De todo el catálogo de remasterizaciones que estamos recibiendo para la nueva generación de consolas, probablemente 'Bladestorm: Nightmare' sea el que más sorprende. Y lo hace porque ni mucho menos se puede considerar un éxito de su época, para lo que hay que remontarse nada menos que a 2007, cuando apareció 'Bladestorm: The Hundred Years' en PlayStation 3 y Xbox 360. Por su parte, para el público mayoritario, puede que el nombre de Omega Force no sea excesivamente conocido, pero tienen a sus espaldas el desarrollo de prácticamente todas las entregas de 'Dynasty Warriors' también desde 2007 (estamos hablando de casi 20 juegos), 'Ken's Rage: Fist of the North Star' y colaboraron en la creación de uno de los exclusivos más importantes de Wii U en 2014, 'Hyrule Warriors'. Así que su editora habitual, Koei Tecmo, decide lanzar esta revisión en HD en PlayStation 3, PlayStation 4 y Xbox One, aunque con más añadidos en el apartado jugable, sobre todo en el aspecto de modos de juego, que en el gráfico, donde irremediablemente se le notan los años. Los fans del género agradecerán este lanzamiento en una época escasa de grandes lanzamientos tras todos los retrasos que ha habido, pero para la mayoría de jugadores pasará desapercibido. Aún así, la gran pregunta es... ¿cuál es el genero de'Bladestorm: Nightmare'?
No hay mal que cien años dure
Rara vez hemos visto videojuegos ambientados en alguna de las grandes guerras de la Edad Media Europea, sobre todo en consola, no así en compatibles, donde el género de la estrategia siempre ha dado buenos representantes, con además, un buen puñado de documentación histórica. Por eso resulta contradictorio que sea una desarrolladora nipona la encargada de llevar a nuestras pantallas la Guerra de los Cien Años, acontecida entre 1337 y 1453, y que enfrentó a franceses e ingleses, aunque también otros países tomaran partido en la contienda, entre ellos, como no, España. Esta guerra tuvo lugar principalmente en territorio francés, y los personajes más importantes que participaron en la misma están presentes en 'Bladestorm: Nightmare', aunque recreados "a lo oriental". En efecto, es extraño ver al príncipe Edward de Inglaterra como si se tratara del protagonista de un JRPG clásico, pero si por algo destaca este juego es por el diseño de estos personajes, no así del principal.
Nuestro protagonista es un mercenario que se pondrá del lado del mejor postor, siendo esto literal. La aventura comienza con un editor bastante completo, donde es posible customizar prácticamente todos los aspectos físicos del personaje, incluso algunas peculiaridades como poner un ojo de cada color. Tras esto pasamos a nuestro cuartel de operaciones, que en este caso será una taberna donde pasaremos bastante tiempo, ya que da muchas opciones, tanto de personalización como de documentación. Aquí recibiremos información privilegiada de otros soldados, reclutar mercenarios para nuestra causa, comprar equipo, conocer más sobre esta larga guerra y lo que es más importante, aceptar las misiones que nos darán de comer, clasificadas por duración, recompensa, etc... Sin embargo, lo más destacado es el sistema de progreso del personaje.
Este sistema funciona a través de libros, cada uno dedicado a cada una de las armas que será posible manejar. En su interior, los vemos distribuidos por parámetros como ataque, defensa, liderazgo (que permite tener a más unidades en nuestro equipo) o investigación, que aumentará los puntos de experiencia conseguidos con este arma. Estos puntos son distribuibles totalmente a nuestro gusto entre cada libro y habilidad, algo que es muy de agradecer y que nos deja bien especializarnos o bien ser un soldado más versátil.
De todas formas, es una pena disponer de un protagonista sin personalidad, mudo, que lo mismo lucha por un lado que por otro... Esto no hace más que restarle carisma hasta llegar al cero absoluto, y hace pensar que ladecisión más acertada habría sido la de ofrecer al jugador la posibilidad de encarar la guerra en la piel de un soldado de cualquiera de los dos contendientes.
En el campo de batalla
Las misiones consisten sobre todo en, o bien capturar un número determinado de bases enemigas, o bien derrotar a algún general rival de cierta importancia. Una vez desplegados, el control es extremadamente sencillo, ya que para tomar el manejo de cada tropa (distribuidas en infantería, caballería y arqueros) simplemente es suficiente con colocarse frente al líder de cada una de ellas y pulsar un botón. Aunque estas tropas tengan sus peculiaridades, llevar a unas u otras es bastante similar, exceptuando, tal vez, a los arqueros. Existiendo un botón para el ataque básico, asignados a otros tres tenemos dos ataques especiales y un movimiento defensivo, cada uno con su barra de energia que evidentemente limita su uso. En definitiva, jugablemente, podría decirse que 'Bladestorm: Nightmare' es un mosou disfrazado de juego de estrategia. O al revés, ya que tiene tanto de uno como de otro.
El objetivo de cada misión principalmente es capturar las bases enemigas, representadas en forma de castillo, pueblo... Para ello, hay que ir derrotando a las tropas alrededor de la misma hasta que aparezca el comandante, generalmente de un nivel superior al resto, pero no excesivamente complicado, lo que elimina cualquier sensación de desafío o progreso. Aunque conforme se avanza en la historia las cosas se van complicando, la poca variedad de misiones, mecánicas y escenarios termina pasándole factura sin remedio.
Afortunadamente, la inclusión más importante es la campaña que da nombre al juego, Nightmare, y que añade un buen montón de horas de juego adicionales. Aunque no implementa nuevas mecánicas, todo lo contrario, si representa una historia alternativa muy interesante en la cual Juana de Arco se repone tras su muerte para comandar hordas de demonios. A nivel jugable, lo más importante que aporta esta historia es el número de enemigos, que aumenta de manera considerable, y la presencia de jefes finales que hacen el papel de comandantes de bases, algunos de gran tamaño y bien avanzado el juego, de dificultad notable. Además, la trama de Nightmare es bastante más carismática y consistente que la del modo principal, aunque el diseño de Juana de Arco sea cuestionable...
Remasterización sí, pero...
Pero muy justa. Ya en su momento 'Bladestorm: The Hundred Years' no destacó a nivel técnico, y evidentemente, por mucho lavado de cara que se ha querido hacer, la historia se repite. A nivel de texturas no es excesivamente mediocre, pero cumple con todos los defectos inherentes al género: decenas de enemigos totalmente clónicos, escenarios semivacíos y de nuevo, repetitivos... Por suerte, el diseño de los protagonistas principales, aunque controvertido y orientalizado, destaca por estar muy cuidado, y los bajones de framerate de los que hacía gala el juego original no se presentan en esta versión, aguantando bastante bien el tipo en este sentido incluso en momentos en que se juntan muchos personajes en pantalla junto con efectos de luz, etc...
En el aspecto sonoro tenemos una de cal y otra de arena. La banda sonora es notable, con melodías de buena calidad acordes con el momento del juego: épicas en batalla, más relajadas mientras descansemos en la taberna... Sin duda es digna de escuchar. Pero el doblaje es harina de otro costal, con interpretaciones muy sobreactuadas en ocasiones y otras con un acento japonés totalmente escandaloso, lógicamente en idioma inglés todas, al igual que los textos del juego.
Un título para un público muy reducido
Los aficionados al musou encontrarán en 'Bladestorm: Nightmare' un juego que les aporte cierta frescura en un género que adolece de innovación en sus últimos representantes, y realmente, con pocas propuestas que se salgan de las franquicias ya conocidas. Como juego de estrategia es ciertamente limitado, así que quienes esperen encontrar algo en este sentido se sentirán sin duda decepcionados. La escasez de grandes juegos esta primavera dificilmente libre a este título del ostracismo, debido sobre todo a que gustará a un nicho de público que en absoluto es mayoritario en nuestro país, pero a la vez se adivina que, si se continúa con esta franquicia y se pulen sus defectos más graves, el resultado podría ser más que interesante.