Hay una sensación horrible en esta vida que es difícil de quitarse de encima: la de dejar algo sin terminar, haber dedicado mucho tiempo a un proyecto y quedarte a las puertas de finalizarlo. No ha debido ser especialmente fácil para Joe Madureira, que durante diecisiete años ha prometido que algún día retomaría su serie de comics 'Battle Chasers' para darle el apropiado final que los fans deseaban. Mucho se ha rumoreado al respecto: una nueva colección de novelas gráficas, una serie animada para televisión... Pero extrañamente lo que nos ha acabado llegando ha ido por otros derroteros. 'Battle Chasers: Nightwar' es la respuesta del artista y su equipo en THQ Nordic.
El dibujante decidió cumplir su promesa de una vez por todas con un proyecto en Kickstarter que alcanzó el éxito y resonó por prometer una aventura que recuperaría al grupo de cinco protagonistas para contar sus aventuras en formato RPG con un estilo gráfico que recordaría constantemente a las páginas a las que él mismo dio vida en el pasado. El resultado es uno que consigue contentar tanto a los fans como a los jugadores habituales del género, aunque quizás por este camino intermedio no logra alcanzar el grado de magnificencia que pudiera.
Persiguiendo la batalla
El argumento del juego nos pone frente al grupo de Battle Chasers, cinco batalladores que se conocieron tiempo atrás cuando el padre de uno de los miembros, Gully, desapareció durante la destrucción de su poblado. Es esta joven muchacha quien sirve como enlace principal entre los miembros del equipo inicialmente y quien en teoría carga con el manto del protagonismo, aunque a la hora de la verdad nadie cuenta con un protagonismo mayor que los demás; una buena manera de llevar una narrativa que involucra a múltiples personajes.
El equipo se ve disperso al ser atacados por bandidos aéreos que derriban su barco volador sin motivo aparente, lo que lleva al grupo a reagruparse e investigar qué está sucediendo en la isla donde han aterrizado. A partir de aquí el hilo narrativo se vuelve predecible y no se molesta en otorgar ninguna sorpresa: releva el interés argumental a sus personajes principales, a quienes queremos conocer más de cerca por su atractivo y carisma.
Este es un punto en el que el juego gana bastante, y es que tanto Gully como el resto del grupo son merecedores de un cariño especial. Los comportamientos de los miembros del equipo son chulescos y algo creídos, pero muy diferentes entre sí y les hace tener un papel en pantalla que puede llamar a diferentes tipos de personas. Desde el corazón bondadoso de Calibretto, un gólem de guerra preocupado siempre por los demás; hasta los momentos que más irritan al cascarrabias de Knolan, el más anciano del grupo. Es un equipo diverso que también viene bien potenciado por algunos personajes NPC de interesantísimos diseños y personalidades de lo más atrevidas.
Sin embargo, y volviendo a la historia del juego, hay un problema que es difícil de ignorar: los eventos del juego suceden en una isla apartada del mundo principal de 'Battle Chasers'. Esto permite cierta libertad al equipo de guionistas para poder crear una nueva historia para que nuevos jugadores no se pierdan en explicaciones o recordatorios de lo que sucedió en los nueve números impresos de los cómics; pero los amantes de la serie se pueden sentir algo abandonados, pues los temas argumentales presentados en el material original continúan quedando como pendientes. No se da un cierre a ninguno de esos temas y se abren otros que podrían retomar en una secuela.
Licántropos y mazmorras
Es cierto que estos ajustes intentan llevarse a cabo para hacer más accesible una parte de la comunidad: el hecho de que estamos frente a un videojuego, con todo lo que ello implica. Este es sobre todas las cosas un RPG por turnos que nos invita a tomar tres miembros del grupo, colocarlos frente a una serie de monstruos que desean nuestros cráneos para beber vino de ellos y que sacarán toda la artillería pesada que puedan para ello. Lo tienen complicado, siendo sinceros, porque nuestro poder ofensivo llega a alcanzar niveles de locura al montar las estrategias correctas.
Pero no malinterpretéis mis palabras, este no es un juego fácil. O, más que ser difícil, es exigente: para equiparnos con nuevas armas y ropajes necesitamos un nivel mínimo que se nos requerirá, el cual suele rondar sobre el que tendrían los enemigos iniciales de la siguiente mazmorra que debiéramos visitar. El gran problema reside en que a veces no contamos con ese nivel en un principio, por lo que debemos detenernos a entrenar repitiendo mazmorras.
Este sistema no es nada cómodo para el jugador. Hay un total de ocho mazmorras para recorrer en nuestra aventura, las cuales podemos repetir una vez terminadas en una dificultad mayor para lograr mayores recompensas y entrenar a nuestros miembros del grupo. Las salas se general proceduralmente y puede parecer que esto daría algo de variedad a la aventura, pero no quita la sensación de encima de que estamos repitiendo las mismas tareas, y mucho menos cuando lo que el título nos recomienda es que nos atrevamos a repetir los niveles nada más acabarlos porque, de volver más adelante en la historia, podríamos ganar muy poca o nula experiencia adicional. Esto hace que la dinámica del juego se centre mucho en el entrenamiento, y más cuando los miembros del grupo que se encuentran en la reserva no ganan nada de experiencia mientras permanezcan en el banquillo.
Locura presencial
Estos problemas de jugabilidad manchan a un título que en su presentación es realmente sólido. El estilo gráfico que se ha seguido es sencillo y quizás se podría calificar como algo menos costoso que otros juegos de alta gama actuales, pero traduce muy bien las páginas de los comics y el estilo característico de dibujar de Madureira una vez llevado al 3D, al igual que hacía acertadamente la franquicia 'Darksiders'. Es especialmente impresionante una vez comienzan a hacerse uso de los ataques especiales, los cuales ponen en todo su esplendor los modelos de personajes.
El doblaje en su contrapartida española es también muy acertado y divertido de escuchar en la mayoría de sus personajes, con un especial cariño por parte de los NPC y de algunos miembros del grupo como Knolan. Las escenas dobladas no son constantes pero sí lo suficientemente comunes como para apreciar el esfuerzo de la traducción y el doblaje a varios idiomas.
Quizás esta presentación se vea algo perjudicada por el gran número de errores y crashes en las versiones de consola en el momento de lanzamiento del juego, pero a partir de la llegada de un nuevo parche lanzado durante la producción de este análisis este redactor no ha vuelto a tener problemas al respecto. No significa que no existan bugs de forma inmediata, pero parece que la mayoría de errores han sido corregidos.
Conclusiones
'Battle Chasers: Nightwar' es un buen RPG y una buena continuación para los amantes de la serie original, pero la suma de las dos experiencias no consigue hacer que esta sea una obra que vaya a hacer historia. Sabe acertar en cómo presentar la franquicia a nuevos consumidores y abre las puertas para ver más productos alrededor de esta, pero la espera de diecisiete años quizás se antoje como infructífera para aquellos que desearan el regreso por la puerta grande de Gully y su pandilla. Como RPG, por otro lado, funciona en ciertos apartados mientras que falla en otros, como la necesidad de entrenar al equipo de forma continua para lograr balancear la dificultad del juego a algo aceptable. Sin embargo estos problemas pueden ser fácilmente ignorados gracias al encanto de los personajes que pueblan su mundo y una presentación impecable que hacen que la experiencia merezca la pena.