece haber sido diseñada con mucho raciocinio, por lo que en ningún caso sentiremos que estamos repitiendo niveles o mecánicas.
Más Crash, más posibilidades
A todo lo anterior hay que sumarle la inclusión de personajes extra, que aportan variedad al gameplay, y que hacen que tengamos que replantearnos la forma de jugar. Al plantel de Crash y Coco se le suman Dingodile, Tawna y Neo Cortex... si, jugamos con Neo Cortex en esta entrega. Cada uno de ellos posee unas mecánicas únicas que nos permiten afrontar las diversas situaciones con las que nos vamos encontrando. A modo de resumen; Dingodile porta un fusil succionador capaz de atrapar las cajas y los barriles explosivos, que utilizaremos para poder abrirnos paso, y al mismo tiempo es capaz de planear por unos segundos utilizando este mismo artilugio; Tawna va equipada con un látigo con el que puede agarrarse a ciertas zonas y literalmente trasportares por el escenario, además de poder castigar a los enemigos con él; Neo Cortex utiliza una pistola con la que puede transformar a los enemigos en plataformas sólidas o bien plataformas elásticas para rebotar, y además cuenta con un dash con el que puede sortear esas plataformas que de otro modo no podría alcanzar. Cada uno de ellos cuenta con niveles únicos, especialmente diseñados para ellos, con los que sacarle partido a las habilidades.
No podemos saltar a la siguiente sección del análisis sin antes detenernos unos segundos para hablar de la dificultad. 'Crash Bandicoot' siempre ha sido una franquicia con un alto componente de dificultad, y en esta ocasión no iba a ser una excepción. El juego cuenta con dos dificultades; la primera es la clásica y conocida, donde contamos con un número limitado de vidas, las cuales vamos gastando al morir. Una vez el contador llega a cero, toca reiniciar el nivel. La segunda dificultad es algo más asequible y se basa en los puntos de control. En esta dificultad podemos morir tantas veces como haga falta, ya que siempre renaceremos en el último punto de control que hayamos sido capaces de alcanzar. Cabe decir que el juego nos recuerda, continuamente, cuantas veces hemos muerto a través de un contador, algo que puede conseguir minar la moral del jugador. Esta dificultad, que en principio puede parecer un paso atrás con respecto a la dificultad de los originales, acaba por comprenderse de forma correcta hacia el final del juego.
No es nuestra intención destripar qué acontece durante los últimos mundos, pero ya os adelantamos de que vais a morir muchas veces antes de poder ver los créditos. Así pues, esta cuarta entrega ofrece una de cal y otra de arena; por un lado, los primeros mundos se sienten más fáciles de lo habitual, pero con el pasar de los niveles, alcanzaremos ciertas fases que se antojan un infierno. Al mismo tiempo esto da la impresión de tener una curva de aprendizaje más tenue y llevadera, por lo que creemos que es un acierto y que será de gran ayuda para esos jugadores que jamás han jugado a un 'Crash Bandicoot'.
Contenido extenso para jugar decenas de horas
Como ya hemos comentado, el juego se compone de una treintena de niveles. Según se vayan desarrollando los mundos, iremos encontrando niveles donde toca enfrentar a algún jefe. Estos jefes son más bien transiciones, y no suponen un desafío demasiado elevado, y aunque son muy entretenidos y poseen mecánicas originales, comparados con la dificultad de algunas zonas son un paseo. A continuación, a los niveles convencionales hay que sumarle lo subniveles de reto: los veteranos de la saga recordarán estos subniveles por ser un reto adicional dentro de los propios niveles. Estos desafíos se encuentran diseminados por el interior de los propios niveles y están representados como una plataforma, en la que han dibujado un interrogante. Estos desafíos son, sin ningún atisbo de duda, los más complicados del juego, además con mucha diferencia. Algunos de ellos nos llevarán bastante tiempo poder desentrañarlos, puesto que en realidad son una mezcla entre un puzle y un desafío extremadamente difícil.
El juego cuenta además con varios modos extra dentro de la propia historia, como el modo inverso, que nos permite volver a jugar los niveles pero en modo espejo, además de contar con otros factores como por ejemplo que la velocidad está alterada, y la tonalidad de los colores está sobre-expuesta, por lo que supone un reto para la mente, en especial si hemos memorizado esos niveles. Por supuesto no puede faltar a la cita el modo contrarreloj, que nos propone superar los niveles en un tiempo delimitado y competir con los tiempos de otros jugadores.
Por los escenarios además podemos ir encontrando una serie de cintas que nos facilitarán el acceso a unas fases especiales llamadas "recuerdos", donde nos tocará enfrentar una serie de desafíos que interpretan ciertos experimentos realizados en el pasado y que ponen en contexto al propio Crash. Y finalmente tenemos la recolección de ítems, como puede ser recolectar todas las cajas de los escenarios, o las gemas, las cuales conseguimos superando una serie de requisitos a lo largo de los niveles.
'Crahs Bandicoot 4: It's About Time' ofrece contenido para aburrir. No podemos dar el salto a la siguiente sección del análisis sin mencionar que además del modo principal, esta cuarta entrega añade un modo de juego local, el cual nos permite jugar con otra persona de un modo tradicional, es decir, pasando el mando después de morir. A continuación este empezará a jugar con su propio contador. Y finalmente, el título añade un modo en línea, donde pueden competir y cooperar hasta 4 amigos en el modo Bandicoot Battle, donde esos jugadores podrán competir por ver quién llega antes a la meta o quien consigue más puntos destrozando cajas.
Conclusiones
'Crahs Bandicoot 4: It's About Time' es todo lo que podría esperarse de un nuevo Crash. El título no solo cuenta con la propuesta original, si no que la mejora y la eleva a los tiempos modernos. Además, es un título muy bien equilibrado, por lo que aquellos que nunca antes jugaron a la trilogía original, encontrarán una curva de aprendizaje muy bien desarrollada. Es un juego extenso, lleno de contenido, variado, artísticamente maravilloso, y todo un tributo a una franquicia que marcó a varias generaciones de jugadores. Tal vez se le echa en falta algún que otro jefe extra y un poco más de dificultad en los que hay disponibles, pero nosotros creemos que es un juego que gustará a próximos y extraños por igual y un imprescindible para los amantes de las plataformas y en espacial para los seguidores de la saga.
Este análisis ha sido realizado en PS4 gracias a un código facilitado por Activison.