El 11 de Noviembre 2015 | 13:40
Hay franquicias que van creciendo con el paso del tiempo, que una vez sus desarrolladores van conociendo poco a poco su licencia van permitiendo que el mundo, sus personajes y todo lo que se refiera a la jugabilidad vaya yendo a más. Cuando eso sucede tenemos la sensación de que las cosas se están haciendo bien, pues no hay mayor satisfacción que enfrentarnos a una secuela que sea mejor que la anterior.
Sin embargo, esto no pasa siempre y hay veces en las que se dan pasos balde; el caso de Chibi-Robo! es uno de ellos. No cabe duda que Nintendo sabe mejor que nadie crear personajes que consigan calar hondo entre los usuarios, bien sea por su estética o cualquier otro factor, pero siempre consiguen que queramos tener una camiseta con su imagen estampada, un peluche de dicha creación. El carisma de Chibi-Robo! quedó de sobras demostrado con su obra para GameCube, un título que ya nos queda lejos y que en realidad pasó sin pena ni gloria; pero aquellos que lo jugamos le guardamos un hueco en nuestra memoria por lo bien que interpretaba su apuesta jugable y por transmitir algo, ser diferente al resto de plataformas tridimensionales de la época.
¿Dónde te has metido, amigo?
Por desgracia, en Wii no vimos nada parecido y con Wii U tampoco, pues parece que este simpático robot se ha asentado en terreno portátil y su imagen se va desvaneciendo poco a poco. Nintendo ya no considera a Chibi-Robo! como un pilar, o por lo menos eso es lo que quiero pensar tras haber finalizado 'Chibi-Robo! Zip Lash'. Puedo asegurar que lo que más he sentido es sentirme decepcionado con él, pero no puedo negar que así ha sido, así que vamos a ver cuáles son las razones por las que este exclusivo de Nintendo 3DS, que tiene cosas buenas, se queda a años luz de alcanzar las cotas de calidad de otros grandes exponentes bidimensionales en el género de los plataformas en la portátil estereoscópica.
No es necesario ser Yoshi, Donkey Kong, Super Mario o Kirby para hacer un buen juego de este estilo, innovar y dejar que la idiosincrasia sea palpable, hay muchos ejemplos para ello, así que cuando te enfrentas a un título que no hace nada que no hayamos visto en otros, la sensación es de estar entreteniéndote pero sin sabor. Ese "algo" que comentábamos de la entrega de GameCube no está por ningún sitio, y es una lástima.
Nintendo no ha sabido ejecutar el potencial de su personaje y lo han acabado relegando a un título recomendable para los menos experimentados, el perfecto regalo de navidades para los más pequeños de la casa; eso no está mal, pero los que buscábamos una sorprendente apuesta plataformera nos hemos quedado desolados, porque si los desarrolladores no se terminan de creer la calidad de su trabajo, es imposible que un fan de la saga pueda hacerlo.
Empieza mejor de como temrina
'Chibi-Robo! Zip Lash' empieza muy bien, nos propone un mundo bonito, con color y una buena interpretación de los colores. Van pasando los niveles y se nos van presentando todas las mecánicas, la forma que tiene Chibi-Robo! de interactuar con lo que sucede a su alrededor. Digamos que, en una primera instancia, todo va rodado y sentimos ir de la mano, al mismo ritmo que el juego en sí. El problema viene cuando tú metes la quinta marcha y al título deja de funcionarle el embrague; ahí hay que reparar algo, y esta vez Chibi-Robo no ha sabido salir de este lío.
En primer lugar, porque la excusa es una mera excusa cuando se podría haber contado algo interesante. Te preocupas por crear un mundo vivo y que personalmente me encanta ?recuerda mucho a 'Pikmin' en cierto sentido- pero no lo explotas, lo utilizas como condecorado para que haya algo de fondo. Para más inri, se olvida de las cosas que hacía bien y da la sensación de ser otra cosa, pero no un 'Chibi-Robo!'. Dije que todo empieza bien y se tuerce porque es así; al cabo de las horas, con tan solo haber jugado un par o tres de ellas, ves que es constantemente lo mismo: completar nivele uno tras otro sin prácticamente más pretensión que esquivar enemigos, conseguir los numerosos coleccionables que se esconden en las fases y llegar a la meta. La curva de dificultad es prácticamente inexistente, plana. No vamos a encontrar ningún reto ni a la hora de acabar con los rivales ni para hacer saltos imposibles; se termina haciendo muy evidente qué habilidad utilizar y cómo hacerlo para avanzar.
"Oye, ¿cuánto falta?". Es algo que solemos preguntarnos cuando leemos un libro que no termina de convencernos o una película que no termina de arrancar. No tiene por qué ser aburrimiento, sino más bien una sensación de vacío que nos hace estar constantemente con la vaga esperanza de tener algo después que nos invite a seguir jugando y tener alicientes para confiar en la obra. Ese quiero y no puedo es, de verdad, muy duro cuando se trata de una saga con tanto potencial y que encima nos guste.
El diseño de los niveles pierde su encanto cuando va cambiando únicamente de color, de fondo, pero todo lo demás es exactamente igual. Si 'Chibi-Robo! Zip Lash' fuese una obra teatral, posiblemente los actores estarían en un teatro de poca categoría. Hablamos de una aventura, sí, pero genérica y sosa. No todo es malo en el título, y no quiero que este análisis se interprete como un castigo sino como una lo más objetivamente posible contestación al trabajo que ha hecho Nintendo con él, porque conozco mucha gente que lo esperaba con ganas y que, tras jugar la demo, se preguntó qué había pasado aquí.
Siento decir que la cosa no mejora mucho en la versión final, aunque como decía anteriormente considero que es un juego altamente recomendable para los más pequeños de la casa y que se vayan a pedir una portátil de la gran N estas navidades. Eso sí, teniendo en cuenta todo lo bueno -porque anda que no hay plataformas excelentes en Nintendo 3DS-, esta recomendación cambia de miras y se empieza a fijar en los Cave Story, en los Kirby, en los Mario...
Hay intentos de dar pasos hacia delante, con niveles de vez en cuando donde tendremos que subirnos a bordo de vehículos y avanzamos, pero son más bien un minijuego. Otro de los puntos que sí merecen su reconocimiento son los jefes finales; hay quienes también los han criticado, pero creo que están bien diseñados y están escogidos con acierto, pues a pesar de ser fáciles y con patrones sencillos, sientes estar en igualdad de condiciones y es divertido. Un juego así tiene que precisamente divertido.
Tú antes molabas
Con todo, 'Chibi-Robo! Zip Lash' se puede terminar en algo menos de 7 horas, y desbloquearlo todo puede hacer que la experiencia se alargue unas cuantas más. Luce bien en la pantalla superior de 3DS -la inferior es meramente indicadora de los coleccionables, etc.-, y los modelados de los personajes cumplen; pero seguramente si tuviésemos que dar un veredicto sobre el contexto donde se debería posicionar, quizá lo más acorde a su nivel y su propuesta sería en la eShop y a un precio muy reducido. Pagar más de 30 euros por él no lo recomendaría a no ser que seas muy fan del personaje y quieras hacerte con el -impresionante- amiibo del robot, porque realmente es uno de los mejor construidos que hemos visto... aunque su utilidad en el juego no es nada del otro mundo.
El apartado artístico es lo único que consigue salvar a un diamante en bruto que cada vez brilla menos y da visos de estar estancado. Nintendo posiblemente se replantee mucho la continuidad de la licencia cuando se vean los primeros datos de ventas en Occidente del juego, pero por desgracia ha sido un intento fallido de traer de vuelta una saga que empezó muy bien y ha terminado siendo una licencia menor, que no destaca en nada y que olvidaremos mucho antes de lo que nos gustaría.
Lo mejor:
-Apartado artístico muy logrado. -El personaje sigue siendo muy agradable de controlar. -Gran cantidad de niveles.
Lo peor:
-Poco inspirado por lo general. -No destaca ni se diferencia en nada. -Curva de dificultad casi inexistente. -Falta de personalidad cuando antes la tuvo.