El 15 de Julio 2019 | 19:50
Run and Gun. Ese género que hace muchos años no suele abundar en el mercado. Plataformeo y altas dosis de acción sin un segundo de respiro, ¿para qué más? 'Blazing Chrome' llega con la intención de convertirse en el auténtico heredero espiritual de un mito como 'Contra'. Nos da los medios necesarios —apenas un par de botones— y nos empuja sin previo aviso a una piscina de plomo en la que, si algo nos toca, estamos muertos. Volvemos a vigilar con pánico un contador de vidas, a ver un cartel de "Continuar" y a empezar de cero una y otra vez. En resumen, volvemos a revivir recuerdos de un pasado que la industria del videojuego prácticamente ha decidido olvidar durante los últimos años. JoyMasher, estudio creador de 'Oniken' y 'Odallus: The Dark Call', sorprende con un clásico instantáneo que hará las delicias de los más nostálgicos.
¿Tienes una moneda?
No eran malos tiempos esos en las que nos reuníamos con nuestros amigos para dejarnos unas cuantas —a veces muchas— pesetas en los salones recreativos jugando a clásicos como 'Street Fighter II', 'Metal Slug', 'Contra'... Eran buenos tiempos, sí. Todo eso se ha ido perdiendo con el paso de los años y actualmente tenemos la suerte de disfrutar de nuestra pasión en el salón de casa, pero no siempre aparecen videojuegos capaces de evocar los mejores recuerdos de esa época que algunos vemos ya demasiado lejos. Por suerte, el título que tenemos entre manos llega para solucionar ese problema y conquistarnos gracias a su factor nostálgico... y a sus grandes virtudes.
Resulta muy fácil explicar qué es 'Blazing Chrome' sin hacer nada que no salte a la vista tras un par de minutos a sus mandos. Solo hay que preocuparse de disparar, esquivar y avanzar hasta la meta. Si recibimos un balazo, caemos en una trampa o tocamos la sucia piel de un enemigo, nuestra vida llega a su fin. Es por eso que solo hay una premisa: disparar a todo lo que se mueva. No importa si se trata de un alienígena que se abalanza sobre nosotros o de un robot de nueve metros armado hasta los dientes.
Tenemos un mapa del mundo y varios niveles a los que acceder —pocos, la verdad—. Estas fases se muestran en dos dimensiones y nos proponen desplazarnos lateralmente hasta llegar a la única salida posible. Sin florituras, secretos ni un solo ápice de metroidvania o los elementos recurrentes que durante los últimos años han sido implementados en títulos similares. No hay un segundo para descansar y por normal general, detenernos un instante suele llevar a una muerte segura. como no podía ser de otra forma, en cada nivel nos vemos obligados a luchar contra un temible jefe final y, en algunas secciones, contra diversos mini jefes que aportan variedad al desarrollo.
En función del nivel de dificultad seleccionado (fácil, normal y difícil), nuestro contador de vidas marca un valor u otro. Debemos saber que un solo ataque hará que ese numerito por el que nos preocupamos constantemente se reduzca. Y ya sabemos lo que sucede si termina convirtiéndose en un cero. Si eso sucede, aquí hay que destacar un matiz que no existía en los títulos en los que se inspira 'Blazing Chrome': la posibilidad de continuar desde un punto de control y así evitar comenzar desde cero. Eso sí, estos puntos tienen lugar un par de veces por nivel y casi siempre aparecen después de superar una sección exigente en la que nos espera un mini jefe final, así que no es extraño tener que repetir gran parte de cada fase.
Power-Ups, desafíos adicionales y batallas en compañía
¿Qué sería de un Run and Gun sin potenciadores, armas y objetos capaces de decantar la balanza en plena batalla? Como si de 'Metal Slug' se tratara, a menudo encontramos cápsulas que podemos romper para obtener modificadores de disparo, estados alterados como un incremento de velocidad y ataque o un escudo que nos salve la vida en una situación crítica. Eso sí, perder una vida supone despojarnos de estos objetos a la hora de reaparecer. No hay demasiada variedad de armas, pero las enormes diferencias entre cada tipo de proyectil dan lugar a que podamos enfrentarnos a cada enemigo de la manera que mejor se adapte a nuestras habilidades.
En lo que al contenido se refiere, y a pesar de que apenas contamos con media docena de niveles sumando fases principales y desbloqueables, hay que decir que el juego tiene cuerda para rato, especialmente para esos jugadores que no se conforman con ver los créditos y están dispuestos a afrontar los retos más exigentes y mejorar sus clasificaciones. Para empezar, en cuanto acabamos la campaña en cualquier dificultad podemos jugar en modo espejo, que invierte todo lo que conocemos hasta ese momento y da lugar a una experiencia muy interesante, debido a que nos vemos en la obligación de olvidar los automatismos aprendidos por el camino y es posible vernos desorientados en los momentos más complicados de cada sección.
También tenemos acceso a un interesante modo Boss Rush en el que los jefes, tanto principales como secundarios, aparecen uno tras otro y más nos vale dar lo mejor de nosotros mismos en combate, porque solo tenemos cinco míseras vidas para hacer frente a más de una docena de ellos. Tampoco conviene olvidarnos de los personajes desbloqueables, que aportan frescura a la acción al proponernos luchar de un modo distinto a lo que encontramos con la pareja protagonista. Estos personajes cuentan con armas únicas y no son fáciles de dominar, ya que limitan las posibilidades —y aumentan el desafío— debido a que no tenemos acceso al arsenal del que disfrutan los héroes iniciales.
En el modo cooperativo es donde encontramos el gran defecto del juego. O, mejor dicho, la mayor ausencia. Y es que, a pesar de que jugar junto a un amigo es muy divertido, 'Blazing Chrome' solo nos permite hacerlo de manera local y en pleno 2019 resulta imperdonable que no podamos disfrutar en compañía gracias a las posibilidades que nos brinda internet. Desconocemos si sería posible implementar dicha función en una futura actualización, pero, desde luego, se trataría de un fantástico añadido para un título con semejante potencial.
Una apuesta segura para los más nostálgicos
'Blazing Chrome' sorprende por su perfecto equilibrio entre clásico y moderno. La accesibilidad es un factor clave que permite adaptarse a todo tipo de jugadores; los que deseen un reto como los de antaño tienen los medios necesarios para enfrentarse a un desafío tremendamente exigente gracias a los modos difícil, espejo y boss rush. Por su parte, aquellos usuarios que prefieran una experiencia más amigable pueden valerse del modo fácil —que en ningún momento se convierte en un paseo— y disfrutar de una experiencia desafiante, pero con cierto margen de error y menos penalizaciones. Además, os recordamos que en el caso de Xbox One, el juego se encuentra disponible dentro del catálogo de Xbox Game Pass.
Fácil o difícil, la realidad es que 'Blazing Chrome' es un fantástico run and gun que nos hace retroceder muchos años en el tiempo hasta transmitirnos la sensación de estar invirtiendo pesetas en el salón recreativo del barrio. Frenético, desafiante y terriblemente adictivo. La posibilidad de disfrutar junto a un amigo gracias al multijugador local es de agradecer, pero deja el amargo sabor de pensar qué habría sido del título si se hubiera apostado por el multijugador a través de internet. Eso, y la hipotética inclusión de algunos niveles extra. Una grata sorpresa a la que pocos defectos podemos achacar, pero que, por momentos, sabe a poco debido a la falta de contenido. Por suerte, el juego es incombustible y los nuevos modos y personajes que aparecen conforme completamos la primera partida prolongan su vida y le convierten en un auténtico reto hardcore, ideal para los más experimentados.
Lo mejor:
- Clásico, frenético y adictivo como él solo.
- La cantidad de extras y desafíos adicionales.
- Las opciones adaptables a cada tipo de jugador.
Lo peor:
- La ausencia de cooperativo online.
- Un par de niveles más le sentaría de maravilla.