REVIEW

Análisis 'Assassin's Creed Chronicles Rusia', el cierre de Climax

Nos movemos a la Revolución Rusa para cerrar el trío de juegos que Climax ha perpetrado a modo de spin-off en la saga 'Assassin's Creed'.

Por Xose Llosa 8 de Febrero 2016 | 12:02

Siempre que me paro a pensar en las localizaciones que me gustaría ver en futuros juegos de la saga 'Assassin's Creed' mis ideas se van, irremediablemente, al estallido de la Revolución Rusa a principios del XX. También la Segunda Guerra Mundial sería otro de mis escenarios idílico, incluso conflictos más modernos como la Guerra de los Balcanes le podría dar una vuelta de tuerca interesante al tono de la saga. Parte de mis plegarias han sido escuchadas, y con la tercera entrega de 'Assassin's Creed Chronicles' Ubisoft nos mete en el pellejo de Nikolai Orelov en la Rusia de 1918. China e India para mí, en buena medida, fueron un trámite a superar para llegar a este 'Assassin's Creed Chronicles Russia', un juego que tenía muchas ganas de enfrentar y que llega dibujado bajo las mismas reglas que Climax ha marcado para esta pequeña franquicia tan satisfactoria de spin-off.

Con la amenaza de los templarios como macguffin al fondo del desarrollo, y el personaje de Nikolai rudo y veterano, el asesino se mueve sibilino entre el caos de una revolución envolviendo la historia en el misticismo de la leyenda de Anastasia y la progenie de los extintos zares rusos. Este es el pretexto de partida para una narración articulada en pequeñas viñetas entre misiones, que, al igual que en los Chronicles anteriores, desarrolla la historia casi como un telón de fondo, dibujado de manera gruesa, que interesará mínimamente al seguidor del más acérrimo del universo 'Assassin's Creed', pero pasará desapercibido para el resto de jugadores. Realmente Chronicles son juegos de ambientación, de contexto, pero no de carga narrativa. Justo como juegos de ambientación funcionan francamente bien, porque el adjetivo de spin-off permite a Climax mover la aventura por derroteros experimentales, llevando la aventura a contextos que los juegos principales todavía no se han atrevido a tocar.

El tercer eslabón

De los tres, sin duda, 'Russia' es el experimento más interesante porque es el que más rompe con el universo habitual de 'Assassin's Creed'. Los juegos anteriores, China e India, están más cercanos a épocas por las que la franquicia ya se dejó caer en entregas principales, pero 'Russia' es el paso más cercano a nuestros días que ha pegado nunca la saga. Así, y a pesar de que, como decía, los mimbres y estilo de la aventura son los mismos que en los dos Chronicles anteriores -aventuras de infiltración en progreso lateral y perspectiva 2.5D-, aquí se añaden un montón de utensilios nuevos fruto de la época en la que el juego se desarrolla. De esta forma, podemos utilizar teléfonos para despistar a los oponente, el tranvía como medio de conexión entre diferentes fases, el fusil como una de las herramientas principales, minijuegos de francotirador... si cada uno de los Chronicles busca tener sus puntos de particularidad frente al anterior, 'Assassin's Creed Chronicles Russia' es el más rupturista de todos ellos.

También en el ritmo encuentro un cambio. No sé si es porque a estas alturas yo ya me siento más ágil en esta saga de spin-off, pero encuentro a este juego mucho más dinámico que 'Assassin's Creed: India', que me parece el más reflexivo de los tres. La propuesta de Chronicles es interesante en la medida en la que los tres juegos son claramente parte de una propuesta conjunta, coherentes los tres como un solo pack -que, aventuro, no tardará en llegar a las tiendas-, pero a la vez son suficientemente diferentes entre sí para suponer, por separado, un acercamiento fresco y con entidad a cada uno de ellos.

Para el que se acerque de nuevas a estas aventuras. Lo que proponen es una experiencia de rompecabezas de infiltración en perspectiva lateral, muy centrados en el ensayo y error. Con un asesino como personaje principal, ágil en movimientos, este trío de juegos está focalizado, sin duda, a la resolución de situaciones a base de sigilo en escenarios de diseño muy vertical.

Lo mejor de Russia es el apartado artístico. He hablado bien del apartado visual de 'Assassin's Creed Chronicles' en cada uno de los abordajes que he podido hacer, pero con Russia optan por una paleta de colores de grises para los escenarios, que representa la suciedad del mundo industrial de la revolución del XX. Es el mismo experimento que puso sobre la mesa el tristemente olvidado 'The Saboteur' de Electronic Arts, que funcionó bien allí y funciona bien aquí. No hace falta que nadie te diga: "Oye, esto es la Revolución Rusa", fácilmente captas el mundo sombrío de un momento de crisis y el la suciedad propia del carbón y la industria de su tiempo.

El acercamiento más original

Pensando en que estos tres 'Chronicles' pueden ser jugados de manera aislada o en cualquier orden, si sólo se hubiese que quedar con uno de los tres sería con este último. Por ambientación, por suponer el mordisco más inesperado al universo de 'Assassin's Creed', y por representar la entrega más original de estas tres, 'Assassin's Creed Chronicles Russia' es mi favorito. A decir verdad, cada acercamiento que he tenido con 'Assassin's Creed Chronicles' me ha parecido más interesante que el anterior, y con cada nueva entrega he caído más en el gusto por este trabajo de Climax, bastante interesante en términos generales. Los tres juegos, por necesidad, caen en los mismos errores: el sistema de combate es tosco. Pensado para evitar el enfrentamiento cara a cara, cuando nos toca batirnos el cobre a rostro descubierto todo se convierte en una amalgama difícil de comprender y dominar. Por otra parte, la carga argumental queda tan en segundo plano, que no puedo evitar pensar en que es, de cierto modo, una oportunidad perdida de haber aportado algo a nivel narrativo. Sin embargo, y por encima de estos dos puntos, lo cierto es que como spin-off 'Assassin's Creed Chronicles' es una propuesta con sentido, rupturista con la saga principal y original. Por otra parte, el género del sigilo en perspectiva lateral no es el más explotado del catálogo, y los rompecabezas de ensayo y error son un reto ágil e inteligente para el que se acerca a estos títulos.