REGRESA EL PRIMER MIEDO

Análisis de 'Clock Tower: Rewind', repasando la historia del survival horror

'Clock Tower: Rewind', de vuelta al primer miedo: uno de los referentes en los videojuegos de terror con tres décadas a sus espaldas vuelve con una remasterización grande por parte de WayForward y Limited Run Games.

Por Daniel G. Astarloa 6 de Noviembre 2024 | 11:00

El género del survival horror ha evolucionado y llegado muy lejos en los videojuegos. Los últimos treinta años han sido una prueba de fuego para probar en el mercado qué funciona y qué es rechazado. A día de hoy toma toda clase de formas, desde aventuras de acción de la clase de 'Resident Evil' hasta películas interactivas como 'Until Dawn'. Para gustos hay todo tipo de colores aquí.

Pero hace treinta años el género del terror aún no sabía bien cómo encajaba con los videojuegos. Juegos como 'Castlevania' se consideraban parte de este género, y muchas aventuras que se atrevían a ir un poco más lejos, como el RPG 'Sweet Home', no iban a ver nunca la luz del día en occidente por ser algo demasiado diferente. Crear miedo en los jugadores iba a ser difícil en estas condiciones.

Hay, sin embargo, una franquicia que logró atravesar esa barrera. Hace casi dos décadas que no ve una nueva entrega, pero en su momento 'Clock Tower' fue un referente como pocos otros. Un videojuego atrevido que tomaba inspiración del terror occidental para contar una historia mórbida, llena de sangre, gritos y la oscuridad del corazón del ser humano. Es momento de recordar la grandeza de esta saga con 'Clock Tower: Rewind', la remasterización moderna de su primera entrega.

El primer miedo

'Clock Tower: Rewind' vuelve a contar la historia de Jennifer Simpson, adolescente superviviente como pocas otras. Tanto ella como sus amigas del orfanato han sido adoptadas por un misterioso hombre que vive en una mansión alejada de la civilización. Sin embargo, cuando llegan a su nuevo hogar no sólo no hay nadie para recibirlas, sino que son separadas a la fuerza y una misteriosa figura asesina comienza a perseguirlas para matarlas una por una.

Es una trama de película slasher clásica, con sus tropos y en gran parte la absurdez de los mismos. La aventura gira mucho en torno al asesino que persigue a Jennifer, un hombre enano y jorobado que toma las primeras manos que encuentra en su camino: unas gigantescas tijeras de podar. Su nombre, obviamente, es igual de original: Scissor Man. Para lo poco que habla el personaje mucho cala tanto en esta entrega como en las siguientes, ya que se convierte en la figura más recurrente en toda la franquicia y el símbolo de la misma.

No es una historia con mucha profundidad ni tampoco personajes memorables, pero los giros y la trama que sigue a Jennifer es el corazón de este juego. Pequeñas interacciones y decisiones que tomemos nos llevarán por caminos diferentes. Personajes que hemos visto morir en una partida pueden llegar hasta el final en otra, y descubrir los secretos de la mansión depende de nosotros y nuestra capacidad de experimentar.

Esta clase de historia interactiva ha influido en el género de forma profunda, tanto en el género del terror como en cualquier otro. Podemos trazar una línea directa que une esta serie de decisiones y caminos con otras obras como 'Until Dawn'. También nos esperan giros de trama y algo de subtexto en la desventura de Jennifer.

La perspectiva del terror

La jugabilidad sufre algo con respecto a la historia que quiere ofrecernos 'Clock Tower: Rewind'. Toda la aventura se ve desde una perspectiva lateral sin mucha profundidad hasta las paredes de fondo. Manejar a Jennifer se hace mediante un ratón y la selección de los objetos interactuables, con los cuales ella ya sabrá qué hacer si tiene las herramientas necesarias.

El mayor de los problemas de este esquema de control es el movimiento. Jennifer puede trasladarse de izquierda a derecha pulsando los gatillos frontales para indicar la dirección. Eso sí, no lo hace de una forma normal; pulsando estos botones Jennifer comenzará a caminar y no se detendrá hasta encontrar una pared, le pidamos que se dirija hacia otra dirección o la paremos manualmente seleccionando algo del entorno. Es un control muy tosco y confuso.

Su objetivo es ofrecer una experiencia más cinematográfica, sentir que no controlamos a Jennifer sino que observamos sus desgracias desde la comodidad del otro lado de la pantalla. Es un planteamiento revolucionario para su época, pero visto desde el día de hoy, treinta años después de su lanzamiento, no se ha hecho mucho por paliar este modo de juego y equipararlo a otras obras contemporáneas.

Mismos miedos sin modernizar

La modernización de 'Clock Tower' es complicada sin cambiar por completo la experiencia original. El principal agregado del juego es contar con la opción de jugar dos versiones, original y modo Rewind. El primero es el juego que vio la luz en Super Nintendo y PC ya en su día, mientras que el segundo añade algunas ventajas modernas al título y nos trae la edición de PlayStation One, subtitulada como 'Clock Tower: The First Fear'. A grandes rasgos es el mismo juego, pero expande ciertas secciones de la historia, agrega algunos cambios a su guión y detalles adicionales.

El agregado más anunciado es la capacidad de rebobinar en cualquier momento, permitiéndonos retractarnos de nuestros errores y no obligarnos a recargar la partida al completo por una muerte aleatoria. Eso sí, este poder de rebobinado viene muy limitado. Apenas contamos con unos segundos de margen para volver atrás, y nuestro asesino se toma su tiempo para rematarnos y atraparnos en un corredor sin salida. Si tardamos un poco de más da igual que rebobinemos, acabaremos en manos de Scissor Man con un destino inevadible.

Conclusiones

No es un juego que haya envejecido bien, pero hay algo especial en 'Clock Tower: Rewind'. Es una oportunidad fantástica para revisitar la historia de un género entero de los videojuegos, así como repasar cómo algunos de los tropos más populares se han repetido desde hace treinta años. Eso sí, puede ser una píldora difícil de tragar para jugadores nóveles. Sus controles son complicados, su toma de decisiones es críptica y el título puede considerarse lento e injusto en muchos momentos. Una cosa no quita la otra: agradecemos la vuelta a la mansión de la torre del reloj, y ojalá lo hagamos en una quinta entrega en el futuro.