Análisis 'Assassin's Creed Chronicles China'

Llevo días jugando y pensando en 'Assassin's Creed: Chronicles China'. A pesar de ser un juego de premisas muy simples, me ha dado varias vueltas a la cabeza acerca de cómo y qué son los videojuegos. La premisa es muy sencilla, un spin-off basado en la franquicia 'Assassin's Creed', ambientado en la China del siglo XVII. Un juego en 2.5D de progresión lateral, lo que como sabréis es un género muy manoseado en la actualidad. El atractivo en este caso, además del sello de la licencia, es que que basa su premisa en la infiltración y no en las plataformas o el combate cuerpo a cuerpo.

Hacer un juego de infiltración de avance lateral no es fácil, el hecho de perder una dimensión en el movimiento hace necesario modificar elementos muy básicos para llegar a un propuesta coherente, y con esto es con lo que se nota que Climax se ha estado peleando. Igual que en su día 'Castlevania: Lords of Shadows Mirror of Fate' trató de llevar la propuesta Hack'n'Slash de sus juegos de sobremesa de la manera más fiel posible a terreno 2.5D, la faceta de infiltración y sigilo de 'Assassin's Creed' es lo que se buscan plasmar en este proyecto. ¿Es exitoso el camino de Climax para lograr esto en 'Assassin's Creed: Chronicles China'? Y esto es lo que llevo días preguntándome. Esta cuestión, el punto de partida básico de la crítica del juego, es en este caso la más compleja de responder.

Niveles

A la hora de enfrentarnos jugablemente a 'Assassin's Creed Chronicles China' nos encontramos con niveles cuidados y complejos, en los que hay un montón de vigías a evitar o asesinar sigilosamente. De los ojos de cada vigía veremos salir un enorme y clásico cono, que demarca su rango de visión. Premisas muy clásicas mezcladas con un par de detalles que ponen en jaque las leyes de la física: prácticamente nunca nos descubrirán por el oído, de tal forma que es muy raro que caminemos a las espaldas de un guardia y seamos descubierto, y por otro lado, aquí viene un detalle más extraño, cuando dos personajes están charlando no ven qué hay a su espalda. Podemos estar pegados a un personaje, pero nunca nos verá siempre que esté charlando con otro. Lo que hace 'Assassin's Creed Chronicles China', como todos lo videojuegos, es establecer unas reglas del juego a las que debemos sujetarnos para tener éxito, solo que a fin de adaptar unas reglas coherentes para diseñar infiltración en progresión lateral, estas normas se escapan de las bases físicas que rigen el mundo fuera de una videoconsola. Es chocante, pero no necesariamente "malo" en la medida en la que sin duda, una vez conocemos estos conceptos básicos de 'Assassin's Creed Chronicles China', todo funciona correctamente.

Son un par de juegos de manos que rechinan entre mis dientes, pero lo cierto es que tampoco he encontrado muchos ejemplos de juegos en 2D basados fundamentalmente en la infiltración. Si reducimos la lista lista a los que funcionan bien como juego de infiltración en avance lateral, entonces nuestro montante de videojuegos se puede fácilmente reducir a un ejemplo, que es este.

Infiltración en 2.5D

Como laberinto de infiltración, que es la definición más precisa para este juego, es mucho más satisfactorio que como juego de enfrentamientos. La mecánica de cara a cara se basa en contragolpes, y casi está reducida a una última salida para resolver las situaciones. El juego nos invita, de hecho es mucho más divertido y satisfactorio, a movernos cual matahari dejando un reguero de cadáveres a nuestras espaldas sin ser vistos. Con una propuesta muy dinámica y permisible para las plataformas, logra ese efecto de fluidez de movimientos que también se consiguen en los juegos convencionales de la franquicia.

De hecho, uno de los puntos satisfactorios de 'Assassin's Creed Chronicles China' es que, aún siendo tan diferente a lo que conocemos navidad a navidad de 'Assassin's Creed', sí se preocupa por adaptar los mimbres básicos que hacen reconocible a la franquicia al avance lateral. Esto lo perpetra a través de esa fluidez y elegancia de movimiento, y el premio al resolver las situaciones desde las sombras tratando rehusar en la medida de lo posible el contacto cara a cara.

Climax Studios

El trabajo de Climax tiene una lectura de capas. En un primer contacto no rompe ningún esquema, pero con el paso de las horas, a medida que vamos deshojando su constitución, empezamos a toparnos con detalles interesantes. Uno de ellos, el fundamental, es el diseño de niveles con situaciones muy desafiantes y la posibilidad de movernos a puntos más profundos de la panorámica. Aquello que decía Kojima de "Espionaje Táctico" como subtítulo a su saga, es una redundar sobre una idea, ya que lo táctico y el espionaje requiere lo uno de lo otro de manera íntima, y aquí está el rompecabezas de 'Chronicles' que obliga a la panificación y al ensayo-error. Lo mismo sucede en lo visual, en un primer mordisco no sorprende, no asombra, comienza además en un entorno cerrado lo que le hace flaco favor; pero una vez salimos al aire libre y se desvelan las capas de profundidad, una tras otra, en los fondos de los escenarios, descubrimos una configuración visual cuidada con dibujo acabado en acuarela.

Pasé como un rinoceronte sobre el argumento, simple y llanamente porque nos encontramos ante una historia de venganza y muerte, a la que ni desarrolladores ni jugadores vamos a dar importancia alguna. Al final nos encontramos con un spin-off satisfactorio, con rasgos reconocibles, y aunque lento por momentos, al final divertido. Es un título de consumo rápido que quizá cometa el gran pecado de anquilosarse a un género muy trillado, pero se desvela como una propuesta interesante para explorar la infiltración en dos dimensiones, que es un ejercicio al que no estamos acostumbrados. Sin duda, un producto como este para abordar un spin-off es mucho más intenso y atractivo que un juego de mayor producción pero acabado más mediocre.