El 30 de Junio 2015 | 15:31
Lo que ha conseguido enamorar de Batman a lo largo de estas últimas décadas es precisamente aquello que Rocksteady ha sabido explotar en su franquicia de juegos. También la faceta que el director Christopher Nolan supo aprovechar y convertir en protagonista en su trilogía de películas: el lado más humano y psicológico de Batman y de sus enemigos.
Porque Batman, a diferencia de todos los demás "superhéroes" del universo de cómics, series y películas, es totalmente humano. No tiene ningún poder especial, ni le picó ninguna araña radioactiva, ni vino del espacio. No tiene nada que le diferencie de nosotros, excepto unos cuantos miles de millones en la cuenta corriente y un entrenamiento físico y mental al alcance de unos pocos.
La locura también es un tema recurrente en el universo de Batman. Todos los enemigos del Caballero Oscuro sufren algún tipo de trastorno mental y la prueba está en que cuando son capturados no se les envía a la cárcel sino al psiquiátrico de Arkham. Batman, incluso, también tiene esos problemas psicológicos y traumáticos desde la muerte de sus padres.
Rocksteady trató de incidir en la figura de Batman de forma personal y no tanto en sus poderes físicos como "hérore" desde el primer 'Arkham Asylum', aunque no ha sido hasta esta última incursión, 'Batman Arkham Knight', cuando se ha visto potenciado hasta niveles exagerados. Sin duda, lo mejor del juego es su trama y estos aspectos que poco o nada tienen que ver realmente con la jugabilidad o con los videojuegos en general.
'Arkham Knight' cuenta con el mejor guión y con la mejor historia de toda esta saga de videojuegos, que por desgracia termina aquí. Muchos diréis que tampoco era demasiado difícil viendo los precedentes, que a pesar de contar con historias trabajadas y que contaban con sus propios giros y buenas intenciones tampoco destacaban de una manera demasiado excesiva. Pero eso no quiere decir que la construcción de los personajes a lo largo de los juegos no haya sido excelente, y que la manera de narrar y de contarnos este final no sea magistral.
¿El problema? Que precisamente lo mejor que tiene el juego es aquello que no puedo contaros en este análisis. Casi desde los primeros instantes de juego nos iremos encontrando con varios giros y muchísimas sorpresas (de verdad, algunas estoy seguro de que ni os imaginaríais) y que forman parte de la esencia final del juego. En serio, no veáis vídeos y no busquéis información más allá de lo necesario, porque la magia de 'Arkham Knight' radica precisamente en esos pequeños detalles y en esos giros de guión.
Gotham City
De nuevo volveremos a encontrarnos en un mundo abierto que vuelve a situarse en un contexto concreto. Es decir, no es un mundo abierto en el cual podamos hacer lo que queramos o nos podamos perder realizando actividades cotidianas o qué sé yo, no, ya que el juego está ubicado en una sola noche en la que ocurren una serie de acontecimientos que sí que podremos solventar en el orden que queramos y desplazándonos por el mapa con total libertad.
La novedad más importante y palpable del juego respecto a los dos anteriores títulos de la franquicia es que ahora contaremos con el Batmóvil como vehículo con el que poder desplazarnos. Casi desde el inicio del juego nos daremos cuenta de que su protagonismo será mucho mayor del que quizás os imaginéis en un principio, ya que durante las misiones principales la utilización del coche será constante.
De hecho, quizás sea el único punto negativo del juego, aunque reconociendo que se trata de una opinión muy personal y subjetiva. El Batmóvil es muy interesante y satisfactorio como método de transporte opcional en caso de que no queramos ir volando entre tejados, pero también tiene una modalidad ofensiva que puede no gustar a todo el mundo.
Pulsando el gatillo izquierdo transformaremos el Batmóvil en un auténtico tanque de una capacidad destructiva increíble, con el que deberemos enfrentarnos a otros vehículos enemigos que tratarán de destruirnos. Estos enfrentamientos no tienen nada que ver con las excelsas batallas que podemos volver a vivir con Batman a pie, y resultan algo sosas, lentas y quizás poco divertidas en comparación con el resto del juego.
El problema ya no solo radica en ese hecho (que vuelvo a repetir, es subjetivo) sino que el propio juego fuerza en muchas ocasiones la utilización del Batmóvil, sobre todo durante la historia principal. Sin entrar en spoilers, habrá más enfrentamientos subidos en el vehículo que a pie, lo que no ha terminado de convencer en exceso. Aún así, también viviremos momentos memorables al volante de esta nueva incorporación, que significa sin duda la diferencia más notoria de 'Arkham Knight' respecto a sus predecesores.
Porque el juego es muy continuista, no lo vamos a negar. Una fórmula excelente en términos jugables no debe ser cambiada en exceso, y por ello se tomó la decisión de dejar todo igual e incluir el Batmóvil como novedad. Seguiremos pudiendo realizar esos espectaculares combos en esos combates que sin duda han marcado a la industria, seguiremos teniendo acceso a muchos dispositivos y gadgets diferentes... quizás su utilización se haya reducido exponencialmente respecto a los otros juegos, pero siguen estando genialmente implementados.
Una secuela con todas las consecuencias
El juego da por hecho que has jugado al menos a alguno de los anteriores títulos. Sí que cuenta con un tutorial (camuflado entre los primeros minutos de juego) pero que precisamente se centra en los aspectos nuevos que incorpora la jugabilidad y no tanto en los que ya se había experimentado en los juegos anteriores. De hecho, Batman comienza con muchos de los accesorios, gadgets y combos que ya desbloqueamos en su momento en aventuras anteriores. Se nota que existe una progresión y tanto a nivel de trama como a nivel jugable, 'Arkham Knight' da por hecho que has tenido al menos un mínimo contacto con sus predecesores.
Hay muchísimas cosas que hacer en la ciudad y muchísimos villanos que toman protagonismo en las misiones secundarias y no en la trama principal, aunque siguen sin configurar algo realmente excelente. No penséis ni mucho menos que la calidad de los contenidos secundarios va a acercarse lo más mínimo en cualquier sentido a las misiones principales, porque entonces os decepcionaréis y mucho. Entendedlo más como un complemento que resulta satisfactorio y añade horas de juego, pero lo importante sigue siendo la historia que se nos narra.
El final merecido
No quiero dejar el análisis sin comentar la última fase del juego. O más bien la última de la trama principal. Sin contar nada, obviamente, solamente diré que se trata de una de las mejores experiencias que he vivido en estos últimos años. Rocksteady ha sabido cómo sorprender, satisfacer, entrar en terrenos que antes solamente habían arañado en su superficie y, por supuesto, saber cerrar una saga mítica que puede considerarse a día de hoy como una de las mejores de la historia.
Batman y Rocksteady se marchan por la puerta grande. Esta aventura es imprescindible, colosal, humana, psicológica... y es una lástima no poder contar mucho más para no destrozaros la experiencia. Si os gustaron los juegos anteriores lanzaros de cabeza, y si no los probasteis, también. Algunos aspectos podrían ser mejores, sin duda, pero no afean el resultado final, que es poco menos que espectacular.
Aquí termina la historia de Batman, pero siempre será recordada.
Lo mejor:
- La trama, la psicología de los personajes, los giros de guión, las sorpresas... - Sentirse el auténtico Caballero Oscuro. - Apartado técnico espectacular. - Todo.
Lo peor:
- El Batmóvil en su faceta de combate y los numerosos enfrentamientos obligatorios con él. - Saber que es el último título de la saga. - Ya no sorprende tanto.