Un noviembre más, y un nuevo 'Call of Duty' llega a las tiendas. Pero este año ha sido diferente, un halo de críticas y un feedback muy negativo ha rodeado de forma bastante cruenta a 'Infinite Warfare'. Desde el minuto uno que hizo aparición con su primer tráiler, la comunidad se ensañó con el título de Infinity Ward, por el mero hecho de seguir ambientado en la guerra futurista.
Ahora nos llega el producto final, y después de jugarlo creo que tiene sombras y claros, innovación y continuismo que hacen del nuevo 'COD' un juego interesante, divertido, pero que quizás se hubiera esperado algo más de él.
Guerra espacial
Para comenzar vamos a hablar de su modo campaña. Esta vez nos encontramos ante la idílica situación de todo amante del género de la ciencia ficción. Batallas espaciales, grandes navíos con saltos intergalácticos, diferentes planetas, etc. Todo un compendio de situaciones que enriquecen una historia bastante tradicional, y donde su narrativa no destaca por arriesgada.
En este sentido, tomamos el control del Capitán Reyes, un empedernido patriota y salvador de la libertad, que encuentra en el antagonista, el personaje protagonizado por Kit Harington, su motivo para luchar y dar la vida por defender a los suyos. Como he comentado, la historia es la misma que ya hemos visto en otras ocasiones, un gran ataque devastador, búsqueda de venganza, y patriotismo a flor de piel, pero esta vez en un escenario intergaláctico.
Donde de verdad destaca el modo campaña de Infinite Warfare es en su concepción de los niveles. Ya no estamos ante esas 5 o 6 horas de continuo "mata y avanza". Ahora las fases se dividen en diferentes géneros, existiendo los típicos niveles de acción, pero también momentos donde pilotamos naves, misiones de sigilo, etc.
Sin duda, el trabajo de Infinity Ward en cuanto al modo historia se ha hecho notar, incluyendo por primera vez la posibilidad de realizar misiones secundarias que, a pesar de no ser muy variadas entre sí, ofrecen un mayor número de horas de diversión, y a su vez podemos obtener interesantes recompensas.
Porque ahí también se sitúa un punto interesante, y es la posibilidad de mejorar nuestra nave con diseño que encontremos en las misiones, robar armas nuevas e ir obteniendo información, y todo ello a través de nuestra gran nave, que también dispone de nuestro propio despacho para poder ampliar la información de la historia, o ver los enemigos más importantes que hemos eliminado, como si de una investigación policial se tratase.
Si decidimos completar las misiones secundarias, nos encontramos con una campaña que llega a las 12 horas, o más, por lo que, en este aspecto, Infinite Warfare ofrece una de las campañas más completas, con mayor número de situaciones diferentes, y que vuelve a merecer la pena de jugar, eliminando esos casi tutoriales con cinemáticas que suponían las historias de las entregas anteriores.
En el caso de Kit Harignton, su personaje no se va a quedar en la memoria de los jugadores, ya que a sus escasas intervenciones durante la partida ,y a su poco carisma como antagonista, hace que sea una cara famosa más que un personaje a tener en cuenta.
Mulitjugador, sí pero no
Se suele decir que cuando algo funciona no hay que cambiarlo, y eso Activision con 'Call of Duty' lo ha puesto en práctica de maravilla. El problema viene cuando sigues en la línea de algo, debes mejorarla, pero nunca empeorarla ¿Quiere decir esto que Infinite Warfare tiene un multijugador malo? En absoluto.
El juego sigue teniendo la esencia de la saga, ese algo que hace que sea tan divertido jugarlo, que guste a cualquier tipo de público, y que disfrutes con los amigos en partidas rápidas y llenas de acción.
El problema viene cuando bebes demasiado de tu antecesor, pero a pesar de ello, en ciertos aspectos empeoras lo ofrecido en 'Black Ops III'. Volvemos a tener los impulsores para saltar, la posibilidad de correr por las paredes y hacer parkour, aunque ahora se nota que los personajes son más pesados, algo que no tiene que ser negativo.
En cuanto al sistema de juego volvemos a encontrarnos con los especialistas, los cuales cuentan ahora con tres habilidades, pero que la mayoría son iguales de las que ya vimos en 'Black Ops III', pero con nombre diferentes. Además, los especialistas tienen un diseño mucho peor que los anteriores, ofreciendo modelos poco vistosos en comparación con su antecesor.
La novedad más importante que trae 'Infinite Warfare' es un sistema de crafteo, es decir, a medida que jugamos, obtenemos piezas que podemos canjear por armas mejoradas de cada clase ¿cuál es el problema?
Pues a la hora de ponerte a jugar, consigues muy pocas piezas, y el coste de los modelos de mayor potencia es muy elevado, por lo que, en un primer lugar no hablaríamos de crafteo, ya que el jugador no cambia nada, el modelo ya está hecho, y por otro lado, los suministros hacen su aparición de forma demasiado notoria.
A través de estas cajas de recompensas también podemos hacernos con las armas mejoradas, estando ahí el problema, que en un juego competitivo la gran diferencia la marca tu paso por caja, ya que es mucho más fácil conseguir este armamento pagando y abriendo suministros, que jugando. Es verdad que se puede conseguir sin gastar dinero, pero para cuando hayas desbloqueado todas las armas, puede ser que llevemos dos 'COD' nuevos lanzados.
Por lo que una diferenciación tan grande entre usuarios, por el mero hecho de pagar por los suministros, hace que no podamos aplaudir la decisión de Activision, porque cada vez la saga 'COD' se está convirtiendo en un pay to win de 70 euros el juego
Asimismo, la realización y funciones de estas armas legendarias son cuestionables. Por ejemplo, hay un subfusil que su arma legendaria, el que más piezas cuesta, tiene como ventaja la hibridación con escopeta. Si a un arma de corto y medio alcance le añades una escopeta, poco sentido tiene. Además, las decoraciones de las armas son todas iguales, no hubiera estado mal una diferenciación de cada arma, aunque sea en las legendarias.
Lo mismo ocurre en los mapas, que de los 12 que nos encontramos, solo dos o tres tienen algo diferentes, los demás se caracterizan por instalaciones casi sin vida, y sin ninguna motivación. Además, las zonas de parkour se han reducido, y de las que existen, algunas ofrecen algunos problemas, con las consecuentes caídas.
Por todo esto, el multijugador sigue siendo divertido y mantiene la esencia 'Call of Duty', pero si pecas de continuista, no estropees las cosas buenas y, sobre todo, no quieras hacer que el jugador tenga que pasar por caja ya casi para todo.
Zombies in Spaceland
Y como no podía ser de otra manera, los zombies vuelven a 'Infinite Warfare'. Esta vez con un punto de vista ochentero, el cual le sienta muy bien, y un sistema de juego menos enrevesado y complejo que en 'Black Ops III', pero no por ello son menos divertidos, es más, en este caso la sencillez lo hace todo mucha más factible para cualquier público que en su antecesor.
En Zombies in Spaceland nos encontramos con un director de cine muy especial, el cual pone a prueba a los actores de una forma poco convencional. Nos situamos en un parque de atracciones, donde nuestro objetivo es devolver la luz eléctrica al complejo, a la vez que vamos eliminando las hordas de no muertos y abriendo puertas.
Volvemos a tener los típicos chascarrillos de los personajes, un tono muy discotequero acompañado con una gran banda sonora con los temas más reconocibles de la época, y sin duda mucha diversión, sobre todo con amigos. No van a faltar los easter egg, los retos y todo lo que ha convertido a los zombies en 'Call of Duty' de un acompañamiento, a un modo de juego que cada vez se impone más. Muy recomendable.
Por cierto, no dudéis en buscar a David Hasselhoff, que parece que se ha dado una vuelta por el parque de atracciones.
Conclusión
Este año 'COD: Infinite Warfare' viene con sonrisas y lágrimas. Entre sus puntos más fuertes tenemos, por fin, un modo campaña completo, variado y trabajado, que ofrece un buen puñado de horas de diversión, y además se antoja rejugable con sus diferentes modos de juego. Asimismo, contamos con modo zombie mucho más asequible y divertido para todos los públicos.
En contra, vemos que existen aspectos que se han querido mantener de sus antecesores, pero se han resuelto de peor forma, ya sea por el multijugador, por la incomprensible necesidad de hacer que todo beneficio para el jugador sea pasando por caja, o por el apartado técnico, que está demasiado agotado, e incluso ofrece peores cosas que 'Black Ops III'
Por lo que, en conclusión, si buscáis el 'COD' tradicional y divertido, con una apuesta para un solo jugador atractiva, el juego no os va a decepcionar. Si por el contrario queréis algo más profundo, algo diferente en el género de los shooters, este año hay opciones mejores para aliviar vuestra sed de disparos.
ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PS4