Hace unos pocos años mantuvimos en la web que vivíamos la edad dorada de los metroidvanias. El género ha gozado de un estado de salud más que óptimo gracias a toda una cascada de títulos de calidad de toda clase. Y debemos dar las gracias por ello: buscáramos lo que buscáramos podíamos encontrarlo en estos plataformas de exploración y acción especiales.
A estos tiempos contesta la aparición de 'Convergence: A League of Legends Story', una de las propuestas más recientes del género. El universo de Riot Games sigue creciendo y entra en el género con su propia propuesta, buscando atraer un nuevo público de jugadores que puedan haberse distanciado del MOBA. Y al césar lo que es del césar, sabe cómo encontrar a ese público. Pero es inevitable preguntarse si este título formará parte de esa edad de oro de los metroidvanias.
Ekko a través del tiempo
La trama de 'Convergence: A League of Legends Story' se ubica en un espacio temporal curioso. Su protagonista es Ekko, campeón de Zaun y protector de los más necesitados en la ciudad del caos. Al contrario que otras energúmenas más caóticas como Jynx no busca la destrucción y la venganza sobre Piltover, sino sencillamente cuidar de sus allegados más cercanos. Hacer justicia de verdad.
Los problemas comienzan cuando una explosión en mitad de la ciudad irrumpe en pleno día. Ekko debe organizarse rápidamente para ayudar a quienes se hayan podido ver afectados por el inesperado evento, y antes de darse cuenta se encontrará involucrado con los hechos alrededor de este atentado. Un misterioso encapuchado capaz de dominar el tiempo, varias familias de científicos locos e intereses políticos chocarán intentando controlar el poder oculto tras la explosión. Y si Ekko no interviene más gente saldrá herida.
La realidad es que es un argumento que se puede hacer intrigante para los primeros compases de la historia, pero tarda muy poco tiempo en revelar sus cartas. Los misterios que presenta se disuelven en el aire a las pocas horas y elimina todo rastro de curiosidad que el jugador pueda tener por el futuro. Al final uno se deja llevar por los capítulos de Zaun por la jugabilidad en vez de por la trama, mucho menos por los personajes.
Si no estás relacionado con el universo de 'League of Legends' no sacarás mucho provecho de las personalidades y agentes. Ekko como protagonista es el único personaje que conserva algo de carisma y tampoco es capaz de retener mucha. Esta interpretación del héroe no es capaz de llevar toda una aventura consigo entre su falta de magnetismo y la ausencia de agencia. No lleva los hechos de la trama por delante, sólo se deja arrastrar por ellos y cumple con los cometidos que se le asignan. Es un rebelde lejos de otras ocasiones en las que hemos visto al personaje.
Lucha contra las ratas callejeras
'Convergence: A League of Legends Story' se adentra en el género metroidvania con un apartado en mente como su foco central: el combate. Las batallas y multitudes de enemigos que se nos abalancen encima requieren el máximo de nuestras habilidades, especialmente si decidimos complicar la existencia de Ekko con modificadores y niveles de dificultad superiores.
Nuestro joven protagonista carece de resistencia y caerá rendido tras apenas un par de golpes, a veces sólo uno si es un enemigo muy poderoso. Pero la expresión donde ríe el último no se aplica para Ekko, quien tiene el poder del tiempo en sus manos. En cualquier momento podemos rebobinar y volver unos segundos atrás, permitiéndonos esquivar un ataque que ya nos había dañado, pensar en una nueva estrategia y replantear las peleas de forma más efectiva.
Calcular qué golpes merece la pena o no absorber y administrar nuestro máximo número de rebobinados son la gran gracia del combate. Para impedir que tampoco nos acostumbremos demasiado el juego tiende a ofrecernos decenas de clases de enemigos, todos con patrones y ataques diferentes que debemos considerar cuando entramos en batalla. Porque no sólo se trata de saber corregir nuestros errores, sino también aprovechar los poderes temporales de Ekko en más direcciones.
El muchacho es capaz de hacer de todo. Puede ralentizar el tiempo en un área, teletransportarse encima de un enemigo concreto, lanzar su bumerán mágico temporal, activar su ataque definitivo para congelar el tiempo y atacar al máximo número de rivales posibles cuando estén acumulados... Opciones no faltan, y la expresión en batalla hace que estos encuentros sean la parte más divertida y exigente del juego. Y todos los poderes que nos ayudan a ampliar el mundo y que desbloqueamos a lo largo de la campaña también se pueden usar en el fragor de la batalla.
Zaun es más que un vertedero
Donde el aspecto de metroidvania no sale tan beneficiado en 'Convergence: A League of Legends Story' es en la exploración. Descubrir los barrios más bajos de Zaun se resume en localizaciones poco atractivas visualmente, como fábricas abandonadas o alcantarillados, y su diseño de niveles tampoco es capaz de destacar como un punto fuerte. El título evita que regresemos a zonas previas otorgándonos la capacidad de encontrar todos los extras cuando tengamos el poder del capítulo, y peor aún, el mapa no está nada interconectado.
Explorar Zaun se resume en dirigirse al sector que debemos visitar por historia, cumplir nuestros objetivos, obtener un par de extras y volver a la base a la espera del siguiente capítulo. Carece de emoción o de las sorpresas que alegrarían a un jugador con la curiosidad suficiente. Su planteamiento es directo y sin desvíos.
Al menos los desbloqueables sí merece la pena recogerse para reforzar nuestra experiencia. Podemos encontrar colores alternativos para personajes, piezas especiales para crear artefactos y trajes secretos con los que reforzar nuestra apariencia. Las piezas y las monedas que logramos apenas pasan desapercibidas, pero los cosméticos son un gran incentivo para perseguir el 100% del juego. Si queremos renovar el apartado visual del juego merece la pena superar los desafíos extra para obtenerlos.
Los cuales tienden a centrarse en un aspecto que no hemos comentado: la movilidad. Ekko es ágil, rápido y muy esquivo, perfecto para un metroidvania. Quizás explorar el mapa no es lo que más le interese, pero moverse por él haciendo uso del parkour es otra historia. Algunos de los desafíos piden que se traslade lo más rápido posible de un punto a otro, lo que pondrá al límite nuestra capacidad para desenvolvernos con el entorno. Y para facilitar las cosas siempre tenéis a mano la opción de rebobinado para corregir errores que cometáis por el camino hacia el premio esperado.
Conclusiones
En una era en la que los metroidvania destacan por su gran cantidad de propuestas en el mercado, 'Convergence: A League of Legends Story' no consigue destacar para el gran público. No aporta lo suficiente en el apartado visual ni en su exploración como para convertirse en un referente lo suficientemente atractivo para los amantes del género.
Donde sí consigue destacar es como parte del universo de 'League of Legends'. No tiene una historia emotiva que te atrapará, pero en caso de amar a los personajes involucrados en esta trama disfrutarás mucho del fanservice proporcionado. Es una gran oportunidad para ver a Ekko y sus amigos brillar por un momento en el escenario.
Es un entretenimiento y una distracción para un público en concreto. Por lo demás, es una propuesta algo básica e inofensiva.