Las crónicas de los asesinos ahora nos llevan hasta India, tras habernos paseado por la China de los Ming. 'Assassin's Creed Chronicles: India' es el segundo de esta pequeña pero sorprendente trilogía que firman los británicos Climax, conocidos por 'Silent Hill Origins'. El protagonista en esta ocasión es Arbaaz Mir, y de por medio una historia de amor prohibido en tiempo de guerra, de aquellas que hubiesen nacido de Las mil y una noches, que es en último término el tono al que Climax nos quiere trasladar. Nos movemos a la India del XIX, en una visión mística y colorida, la representación propia del relato clásico que mira más a la ficción que al realismo. La visión de Oriente que nos resulta tan familiar a los que crecimos con 'Aladdín'.
Con 'Assassin's Creed Chronicles: China' también viajamos al arquetipo de la China más mística, el recorrido que trazamos es el salto de tópico en tópico, y se molestan porque, guardando el mismo apartado estético -lo mejor que tienen estos spin-off-, tras la pantalla de carga se nos hagamos testigos de que: uno, es la misma saga; dos, esto es la India. Estéticamente entiendo que este juego es superior, más fino en el pulso estético, aportando más fuerza a través de una paleta de colores cálidos muy intensa. Sigue manteniendo, es lógico porque estéticamente China funcionó muy bien, el trazo de la acuarela con matices de desenfoque, aunque quizá aquí sea un recurso menos utilizado.
En lo estético
La propuesta estética continúa en la puesta en escena, lógicamente los soldados y enemigos han cambiado su atuendo, pero también se aporta autenticidad a la localización con una verborrea incesante e inteligible entre los soldados nativos. Al final, pequeños detalles que suman empaque a lo que, a priori, se presenta como una producción modesta. Como otro de esos pequeños proyectos a los que Ubisoft les ha cogido el punto exacto, y que una y otra vez saben tan bien aprovechar -'Grow Home' o 'Valiant Hearts' son otros ejemplos-.
He comenzado hablando tanto de 'Assassin's Creed Chronicles: China' como lo estoy haciendo de 'Assassin's Creed Chronicles: India'. Son juegos continuistas en todos los sentidos. China, India y Rusia fueron proyectados de manera simultánea como las tres piezas de 'Assassin's Creed Chronicles' que Climax va a traer a nuestras plataformas, y en este sentido es obvio que la fórmula se mantenga en estos tres lanzamientos. Sin embargo, y no estoy seguro al cien por cien de si lo que voy a exponer ahora está en el juego o en mis ojos, en este nuevo acercamiento me encuentro con una propuesta más autoconsciente.
'Assassin's Creed Chronicles' es una pequeña saga en 2.5D centrada fundamentalmente en el sigilo. Una suerte de 'Mark of the Ninja' con la marca de 'Assassin's Creed', que resulta fresco y, en muchos sentidos, seguramente rejuvenecedor para la licencia. Con el primer juego me costó un par de horas llegar a descubrir cuál era la verdadera intención de Climax, de tal forma que tardé en estar seguro si el sigilo era algo accesorio o central en las mecánicas. Había fases más plataformeras, otras que invitaban más al combate... daba una sensación mayor de popurrí, que en muchos casos le hacía un flaco favor. En 'Assassin's Creed Chronicles: India' el estudio sabe que lo que funciona es su fórmula es el sigilo, y ahora sí se ha construido toda la experiencia en torno a esta mecánica con todas las consecuencias. Sigue habiendo variedad de situaciones, pero en mi experiencia éstas son más bien puntos de desahogo que componentes estructurales de la aventura. También es cierto que ahora conozco las mecánicas de 'Assassin's Creed Chronicles' y, como se suele decir, "sabía a lo que venía", pero lo realmente importante es que me encuentro en Chronicles India una fórmula más coherente en la propuesta, más consciente de sus capacidades y sus carencias, y que, ahora sí, sin ninguna duda está pensada, creada y enfocada a los rompecabezas de sigilo.
Ensayo - error
La palabra rompecabezas aquí es la importante, porque funciona en algún modo como 'Lara Croft GO', presentando una situaciones con una métrica clara ante las que debemos buscar la ecuación correcta para superarlas. Sin ser un scroll continuo, el juego nos va enfrentando a diferentes áreas dentro de un nivel, áreas que al superarlas nos marcan un checkpoint que nos avisa del fin de una y comienzo de otra. Cada área es un pequeño laberinto con soldados colocados de manera estratégica que repiten la misma rutina una y otra vez, y el objetivo es estudiar lo que tenemos delante para decidir la ruta a superar. En un principio rutas muy sencillas, pero en ocasiones ejercicios complejos que juegan sin reparos con el clásico ensayo-error. Cabe recordar que estamos en 2.5D, por lo que debemos sumar la variable profundidad para darle un nuevo matiz al reto que nos propone. El diseño de escenarios y situaciones es el verdadero valor de 'Assassin's Creed Chronicles'. El gran valor del trabajo de Climax en este trío de spin-off es haber logrado una experiencia de infiltración en desarrollo lateral muy accesible, rápida y dinámica, a la vez que con su cierto grado de complejidad.
Si este es el gran valor de Climax, la tarea pendiente es el sistema de combate. Sigue siendo confuso y poco fructífero. En buena medida el juego nos obliga a jugar a la infiltración porque los enfrentamientos cara a cara acarrean la muerte segura, y son muerte segura no exactamente por la dificultad del videojuego en sí, sino más por la sensación de impotencia que genera el diseño deficiente de mecánicas para liarnos a estocadas. Recuerda en el combate a 'Castlevania: Lord of the Shadows - Mirror of Fate', coincidiendo ambos en el interés de llevar el tono de los combates de las entregas tridimensionales a la perspectiva plana, y siendo ambos confusos en este punto. La suerte de parry, combos, piruetas y contraataques que nos proponen en 'Assassin's Creed Chronicles' hace imposible un combate con más de un enemigo a la vez. No es particularmente disruptivo porque el gusto de 'Assassin's Creed Chronicles: India' es pasar desapercibido y evitar los cara a cara, pero lo cierto es que tampoco nosqueda otro remedio.
En conclusión
'Assassin's Creed Chronicles: India', en conclusión, es en todos los sentidos una entrega más dentro del trío de Chronicles que se cerrará con Rusia el mes que viene. Respecto a Chronicles China, habiéndome parecido ya el anterior muy interesante, encuentro un paso adelante aquí, con un juego más cerrado y que va al grano sobre lo que realmente sabe hacer. También es cierto, y esto entra dentro del plano completamente personal, que la ambientación de India me resulta más seductora que la de China, muy probablemente por haber sido un niño noventero que perdía las horas con el 'Aladdin' de Mega Drive. Los dos puntos negros que nos topamos en India son los que ya arrastramos del anterior: el sistema de combate demasiado confuso y/o complejo, y que a nivel argumental no supone un gran aporte en la saga, lo que no sé si es positivo o negativo porque a fin de cuentas estamos en un spin-off. Cierro como comencé, obligándome a hablar de lo visual, lo colorido, lo preciosista que intenta ser sin desplegar unos valores de producción ni mucho menos exagerados. En cualquier caso, el título de heredero de 'Mark of the Ninja' lo está terminando por acaparar Climax con esta trilogía.