El 24 de Mayo 2015 | 09:55
Hoy es el turno de analizar un título que no tiene la pretensión de ocupar el sitio de nadie, no quiere revolucionar un género ni convertirse en uno de los mejores juegos del catálogo de Nintendo 3DS. ¿Es eso malo? Vamos a verlo, porque quizás nos llevemos una grata sorpresa con un producto que puede ser utilizado para más cosas además del mero entretenimiento. ¿Educación? ¿Aprendizaje mediante el juego?
Un añadido interesante para 3DS
El presente 2015 es un año determinante no solamente para la nueva generación de consolas, que entre retrasos y decepciones está causando muchas dudas entre los usuarios, sino para la industria del videojuego en general.
Hace pocas semanas hemos vivido el nacimiento de la gama definitiva de la familia de Nintendo 3DS, la portátil estereoscópica de la Gran N que viene a vitalizar la vida de una consola que, aunque no lo pareciese por su todavía reinado en Japón, estaba comenzando a dar síntomas de desgaste; era el momento de mover ficha e inyectarle un par de años más hasta el lanzamiento de aquello que se esté cociendo en las oficinas de Kyoto.
Así pues, 3DS ha de nutrirse con su software, y qué mejor manera para suplir los meses donde reina el vacío que hacer emigrar algunas obras procedentes de Japón y que, por qué no, pueden calar también entre los usuarios occidentales. Nintendo Europa anunció hace unos meses que 'Cooking Mama 5: Bon Appétit!' llegaría a las tiendas del viejo continente acompañado de 'Gardening Mama: Forest Firends' tanto en formato físico como digital, además de ser la propia Nintendo la encargada de editar y distribuir el título; una apuesta arriesgada, sin duda.
Por algún motivo, desde que cogemos la carátula de esta ya consolidada saga se ve que ha desaparecido el número cinco de la misma, quizás para tratar de llegar a las nuevas generaciones de jugadores, quienes eran demasiado pequeñas para jugar las entregas de Nintendo DS. En cualquier caso, e insistimos que no va dirigido a las grandes masas sino a os más pequeños de la casa, se trata de un producto que venderá bien en nuestro país, porque lo que ofrece lo hace bien, fácil y perfecto para ser disfrutado en partidas cortas o por aquellos que están ahora iniciándose en esta noble afición.
Nada más iniciar el cartucho aparecerá a Mama, esta simpática mujer que ama la cocina, además de ser una experta culinaria capaz de hacer recetas de cualquier parte del mundo. Es entonces cuando, antes de comenzar, debes preguntarte si te gusta la cocina. ¿Es así? Entonces no puedes dejar de echarle un vistazo a esta alegre experiencia.
No vamos a engañarnos, es una saga que ha evolucionado bastante poco con respecto a sus antecesoras para DS, mejorando ligeramente el apartado técnico gracias a las posibilidades del hardware de 3DS pero... poco más. Su jugabilidad se mantiene intacta, basada en la consecución de minijuegos para completar el plato encomendado.
Crea tu cocina ideal
Sin embargo, hay un apartado donde 'Cooking Mama: Bon Appétit!' sí merece ser alabado como son sus posibilidades de personalición. El jugador tendrá la potestad de elegir sus utensilios de cocina, elementos que componen tu salón o cocina; el diseño del reloj, prendas de ropa que viste Mama, color de tus cuchillos y sartenes... Todo lo que se muestra en pantalla puede ser personalizado. De hecho, es éste uno de los grandes alicientes para seguir jugando, ya que cuantos más platos aprendamos a hacer, más elementos se desbloquearán y más se podrán personalizar los escenarios que componen la casa donde se desarrolla el juego. ¿Tienes todo preparado? Entonces pongámonos el delantal, que hay mucho por aprender.
El modo de juego principal será "Cocina con Mama". Todo un clásico y elemento capital de la franquicia donde habrá que seleccionar una receta dentro de las disponibles y ponernos en marcha. La pantalla táctil, como siempre, será la mesa de trabajo; arriba estará Mama acompañándonos y observando nuestro progreso. En esta ocasión se podrá visualizar cuántos pasos (es decir, minijuegos) habrá que completar para finalizar, permitiéndonos figurar cuánto se tarda en completarla -cabe decir que se tarda una media de 10 minutos por plato-.
Pero es que 'Cooking Mama: Bon Appétit!' no se conforma con hacernos pasar el rato, también quiere que aprendamos siendo lo más fielmente posible a la realidad manteniendo ese componente idiosincrásico que caracteriza a los videojuegos japoneses. Hablamos de una minuciosidad desmesurada en casa caso. ¿Hacemos una tortilla española? Entonces habrá que romper huevos, batirlos, añadirles la sal, preparar la sartén con su aceite y fuego al punto... No se le escapa nada.
A todo ello hay que añadirle mucho color y simpatía, así como exageración por los cuatro costados. Al haber situaciones donde difícilmente se puede recrear un minijuego difícil, toca echarle imaginación al asunto. Por ejemplo, cuando queramos picar la carne, habrá que tener cuidado con la manivela de la máquina, que puede salir disparada si no somos cuidadosos en su utilización.
Es muy interesante que antes de comenzar y cada vez que se finaliza un paso, se nos devolverá al menú para conocer qué nos toca hacer después, con una breve descripción del siguiente movimiento y permitiéndonos hacer una práctica o directamente ser evaluados, porque todo lo que hagamos será calificado numéricamente por Mama. De esta manera, no basta con completar cada minijuego antes de que termine el tiempo -todas las pruebas tendrán un tiempo determinado para ser completadas-, sino que habrá que evitar cometer errores; cuando terminemos un minijuego se nos dará la puntuación conseguida (oro, plata, bronce), mientras que al terminar la receta en su totalidad recibiremos una calificación que oscilará entre el 0 y el 100.
El problema de 'Cooking Mama: Bon Appétit!' y en general de toda la saga es lo poco intuitivos que son algunos de los minijuegos, al contrario que la gran mayoría. Normalmente aparecerán flechas que nos indicarán el trazo de un corte, dirección de un golpe seco o elemento a utilizar, pero como decimos hay un número reducido de ellos que no hay por dónde cogerlo hasta que lo entendemos mediante el clásico ensayo-error.
Una delicia de color
Visualmente no rompe moldes; aunque tampoco lo necesita ni lo busca, porque es de por sí muy llamativo. 'Cooking Mama: Bon Appétit!' es prácticamente un juego de Nintendo DS en todo aquello que se muestra en la pantalla táctil, con una ligera mejora en el diseño de los alimentos, estética más realista y abandonando un poco la sensación cartoon de las primeras entregas. La superior, por otro lado, introduce un ligero efecto tridimensional que no aporta absolutamente nada, más allá de mostrar cierta diferenciación de capas cuando se comete algún error en la cocina y lo dejamos todo literalmente perdido. Si se nos rompe una lata de tomate frito, toda la pantalla se manchará, por ejemplo.
Con todo, el juego es muy resultón y notable en lo visual, lleno de color y perfecto para los más jóvenes; es muy sencillo de comprender qué hacer en todo momento, con la ayuda de Mama no habrá opción a la desesperación, por muy difícil que sea la receta.
Con el paso de las horas tendremos un catálogo culinario de lo más variopinto. Siempre que queramos será posible repetir las recetas y mejorar la puntuación, aunque los alicientes para ello no sean más que eso; no hay logros ni formas distintas de realizar un plato. Siempre serán las mismas pautas.
La música acompaña y mantiene los mismos acordes de antaño, con efectos sonoros para toda situación y que, por lo general, adereza la experiencia jugable sin resultar molesta o repetitiva. Con un total de 60 recetas, 'Cooking Mama: Bon Appétit!'puede durar muchas horas, sobre todo si sumamos el resto de modos de juego, ya que también habrá otra serie de mini juegos más off-topic como llevar las riendas de un puesto de helados, alimentar a los peces de nuestra casa... Por desgracia, no está disponible la posibilidad de ir a hacer la compra, algo que sí se incluyó en 'Cooking Mama 3' y que era tremendamente divertido y variado.
Para los más expertos estará el 'Dojo culinario', donde no habrá instrucciones en pantalla, habrá mucho menos tiempo para terminar cada paso y error se pagará muy caro. La verdad es que es desafiante y demuestra hasta qué punto hemos aprendido la lección. Esta entrega no se olvida tampoco del modo multijugador, permitiendo jugar con un solo cartucho hasta a 4 jugadores. Aunque un modo competitivo online se habría sido una gran implementación, se repartirán objetos exclusivos vía SpotPass.
Perfecto para los más pequeños
Y esto es todo, si quieres convertir el lápiz táctil de tu Nintendo 3DS en una herramienta capaz de cortar, asar, voltear golpear, etc., vas a pasarlo en grande. Solamente pedimos que en el futuro, en un presumible sexto episodio, Cooking Mama Ltd. se atreva a innovar en términos de jugabilidad y aporte cambios a la saga, pues la sensación de estancamiento se deja ver cada vez más.
Insistimos en que no es un juego recomendado para los jugadores más exigentes; no hay retos ni dificultad endiablada, simplemente quiere que tus hijos o hijas, primos, sobrinas, amigos o amigas que todavía no tienen edad para experiencias más adultas, puedan disfrutar del arte de la cocina de forma lúdica, didáctica y sin pretensiones. No es sobresaliente en nada, pero sí es notable en todos sus apartados.
Lo mejor:
-Jugabilidad sencilla, accesible y divertida. -Muchas opciones de personalización. -Necesidad de un solo cartucho para jugar cuatro jugadores. -Didáctico y muy recomendable para los más pequeños.
Lo peor:
-Falta de innovación. -Algo repetitivo. -No heredar algunos modos de juego de anteriores entregas.