Apenas han pasado unos meses desde el estreno de 'Bayonetta 3' antes de la publicación de este artículo. Con la gran distancia que ha habido entre la segunda y la tercera entrega de la saga cualquiera pensaría que no habría otro juego en varios años. Pero Platinum Games siempre sorprende. Para sorpresa de todos, la compañía japonesa se ha estado guardando bajo la manga un cuarto y misterioso videojuego de la gran bruja de Umbra.
No fue hasta hace poco que se reveló la existencia de este juego. Nadie esperaba volver a ver a la buena de Cereza en este plazo, pero menos de imaginar era el hecho de que este sería un curioso spin off. No de otro de los personajes de la franquicia, sino de la propia protagonista en un pasado ya lejano. Una precuela de sus tiempos de niña, casi ya adolescente, cuando aún no le sobraba ni el poder ni la confianza.
Esta es una faceta totalmente diferente de la Bayonetta a la que está acostumbrado el público. Es inocente, es dulce, no está sexualizada. Es el gran momento para probar que la franquicia puede moverse más allá del sexy baile empoderador que ha movido a Cereza durante tres videojuegos. 'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon' presenta una imagen tridimensional de la bruja que profundiza mucho más en nuestra heroína que otras de las entregas principales.
Dulce e inocente Bayonetta
La aventura de esta particular entrega nos lleva a conocer a Cereza, una joven versión de la Bayonetta que conocemos. Esta chica joven aún es una adolescente en edad temprana, una niña que está aprendiendo a controlar sus poderes. Su temperamento es incontrolado, sus preocupaciones mundanas y su actitud frente a los obstáculos puede considerarse derrotista. Es normal cuando carece de los siglos de experiencia que su contrapartida ya tiene a sus espaldas.
Esta inocencia de nuestra pequeña Cereza se corresponde también con el universo que le rodea. El bosque al que se aventura está lleno de color con una visión infantil y estilizada de los árboles y estructuras con las que se encuentra. La misión es conocer mejor el entorno, aprender a interpretar el mundo mágico como algo tangible que pueda controlar para el futuro. Pero por ahora es sólo una niña, y es parte de la gracia conceptual que persigue la obra.
El objetivo que persigue Cereza es conseguir poder, de una forma u otra. Nuestra protagonista quiere controlar sus invocaciones y convertirse en una bruja a la altura de lo que le espera en el futuro. Con eso espera poder rescatar a su madre de la prisión en la que la tienen retenida, y quizás repartir justicia en un mundo que ve como cruel e innecesariamente exigente con ella.
Por eso se enfrentará a los mayores matones de la historia: las hadas. 'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon' no se anda con chiquitadas a la hora de presentar a sus enemigos feéricos. La interpretación que toma de estas criaturas es la clásica de los cuentos de hace siglos y no la amable y endulzada actual. Las hadas son juguetonas, tramposas y crueles con quienes se despistan. Pueden parecer bonitas en la distancia, pero aprovecharán la ocasión que se les otorgue para torturar por la eternidad el alma de los niños que consigan atrapar. No tienen el nivel de ángeles o demonios, pero sí una actitud que, como jugador, deseamos detener. Y esas emociones nos hacen conectar mejor con Cereza.
Explora y gana
Los desarrolladores han aprovechado la ocasión. Al igual que estamos explorando otra faceta del personaje de Bayonetta toca investigar otro apartado que queda muy de lado en sus entregas principales: la exploración. Aquí estudiar nuestro entorno y descubrir sus secretos es la jugabilidad principal, mientras que el combate queda relegado a un segundo plano.
A lo largo y ancho del bosque a nuestro alcance hay atajos, caminos ocultos y cofres por descubrir. Para ello tenemos que sacar algo de ingenio y aprovechar las mejoras y ventajas que obtendremos a lo largo de la aventura. Es una clara invitación para recorrer todo el mapeado más de una vez y sacar así provecho a habilidades más fuertes o progresión en nuestras barras de salud y magia.
Los coleccionables opcionales hacen que el espíritu de aventura de Cereza sea lo primero que atendamos. La influencia de 'Okami' es más que notoria: el juego sigue la misma estructura, separando nuestras mejoras por los poderes que recibimos del entorno. Si vamos un paso más allá se nota el trabajo de su precuela, 'Okamiden', de donde han sacado más de una inspiración para crear la obra definitiva.
'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon' sigue su propio camino, eso sí. No cuenta con un estilo de combate particular ni tampoco potente. Todo el poder de Cereza queda relegado a su demonio personal, Chesire, el cual controlamos con la mitad del mando y debe proteger a la niña en todo momento. Sus habilidades y capacidades de combate crecen a medida que obtenemos formas elementales como mejoras, pero en general la estructura de las batallas es repetitiva y constante.
Sufren en este apartado los jefes, quienes no dan la talla con lo anteriormente visto en la saga. Son excesivamente simples y requieren alguna mecánica adicional que los enemigos corrientes, pero nada sorprendente que capte la memoria del jugador.
Bayonetta en pequeñito
Hay una sensación que es difícil quitarse de encima durante todo 'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon'. La experiencia que recibamos del juego está relegada a nuestras expectativas y la producción del título. No se trata de una de las grandes aventuras de la bruja de Umbra, sino un pequeño recordatorio de tiempos anteriores cuando los riesgos eran menores. Es una mirada al pasado y una contemplación al poder de Nintendo Switch: unir la sobremesa con el juego portátil.
'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon' es un título de videoconsola portátil. Es extraño de decir en una época en la que ya no existe este modelo de desarrollo, pero es como mejor se explica. Es divertido, entretenido para sesiones cortas y perfecto para explorar su mundo de rato en rato. Dedicamos un pequeño período de tiempo a sus combates y guardamos en un punto perfecto tras veinte minutos de una partida.
Visto desde esta perspectiva 'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon' es estupendo en lo que se propone. Un título ameno, atractivo y diferente a la saga principal. Pero no puede compararse con sus hermanas mayores, un dato que debería reflejarse de alguna forma en el precio. Aún así, pone toda la carne en el asador en su apartado estilístico, por lo que es un límite que dependerá de cada jugador.
Conclusiones
No es perfecto ni tampoco le falta energía. 'Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon' es un videojuego pequeño, cuco y muy amable para pasar el rato cuando no sepamos qué jugar en Nintendo Switch. Su propuesta nos invita a estudiar al personaje de Cereza desde otra perspectiva que no permiten las entregas principales, pero tampoco nos entregarán un título tan profundo en sus mecánicas y su mundo como entradas más recientes. Es una reducción de su mayor novedad en 'Bayonetta 3' y, como tal, debemos tratar el juego como un niño pequeño. Frágil, inocente y un poco travieso. Estupendo para pasar un rato y ver cómo crece e influencia a sus hermanas mayores en el futuro próximo.