Frima ha lanzado su 'Chariot' en las diferentes plataformas disponibles. Ahora llega el turno a la versión Wii U, y sometemos a examen lo que nos propone este puzzle completamente enfocado al ámbito multijugador.
Ración de humor
En el catálogo descargable el juego de puzzles-plataformas en dos dimensiones con un apartado artístico dibujado en alta resolución es el género más abundante. Podríamos contar por decenas los juegos de este tipo que se acumulan en la oferta de los diferentes sistemas. El género plataformero, que con la llegada de los polígonos a los videojuegos cayó en completa decadencia, ha encontrado de nuevo la popularidad amparado en pequeños desarrollos. Los creadores indie le han cogido la medida a este tipo de juegos, y en el espectro de 'Chariot' tenemos 'Teslagrad', 'The Swapper', 'Spelunky' 'Limbo'... por citar sólo algunos de los más conocidos y reconocidos. Esto nos lleva a un género tremendamente competitivo donde sobresalir y destacar es una tarea titánica y compleja, más teniendo cuenta la cantidad de lanzamientos que hay semanalmente. Sin embargo, 'Chariot' ha sabido y podido, al menos, ganarse nuestra atención.
El humor es una pieza clave dentro del entretenimiento. Meterte de lleno en un drama vital como 'The Last of Us' puede ser una experiencia que nos cautive y marque durante mucho tiempo, pero es mucho más duro en el primer acercamiento porque sabes que ese tipo de historia va a pedir mucho de tu parte. Sin embargo, algo que nos haga sonreír delante de la televisión es muy fácil de consumir. 'Chariot' es fácil de consumir. Allana mucho las cosas: un apartado artístico poco original pero bonito, muy bonito; y la premisa de la que parte: arrastrar el féretro de tu Rey muerto tirando de él con una cuerda.
El ataúd
'Chariot' al final es un juego que lleva al extremo la mecánica clásica de los juegos de plataformas de arrastrar cajas. Todo gira en torno a arrastrar una caja, en este caso la caja funeraria. Con el ataúd cargado en un carro tendremos que tirar de cuerdas para moverlo en una travesía llena de obstáculos. Mientras tanto el Rey muerto no dejará de lanzar afilados comentarios y críticas al último paseo que le estamos dando. Tomar una mecánica como la de arrastrar y llevarla a un juego completo, bastante largo para lo que es el género, es un trabajo complicado. También es un riesgo indiscutible apostar todo a una sola carta, a una sola mecánica. Aunque es sorprendente cómo logran exprimir algo de partida tan limitado como basar un juego en tirar de un ataúd como una cuerda, al final termina haciéndose algo repetitivo. Una larguísima sesión de juego a 'Chariot' me cuesta superarla. Sin embargo, en este punto donde se roza el tedio entra en juego el segundo jugador.
No has jugado a 'Chariot' hasta que no te sientas con alguien en sofá y te pones a jugar. La coordinación de dos jugadores en un juego como este requiere estar uno al lado del otro, e igual que sucede con 'Rayman Legends' o 'Super Mario 3D World', la experiencia gana enteros. Pero existe una gran diferencia entre 'Rayman Legends' y 'Super Mario 3D World' respecto a 'Chariot'. Mientras que los primeros son juegos increíbles para un solo jugador, en la obra de Frima cuando nuestro compañero apaga el mando la experiencia decae hasta los infiernos.
'Chariot' me parece un juego altisimamente recomendable para juego con amigos, y también me un ejercicio muy interesante de diseño de mecánicas, por la forma en la que logra sacar jugo a una premisa de partida muy limitada..
En conclusión
En lo referente a aspectos técnicos, más allá del apartado artístico envuelto en un halo de fantasía preciosista del que ya hablamos, ofrece un buen puñado de niveles cargados y plagados de coleccionables. Es un juego de puzles y plataformas que nos puede dar un puñado de horas en su primera vuelta, pero al que se le puede sacar muchísimo jugo si buscamos el completismo.
'Chariot' es en conclusión una carta de presentación en las nuevas consolas estupenda para Frima Originals.Para cualquier amante de las plataformas que pueda jugar acompañado es una apuesta obligada. La originalidad que desprende en su mecánica y el planteamiento desenfadado y divertido, quizá se vea empañada por apostar por una estética y un arte tan repetido entre los juegos de este tipo.