El 19 de Febrero 2019 | 16:00
Después de su llegada a PC hace algo más de dos años, 'Conarium' llega a PlayStation 4 con la intención de cautivar a todos los amantes de la obra de H. P. Lovecraft. Y es que el título de Zoetrope Interactive se toma cuantas licencias considera oportunas para basarse en una de las novelas más populares del excéntrico escritor estadounidense: 'En Las Montañas de la Locura'. Una aventura capaz de hacer que el más cuerdo acabe perdiendo la cordura, llegando al punto de no ser capaz de diferenciar realidad de ficción.
Me llamo Frank Gilman, ¿qué hago aquí?
Despertamos en una misteriosa instalación ubicada en algún lugar de la Antártida. A pesar de haber llegado ahí junto con los compañeros de nuestra expedición con la intención de llevar a cabo algún tipo de investigación, no recordamos absolutamente nada de lo sucedido; no sabemos qué hacemos en semejante lugar ni dónde están todos los demás. Estamos solos y en un primer instante damos por hecho que estamos atravesando algún tipo de sugestión, porque nada más asomarnos al pasillo de nuestra habitación vemos algo... extraño, dejémoslo ahí. Tal vez nos dimos un golpe en la cabeza la noche anterior. Tal vez se trate de una broma de nuestros compañeros... o tal vez estemos a punto de descubrir algo capaz de aterrorizar al propio H. P. Lovecraft.
He de confesar dos cosas: me fascinan los videojuegos de terror y no soy demasiado amigo de esos títulos a los que tendemos a llamar walking simulator. Más bien, creo que soy demasiado exigente con un estilo de juego que tanto ha proliferado durante la última década; me gustan cuando me cuentan algo interesante, pero están obligados a contármelo bien. Cuando me puse a los mandos de 'Conarium' me hice las preguntas habituales: «¿Será un simulador de paseos?, ¿tendré que hacer algo más que atravesar una sucesión de pasillos?, ¿la historia será capaz de atraparme y hacerme sentir esa necesidad de alcanzar la próxima puerta?». La realidad es que todas mis inquietudes quedaron resueltas poco después de disfrutar del juego durante quince minutos. Y es que el título de Zoetrope Interactive ofrece mucho más que un apacible paseo narrativo.
«Si no hay nadie, será difícil que alguien me cuente qué está pasando», me dije. No hay problema; el juego hace uso de documentos repartidos por todo el escenario para arrojar un poco de luz sobre los misterios que nos rodean. Por si fuera poco, el primer contacto ¿humano? que tenemos hace que las cosas se pongan aún más interesantes, ya que se trata de una especie de cabeza robótica que guarda un sospechoso parecido con nosotros mismos. De hecho, la cabeza asegura ser nosotros mismos. Ahí, ahí empecé a sospechar; en este frío y oscuro lugar está sucediendo algo muy extraño. Así comienza una aventura en la que la línea que separa lo que es real de lo que no es extremadamente delgada. Tanto que hay ocasiones en las que pensamos que tal vez somos nosotros los que estamos perdiendo los papeles.
A pesar de que estamos ante un título que nos propone una fórmula relativamente cercana a la que podemos encontrar en un survival horror de antaño, hay que decir que realmente nos encontramos ante un desarrollo que tiende a volverse lineal, incluso en momentos en los que nos invita a soñar con un diseño de niveles de esos en los que tantas veces hemos acabado deambulando en busca de pistas, respuestas o, simplemente, una salida que nos permita tomarnos un respiro. Por suerte, tampoco vamos a decir que 'Conarium' nos proponga recorrer un conjunto de pasillos mal diseñados; los escenarios no están mal y hay ocasiones en las que nos toca sacar a relucir —no demasiado— nuestro ingenio con la intención de superar algún que otro rompecabezas.
Los puzles aportan variedad al desarrollo, aunque no están especialmente elaborados y en la gran mayoría de casos no deberíamos tener ningún problema para continuar avanzando. Encontrar una llave que nos permita acceder a una nueva estancia, recoger un objeto clave para introducirlo en otro lugar o interactuar con un mecanismo hasta dar con la tecla adecuada son algunos de los elementos que nos plantea durante nuestro avance. Nada que no hayamos visto una y mil veces, pero algo que nunca está de más y hacen del título una experiencia relativamente variada, dentro de lo que cabe.
El secreto de 'Conarium' reside en su interpretación de la obra de Lovecraft, comenzando con una base que podríamos definir como fiel, pero tomándose cuántas licencias sean necesarias para concebir algo que presume de contar con personalidad propia. La ambientación es fantástica y deja claro que hay ocasiones en las que insinuar resulta mucho más inteligente que mostrar. Porque el juego no necesita plantarnos un monstruo en nuestras narices o colocar una silueta detrás de la cortina para lograr que juguemos presos de la incertidumbre. Pequeños —y no tan pequeños— detalles como las alucinaciones, fruto de la disminución de la cordura de nuestro protagonista son los que hacen de la aventura del estudio turco una experiencia sobrecogedora.
Aunque estamos ante un conjunto equilibrado que sabe muy bien lo que pretende ser, no podemos pasar por alto sus pequeños problemas de ritmo, ya que las cinco horas que requiere completarlo pueden hacerse un poco pesadas y eso nunca es buena señal. Hay ocasiones en las que las cosas se ponen tan interesantes que lamentamos la ausencia de algo más. Más que defectos —porque más allá del ridículo FOV que se gasta no tiene ninguno grave—, se trata de la sensación amarga que nos deja al llegar al final del viaje, llevándonos a pensar que estamos ante una propuesta que podría haber dado mucho más de sí. Una desaprovechada oportunidad de haber hecho justicia al maestro del horror cósmico.
A pesar de sus carencias, el desarrollo de su historia y los momentos más álgidos de la misma termina logrando su cometido: hacernos comprender qué es el miedo a través de la soledad. Porque en 'Conarium' no tenemos a los ruidos, sino al silencio. Porque no hay peor sensación de tener un sinfín de preguntas sin responder. Porque al igual que el propio juego hace con la obra en la que se inspira, el jugador llega al final disfrutando de la libertad de poder interpretar todo lo que ha visto durante camino y eso es todo un acierto.
En definitiva
'Conarium' no pasará a la historia como survival horror, pero no deja de ser una propuesta muy recomendable tanto para aficionados al género, como para amantes de la obra de H. P. Lovecraft. Un título sincero consigo mismo, con lo que es capaz de ofrecer y con lo que pretende transmitir, con sus carencias y sus virtudes, pero siempre con un camino claro hacia un destino en el que nadie posee la razón absoluta. Con naturaleza walking simulator pero con reminiscencias de algunas de las aventuras de terror que durante tantos años nos llevan acompañando. Sabemos que la alargada sombra de los tentáculos del horror cósmico lleva muchos años ejerciendo influencia en la industria del videojuego, pero también sabemos que la gran mayoría de obras que dejan envolver por ellos se queda a medio gas y el título de Zoetrope Interactive también lo hace. Pero lo hace a su manera, y a veces es genial.
Lo mejor:
+ La ambientación es impresionante.
+ El equilibrio entre exploración y puzles.
+ La historia resulta interesante, aunque no inventa nada.
Lo peor:
- El reducido campo de visión resulta muy molesto.
- Pequeños problemas de ritmo.
- Se echan en falta rompecabezas más elaborados.