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Análisis de 'Blue Reflection: Second Light' para PS4, amor reencontrado

La secuela del JRPG de culto nos presenta nueva protagonista, una localización bien diferente y se concentra en mejorar su lado de rol para ofrecer una experiencia superior.

Por Daniel G. Astarloa 31 de Diciembre 2021 | 21:00

El primer 'Blue Reflection' fue un título particular. Su audiencia era reducida, exclusiva para un nicho que apenas supo de su llegada en occidente. Los títulos protagonizados por jóvenes muchachas adolescentes no eran populares en su estreno. A día de hoy es difícil justificar que lo sean. Pero el terreno se ha allanado con franquicias como 'Life is Strange'. Ahora existe un público que puede atender a los dramas de instituto, el crecer en un mundo extraño y la importancia de la inteligencia emocional.

Las cosas son distintas ahora para 'Blue Reflection: Second Light', su secuela directa. El mundo está mucho más atento y desea un JRPG de estas características que sepa cuidar de su ambiente y personajes. Y consigue estar a la altura: en prácticamente todos los campos supera al juego original. La pregunta está en si es suficiente para que las miradas atentas de los jugadores le presten la atención que merece la franquicia.

Perdida en un mar de dudas

La historia de 'Blue Reflection: Second Light' es la de Ao, una joven sin un objetivo claro en la vida. Su amor hacia el manga y las novelas cortas ha hecho crecer el deseo de ser la protagonista y heroína de alguna gran historia. No sabe más de sí misma que ese sencillo deseo. Es consciente de que en unos años lo olvidará, crecerá y se convertirá en una persona más, pero quiere luchar contra ello.

Sin saber bien cómo un día despierta en un instituto abandonado. Sólo hay unas pocas chicas más con ella y el ambiente está enrarecido. El edificio está rodeado de agua, como una isla aún por ser descubierta, y para colmo sus cimientos se debilitan con el agua y el paso del tiempo. Su única conexión con el mundo real reside en el timón que espera en el patio, el cual conecta con lugares imaginarios construidos a partir de los recuerdos de sus nuevas amigas.

Con este misterio en mano Ao pasa a ser aquello que siempre quiso: ser la heroína de su propia historia. Desprende energía y positividad con este cambio en mente. Cada escena con ella muestra su personalidad traviesa, extrovertida y algo coqueta. Sirve como guía para el resto de sus compañeras como apoyo emocional y consejera constante, lejos de los protagonistas serios que los JRPG suelen tener. Ao conecta a la perfección con la más seria y estricta de sus amigas tanto como con la más infantil y absurda.

Ser la heroína le da la vida y un motivo por el que seguir adelante, pero no es suficiente para sentirse llena. Necesita crear un futuro en el que depositar sus sueños, y el instituto sirve como lugar perfecto para definirse a sí misma. Es un lugar de paso, una transición hacia el crecimiento personal que necesita desarrollar. Quién será queda definido por nuestro interés en construir ciertos escenarios y dejar que los descubra con el equipo. Poco a poco sale a la luz la auténtica naturaleza de Ao.

Esperanza en la compañía

Por si no estaba claro el punto fuerte de 'Blue Reflection: Second Light' está en la protagonista y sus interacciones con el resto de compañeras. En ese aspecto tenemos el lado social del juego: si queremos reforzar nuestro equipo debemos atender a citas con las chicas, reforzad nuestra amistad y tal vez hasta expresar algo de amor. Al congeniar con ellas reciben puntos de habilidad para mejorarse a ellas mismas, y si subimos suficiente amistad Ao también recibirá los suyos.

Para tener las suficientes opciones en cuestión de citas necesitamos algo entretenido y novedoso que hacer. Aquí entra en juego la construcción: podemos llenar el patio del instituto de objetos y estantes que llaman a diferentes actividades. Un puesto de firmas, una farola encantada, una mesa para pescar pececitos como en una feria. Todo es válido para construir y acercar a una amiga con la que reforzar el equipo.

Esto, a su vez, nos refuerza las estadísticas por partida doble. Cada localizalción que pongamos nos suma un plus a ciertos aspectos, como nuestra agilidad, fuerza o experiencia ganada en combate. No podemos tener todas nuestras construcciones expuestas al mismo tiempo para no sobrecargar nuestro poder, pero no es necesario una vez elegimos los puntos fuertes de Ao. Así definimos qué clase de persona es. Cuál es su futuro y, por tanto, su lugar en el mundo.

Esta forma de definir a la heroína la hace versátil y fácil de caer en gracia a quien le dedique tiempo para conocerla. El juego no es sutil en sus metáforas, pero su efectividad no puede negarse. De hecho cada mazmorra que visitamos es un constante río de metáforas muy fácil de interpretar, desde sus escenarios hasta sus enemigos. Los propios personajes interpretan qué significan algunos de estos lugares para cada persona. Y está bien, especialmente cuando se trata de lugares tan hermosos de contemplar.

El modo Foto, añadido posteriormente al lanzamiento, es el auténtico endgame de esta aventura. Quien le dedique tiempo suficiente podrá conseguir algunas de las capturas más bonitas de las plataformas en las que está disponible el título. Con estos escenarios como para no lograr ese reconocimiento.

Batalla contra lo desconocido

Pese a sus puntos fuertes, 'Blue Reflection: Second Light' no llega a ser el JRPG por excelencia que podría alcanzar a ser. Sus mecánicas y combates son muy simples y sencillos. Se centra en los combates por turnos con especial hincapié en la paciencia y el refuerzo personal para conseguir más combos, ataques seguidos y demolición del enemigo. Sencillo de entender y aplicar.

Pero es tan sencillo que es fácil de abusar. No hay equipamiento para nuestros personajes que usar a nuestro favor y la experiencia se gana rápido. Los únicos enemigos que pueden oponerse a nosotros son los jefes de cada mazmorra y, por desgracia para ellos, no disponen de la mínima posibilidad cuando podemos llegar a hacer quince golpes seguidos sin pestañear. Tampoco es que hagan falta: el enemigo cae mucho antes de llegar a ese punto.

La falta de desafío se mezcla con las facilidades que el juego otorga por las relaciones con otros personajes y nuestras construcciones. Se basa en el estilo de combate de los recientes 'Atelier Ryza', pero al contrario que en esas aventuras no hay una atención sobre los objetos que hacemos como alquimista. Sin equipamiento que nos limite estamos siempre en la versión más poderosa de nosotras mismas. Algo de resistencia por parte de los enemigos se habría agradecido, aunque fuera en la última zona del juego.

Conclusiones

'Blue Reflection: Second Light' es una muy poderosa secuela a un juego que ya merecía más atención en su momento. Hace mejor cualquiera de los aspectos que no hacían funcionar la obra original y lo mezcla con una protagonista carismática, un apartado sonoro excelente y muchos momentos dulces de los que disfrutar. Es, además, un placer para relajarte y sencillamente disfrutar de un RPG sin pensar demasiado. Su nula dificultad puede funcionar en ambas direcciones, para bien o para mal.

La franquicia apunta a maneras si sigue creciendo como lo hace en esta entrega. No es lo mejor que ha hecho Gust en términos de popularidad, pero el proyecto 'Blue Reflection' sigue creciendo con fuerza. Lo que espera a Ao y compañía en el futuro es algo que tenemos ganas de ver.