El 27 de Octubre 2014 | 08:50
Cuánto me extrañó en su momento el anuncio de este 'Borderlands: The Pre-Sequel'... Pero claro, tiene su lógica: en una jugada similar a la de Rocksteady, esta entrega de la alocada franquicia de 2K correría a cargo de 2K Australia, mientras sus desarrolladores habituales, Gearbox, ya están trabajando en Border... No, espera, andan distrayéndose con 'Battleborn', ¡malditos! Bueno, esta precuela es claramente un juego de transición, algo para saciar las ansias de los fans ávidos de tercera parte en la nueva generación, que para eso estamos hablando de la mejor franquicia FPS creada en los últimos 10 años. ¿Innova esta precuela? Pse, no mucho... ¿Arriesga? Absolutamente nada.
Todo comenzó en Elpis
Ahora bien... ¿divierte? Maldita sea, es un 'Borderlands', por supuesto que es divertido, y partiendo de esa base, un videojuego siempre debe considerarse bueno, lo demás son añadidos. En esta "pre-secuela" vemos como el villano absoluto de la segunda entrega (e icono ya de la pasada generación), Jack el Guapo, no es más que un pringao con buenas intenciones: salvar a la humanidad de Zarpedon, una especie de Rottenmeyer con mala leche. Descubrir por qué Jack es el cabrón que es ahora tiene su atractivo, pero me da la sensación de que no están sabiendo explotar todo el potencial argumental de esta franquicia. Siempre pasa: al final terminas haciendo misiones principales y secundarias, pero llega el momento en que no sabes cuál es una y cuál es otra. En resumidas cuentas, no engancha como debería. Solo falta que lleguen TellTale Games y le saquen mejor provecho de lo que lo han hecho hasta ahora Gearbox y 2K Australia.
Por primera vez en la franquicia, nos vamos de Pandora. 'Borderlands: The Pre-Sequel' se desarrolla en Elpis, un satélite del ya clásico planeta y con eso cambiamos radicalmente de ambientación: de los áridos desiertos con toques western a un entorno más futurista, siempre con un acabado artístico genial, marca de la casa. 2K Australia ha conseguido distinguirse de lo conseguido por Gearbox en ese sentido, y eso nunca es fácil (que se lo digan a Warner Bros Montreal). Este cambio influye en enemigos, por supuesto, donde esta vez los más básicos serán colgados con escafandra, y también en un aspecto jugable cuya implementación no acabo de ver que aporte positivamente al espíritu de esta franquicia, aunque luego hablaré de eso: la necesidad de mantener nuestras reservas de oxígeno a unos niveles saludables. Eso sí, tampoco hay gravedad, y eso sí que mola.
Gráficamente, por desgracia, el juego no ha evolucionado nada. Pero nada. Es más, el clásico popping de la franquicia aquí sigue estando presente, a lo que hay que añadir algún que otro bajón de framerate, que sin llegar a ser escandaloso ni arruinar la experiencia, sí que salta a la vista y se hace evidente. Pero el diseño artístico una vez más es sobresaliente, con personajes estrafalarios y entornos a los que esta nueva ambientación les sienta genial, sabiendo diferenciarse de lo visto hasta ahora en la franquicia, aunque como viene siendo habitual, se echa de menos un poco más de interacción con el escenario. Y como de costumbre, adolece de un diseño de niveles realmente confuso, en el que no es nada difícil perderse y que obliga a consultar el mapa más de lo deseable, cortando así el ritmo, por lo demás vertiginoso, del título.
Soy de los que les gusta escuchar las voces originales en los videojuegos, pero con 'Borderlands' hago una excepción. El doblaje al castellano no solo es, me atrevería a decir, de los mejores en muchos años (ya lo era en la segunda entrega), con muy buenas interpretaciones, sino que hay que alabar el trabajo que se ha hecho una vez más con la traducción, y es algo que muchas veces pasamos por alto o no damos la suficiente importancia. ¿En cuántas ocasiones vemos arruinados muchos chistes o chascarrillos por una mala localización al castellano? 'Borderlands: The Pre-Sequel' consigue que todo ello tenga sentido, estando lleno de líneas de texto, y estas a su vez, de chorradas y gilipolleces varias que nos harán echarnos unas risas muy a menudo, lo que unido a las estrambóticas voces de los personajes, principales o secundarios, redondea un apartado genial.
Dispara, lootea y... ¡pásatelo de escándalo!
En 'Borderlands: The Pre-Sequel' tenemos a cuatro personajes disponibles, todos ellos viejos conocidos por papeles más o menos relevantes en anteriores entregas. Wilhem es el experto en armamento pesado, un mercenario sin más motivación que la pasta, siendo esta incluso algo secundario para él, porque realmente se divierte matando, el tío. Su habilidad principal es la de desplegar dos drones, uno de ataque y otro de defensa, que por si fuera poco, son mejorables con cualquiera de sus árboles de habilidad.
A Athena la conocimos en el primer 'Borderlands', y aquí cumple las funciones de narradora de la historia tras caer prisionera de Lilith. Podría parecer que al ser la más carismática del grupo, también será la más poderosa, pero su habilidad, Aspis, no parece algo realmente definitivo en combate: se trata de un escudo que absorbe el daño enemigo para después ser arrojado hacia ellos cual Capitán América. Personalmente, he jugado la mayor parte del tiempo con Nisha, una cowgirl cualquiera antes de convertirse en sheriff de Lynchwood en 'Borderlands 2', y que cuenta con Enfrentamiento, una habilidad que le permite ralentizar el tiempo y apuntar automáticamente a todos los enemigos en pantalla, algo muy útil para salir airoso en momentos de apuro. Y por último tenemos a... bueno, al Claptrap. Lo más normal es que sea la última clase que elijamos, no porque jugablemente sea inferior al resto, pero su árbol de habilidades sí que es el más flojo de los cuatro, con poderes como ¡Choca esos cinco! o Claptrap Fragmentado que no resultan para nada tan devastadores como los que disfrutan el resto de personajes seleccionables.
Respecto al tema armas, ya sabemos de sobra lo que nos espera. Cientos.. qué digo cientos... ¡miles de armas diferentes! Algunas de ellas completamente locas, y que además aportan el extra de variedad que tiene el hecho de encontrarte una más poderosa que la equipada, y que probablemente sea de una clase diferente. A las pistolas, subfusiles, rifles de francotirador, etc... de entregas anteriores, se suman ahora las armas láser y las de munición criogénica, que congela a los enemigos y permiten hacer verdaderas trastadas y chaladuras. El resto del equipo se compone de escudo, modificador de clase y, ahora viene lo peliagudo, tanque de oxígeno.
Y es que ya dije antes que hablaría de este tema cuando tocara, y es ahora. Al estar en una atmósfera hostil, es preciso recargar nuestra capacidad de oxígeno, que se va agotando progresivamente, y puede hacerse de varias maneras: situándonos sobre escapes que brotan de la superficie, recogiendo las cargas que dejan caer los enemigos, o visitando zonas habilitadas para respirar. Aunque no es algo muy frecuente, el quedarnos sin aire sano que respirar y tener que estar pendiente de recargar nuestras reservas de O2 es algo que también corta un poco el rollo, contrastando una vez más con el ritmo general del juego. Un añadido, una novedad, pero por desgracia, no para bien. También decía antes que la falta de gravedad aporta una verticalidad a los combates nunca antes vista en la franquicia, así como las plataformas de salto, algo que resulta realmente divertido. Parece que al fin y al cabo, 'Titanfall' ha terminado creando un precedente en el género...
Es más de lo mismo, pero...
¡Es que es tan divertido que se lo perdonamos! 'Borderlands: The Pre-Sequel' no deja de ser un título para salir del paso ante la más que probable tercera entrega en la nueva generación, pero sigue ofreciendo la fórmula que tan buenos resultados ha dado: acción desenfrenda, toques de RPG, personajes ridículos y terriblemente carismáticos, sentido del humor disparatado... 'Borderlands' es una de esas sagas que si se convirtiera en anual, a este que escribe no le importaría lo más mínimo, ya que juegos así siempre son bienvenidos y nunca sobran. Randy, socio, olvidaos en Gearbox de 'Battleborn', sacadlo ya, que sea lo que Dios quiera, y dedicaos a trabajar en lo que queremos los jugadores. Tu ya sabes lo que es.
Lo mejor:
- Artísticamente sabe distinguirse de las dos entregas anteriores. - Más desafiante que nunca. - El doblaje sigue siendo de los mejor interpretados en el sector. - Qué narices: es Borderlands, con todo lo que eso conlleva, casi todo bueno.
Lo peor:
- Técnicamente no evoluciona absolutamente nada. - Las pocas novedades jugables aportan pero ni lo hacen necesariamente para bien, ni sorprenden. - Defectos gráficos que la franquicia lleva arrastrando años. - La cantidad de DLC que seguro están por llegar.