Hace unos meses pude probar la Canon R50, una cámara fantástica pensada para usuarios sin experiencia en fotografía y grabación de vídeo, con configuraciones intuitivas y la potencia suficiente para poder hacer fotos muy resultonas. Uno de sus principales atractivos era el de ser un dispositivo creado para que los creadores de contenido pudieran usarla tanto para conectarla a un PC y comenzar a emitir como para sacarla a la calle para sacar unas buenas tomas.
No dejes ni un momento sin capturar
Ahora la marca ha tenido el detalle de dejarme probar otro dispositivo de su catálogo centrado también en la creación de contenido. Se trata de la Canon PowerShot V10, un dispositivo mucho más pequeño que la R50 pero aún más centrado en quienes se dedican al vídeo como forma de vida, a quienes emiten en directo en cualquier plataforma o a aquellos a los que les gusta grabar sus viajes sin cargar con grandes cámaras.
Como se puede ver en las imágenes que acompañan a este texto, la PowerShot V10 está lejos de ser una cámara compacta al uso, pues es más bien un dispositivo de bolsillo cuyo principal objetivo es dedicarse al vídeo. La cámara hace fotos, claro, pero es verdaderamente fácil que lleves en el bolsillo un teléfono capaz de hacer mejores fotos que las que puede sacar esta Canon con su objetivo de 6,6 mm y una apertura focal de f/2,8.
Si bien la fotografía no es su punto fuerte, a la hora de grabar vídeo no he visto en los últimos años un dispositivo más versátil y pensado desde cero para esta finalidad. Antes siquiera de encender la cámara queda claro que el objetivo del dispositivo es convertirse en un aliado diario si nos dedicamos al vlogging o el streaming de cualquier tipo. No solo por su reducido tamaño la PowerShot V10 puede acompañarnos a cualquier lado, también por algunas características de su construcción que resultan absolutamente brillantes.
La cámara cuenta con una pantalla LCD táctil de 2 pulgadas que podemos poner totalmente vertical para controlar en todo momento el encuadre mientras nos grabamos a nosotros mismos. También es importante destacar que la cámara se queda perfectamente de pie en superficies planas sin ninguna dificultad, pero para asegurar que podemos ubicarla en casi cualquier parte cuenta con un soporte muy robusto y que podremos posicionar a placer para obtener la toma perfecta o para capturar cualquier momento sin necesidad de que nadie nos esté grabando.
Y si eso es lo que ofrece sin siquiera pulsar el botón de encender, más sorprendente resulta lo que encontramos en el software de la cámara. Desde pequeños detalles como un par de decenas de filtros de color, hasta control remoto mediante la APP de Canon para móviles, pasando por capacidades que suman muchos puntos a este dispositivo como la posibilidad de emitir directamente en YouTube o Facebook sin necesidad de un PC o teléfono conectado de ninguna manera.
Personalmente creo que de haber tenido compatibilidad con Twitch para todos esos creadores que disfrutan de los directos IRL habría sido un enorme punto a favor, pero aunque esta opción no esté disponible, sí que se puede conectar la cámara por USB-C a cualquier ordenador y usarla como cámara web con un añadido importantísimo, pues la cámara se carga mientras la usamos para emitir en directo sin necesidad de apaños como las "dummy batteries" que tendríamos que usar si quisiéramos, por ejemplo, usar la Canon R50 durante horas de emisión en directo.
Si bien la PowerShot V10 parece hacerlo todo bien, es cierto que aparecen algunos elementos a mejorar a medida que pasas algunas horas haciendo uso de ella. En mi caso Canon tuvo a bien enviarme la cámara con el kit de vlogging avanzado, lo que suma algunos enteros a la experiencia de uso al contar con una funda para transportarla, una tapa de goma para la lente, una carcasa muy robusta de acero y unos protectores imantados para que el viento no se cuele por los micrófonos.
Algunas de las cosas a mejorar que he encontrado usando la cámara han sido, por ejemplo, que los protectores de viento tapan buena parte de la pantalla cuando la tenemos en vertical para grabarnos a nosotros mismos. También que el estabilizador digital de vídeo no es especialmente efectivo si nos grabamos mientras andamos o que la grabación a 4K sobrecalienta la cámara tanto que no es recomendable grabar a esta resolución más allá de unos pocos minutos (esto es algo de lo que Canon es consciente y la cámara te avisa de que puede generar problemas).
Aunque no estemos ante un dispositivo perfecto, es fácil que la Canon PowerShot V10 sea un producto ilusionante para muchos usuarios por lo cerca que está la marca de sacar al mercado un dispositivo para la creación de contenido mejor y más versátil que un teléfono móvil de gama alta. Florituras como el enfoque automático, el seguimiento de las caras, poder usarla como webcam mientras se carga o su propio diseño son ya logros enormes para una cámara que es imposible que deje a nadie indiferente y que ofrece algo realmente poco explotado en el mercado.