Platinum Games siempre tiene alguna que otra sorpresa guardada para aquellos que quieren algo más que la experiencia que nos deje a medias. Puedo contar con ellos para nuevas franquicias de acción, como los maravillosos 'Bayonetta' o 'The Wonderful 101'. No fue una sorpresa cuando este mismo año mostraban con seguridad su siguiente proyecto, el cual llegaría a finales de verano en exclusiva para la consola híbrida de Nintendo. Y la espera, aunque corta, ha merecido la pena: 'Astral Chain' va directo a convertirse en una de las sagas estrellas de la compañía sin lugar a dudas.
La idea con la que se presentan me recuerda en muchos aspectos al mencionado 'The Wonderful 101'. Si aquel juego era el representante de las series Sentai con 'Pikmin', 'Astral Chain' se marca un tanto y hace algo parecido tomando inspiración de 'Neon Genesis Evangelion' y 'JoJo's Bizarre Adventure'. El resultado es la mejor representación de estas dos obras maestras en el terreno de los videojuegos, y eso marcándose con un espíritu propio que brilla como el platino puro.
Batalla por nuestro paraíso
En un futuro no muy lejano la humanidad se encuentra al borde de la extinción. Un meteorito provocó la apertura de portales que conectan con el plano astral, el cual se ha tragado casi toda la vida en la Tierra con la excepción de una isla artificial: el Arca. Al borde de esta crisis sólo un equipo de policías especiales puede mantener el orden y evitar que los espíritus de nuestra dimensión vecina nos conquisten, y aquí es donde nosotros entramos. Armados con nuestro bastón antidisturbios, pistola reglamentaria y un extraño cacharro nos lanzamos a las operaciones más arriesgadas. ¿Y para qué sirve lo último? Para invocar a nuestras Legiones, bestias astrales que han sido dominadas con cadenas para obedecernos y luchar a nuestro lado.
El argumento es una pieza clave en 'Astral Chain', más de lo que suele al tratarse de una producción de Platinum Games. La empresa no está reconocida como grandes narradores de historias, siempre dejando en un segundo plano este aspecto en la mayoría de sus juegos a la par que se mofan de sus propios tropos. Akiteru Naka, guionista principal, no ha querido que este fuera el caso con la obra que tenemos entre manos. Todo gira en torno a los sucesos en el Arca y los personajes que mueven los hilos, con un tono serio siempre presente.
En cierta medida funciona. Tiene un guión más potente que otros juegos de la compañía, y es un buen conductor y motivador para que sigamos hasta el final de la aventura con ganas de descubrir más, aunque no es perfecto. En ocasiones algún que otro pobre diálogo nos puede hacer rechinar los dientes, y la gran mayoría de sus giros de trama se pueden oler a kilómetros de distancia. Lo compensa con personajes muy carismáticos que no tardamos en amar como Kyle, Jena o Lappy (sin lugar a dudas el mejor).
Fusión con lo desconocido
Nuestra aventura como policía no consiste en dar palizas a invasores extradimensionales. La jugabilidad de cada operación se divide en dos secciones interconectadas que reflejan la realidad de la vida policíaca: además de la acción tenemos con nosotros también las investigaciones donde hacer uso de nuestras dotes como detectives, reprender a ciudadanos que no se comportan correctamente, ayudar a pequeños niños perdidos en la calle, mover el tráfico para que pueda circular... Es casi un simulador de guardián del orden al que sólo le falta el papeleo correspondiente. Menos mal que eso no tenemos que jugarlo.
Estas partes perfectamente se complementan con los combates, donde una variedad perfecta al juego que evita que caigamos en la monotonía de las batallas constantes. Funciona a la perfección además porque gran parte de este contenido es secundario, pudiénonos saltar casi todo para entrar de lleno en la acción si sólo queremos seguir adelante en la historia. Eso sí, tendremos que volver antes o después para completar todos los objetivos y buscar la nota máxima en nuestra puntuación de juego, intentando calificarnos siempre con el prodigioso S+.
Volver atrás e intentar mejorar nuestra nota es algo que haremos mucho. Es muy fácil que se nos quede la espina clavada de haber rendido mal en un capítulo y querer mejorarnos a nosotros mismos. Eso sí, se trata de un proceso exigente y, en ocasiones, mal equilibrado. Podemos sentir que lo hemos hecho de pena en una pelea y aun así ganar una nota muy alta, o todo lo contrario también: se compensa nuestra variedad de ataques, el tiempo de resolución y otros factores que no quedan claros en las primeras horas de juego. Es quizás el aspecto que más haría falta pulir de la obra, un sistema de puntuación más claro hacia el jugador para orientarle en cómo quieren orientarnos para la destreza del combate en el futuro.
Nunca nos separaremos
Hacernos a las mecánicas de combate no es sencillo. En las primeras horas de juego se hace especialmente difícil acostumbrarse al mando: controlamos a nuestro avatar y dejamos suelto a nuestro Legión, sin saber muy bien qué hacer. Cuanto más avanzamos más nos damos cuentra de que la clave está en la sincronía que tenemos a nivel de jugador con estas bestias: analizar la situación en la que nos encontramos, saber qué Legión utilizar en consecuencia y estar atento a los ataques conjuntos constantes a la par que esquivamos los ataques de los enemigos de manera precisa. Es exigente pero justo: la simbiosis entre nuestro personaje y la bestia es la piedra angular sobre la que gira todo el desarrollo de una batalla. Él no podrá hacer gran cosa por su cuenta con la cadena con la que le limitas, y tú no provocas grandes daños a los enemigos por no contar con las debidas habilidades.
Es un sistema de acción que habla muy bien acerca del elemento principal de la aventura, la cadena que da nombre al título. En cierta manera, se podría decir que es la misma cadena invisible que ata al avatar de un videojuego a nuestro control a través de un mando: necesita de nuestra guía para avanzar, y nosotros lo domamos adecuadamente para que se convierta en el héroe de turno. Durante muchos años hemos querido romper esas cadenas y convertirnos nosotros mismos en el propio avatar de las aventuras que protagonizamos, y quizás a través de las Legiones podamos entender la relación que existe entre un protagonista y un jugador. Es una pequeña reflexión a la que nos invita Platinum Games y que esperemos que se vea más profundizada en secuelas de esta entrega.
Conclusiones
'Astral Chain' sabe cómo hacer encajar todas las piezas de lo que es una buena aventura. Tiene acción, exploración y toda clase de secretos que descubrir en un juego de entre quince y veinte horas de duración en su primera partida, todo un logro por parte de Platinum Games. Sumando los cuatro niveles de dificultad a su disposición, la necesidad de obtener notas mejores y el cómo se nos invita a repetir la experiencia un gran número de veces, tenemos ante nosotros un resultado magnífico: una de las mejores obras exclusivas de Nintendo Switch. Ojalá no tardemos mucho más en ver más de este universo.