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Análisis 'ARMS' para Nintendo Switch

BRAZOS Y PUÑETAZOS

Análisis 'ARMS' para Nintendo Switch

Daniel G. Astarloa Por Daniel G. Astarloa

El 7 de Junio 2017 | 16:00

Los ojos de todos los propietarios de los propietarios de Nintendo Switch se fijan en la nueva franquicia de Nintendo, la cual nos invita a tortas con amigos hasta la muerte.

Nintendo Switch ha salido al mercado en unas condiciones algo dudosas. No pretendo hacer dudar de su éxito, que es sin duda innegable, sino de algunos problemas base que sufre la plataforma como un sistema operativo excesivamente simple, la falta de una carta de títulos por detrás de la Consola Virtual y no tener todavía un sistema de logros que ya han traído el resto de la competencia. También contamos con serios problemas con respecto a su online, con servidores que dan algunos problemas con sus juegos principales, y no mencionemos que las opciones personalizables son prácticamente inexistentes.

'ARMS' conecta con esto mediante un proceso curioso y extraño, pues cuenta con problemas similares y es el juego que Nintendo quiso asociar con la plataforma en su anuncio. Se trata de un videojuego que nada más ver desde fuera deja claro que tiene ciertos problemas de base como insuficiente contenido, pero que es una idea tan sumamente buena y con una ejecución tan excelente que, sencillamente, deja una marca especial en los jugadores y funciona. Deberá comprobar que se puede sostener en el tiempo con el apoyo de los fans y las actualizaciones, pero al igual que la consola, parece tener un futuro brillante en su camino.

Prepárate para la lucha

¡Puños fuera!

La premisa de 'ARMS' no es nada extraña: los jugadores, generalmente uno contra uno, deben enfrentarse en un ring de batalla y atacar a puñetazos hasta que uno de los dos caiga. Existen ataques normales, cargados, agarres, bloqueos y esquives; no hay combos con los que machacar los botones en un determinado orden para obtener movimientos más espectaculares, y contramos con un ataque especial que, de usar en el momento correcto, puede dejar contra las cuerdas a nuestro contrincantes.

La gracia y mayor característica es que los brazos de los luchadores se extienden a través del escenario hasta alcanzar a nuestro rival, y la base de castigo se basa en calcular bien cuándo y qué ataques usaremos pues un mal ataque puede dejarnos desprotegidos durante un segundo clave. Es fácil de comprender: une la estrategia con el juego de lucha tradicional.

Puede parecer sencillo e incluso aburrido, pero la mayor fortaleza de 'ARMS' es la sencillez de las normas de sus combates, lo que permite que cualquiera pueda apuntarse a una partida sin tener por qué estar especializado en el juego. El título puede controlarse tanto por controles de movimiento como tradicionales en toda una gama de opciones de mandos, así que invitar a amigos para jugar en el modo local en casa y partirse las caras unos a otros es divertidísimo.

De hecho, ¡es prácticamente su mejor parte! El hecho de usar controles de movimiento da mucho lugar a las risas y la diversión, y aunque pueda parecer un título del que podamos hartarnos al poco rato Nintendo lo tiene todo pensado. Los modos de juego son variados y nos llevan no sólo a combatir de forma regular, sino participar en minijuegos multijugador como jugar al baloncesto con nuestro enemigo como la pelota, o una partida de voléibol usando el lanzamiento de los puños para mandar la pelota de un lado a otro.

Los combates pueden ser muy variados gracias a objetos y el escenario

Torneo de brazos de hierro

La premisa es efectiva y logra mantenerse como juego multijugador en casa con amigos, pero ¿y si jugamos en solitario? En los últimos años el modo offline ha resultado ser una parte muy importante de los juegos de lucha pese a la principal concepción durante años de que son títulos centrados en su experiencia multijugador. En este aspecto hay aciertos, pero también muchos fallos.

El modo de juego principal con el que contamos es el Grand Prix, una especie de modo arcade que nos invita a coger a uno de los diez personajes y derrotar hasta diez rivales controlados por la máquina en siete niveles de dificultad. El juego sigue un registro de con qué luchadores y en qué dificutad con cada uno de ellos hemos superado el juego, y acierta escalando de vez en cuando un minijuego entre ciertas rondas para hacer el avance algo menos monótono. Después contamos con un modo por separado muy divertido en el que debemos derrotar hasta cien rivales que caen de un golpe, pero que a medida que avanzan se vuelven más difíciles de alcanzar.

Puede sonar todo muy fácil, pero para nada lo es. La inteligencia artificial de nuestros enemigos es increíblemente alta, y en una dificultad media ya tenemos suficientes problemas como para avanzar como para imaginar las más altas. El modo individual hace por tanto que el juego sea un perfecto entrenamiento para convertirnos en un gran luchador en su multijugador.

Suena bien, pero no termina de serlo. Aunque ambos modos de juego se deban completar a la larga no dejo de sentir que es poco contenido para el modo un jugador, y sería capaz de pasarlo por alto si el modo Grand Prix contara al menos con las mínimas señales de que funciona como modo Historia. No hay un argumento detrás del título, un lore profundo y misterioso al que perseguir para descubrir un oscuro secreto. No sabemos las motivaciones y deseos de los personajes para participar en estos torneos; no hay argumento. Y sí, puede resultar algo que no moleste a muchos tipos de jugadores, pero si Nintendo quiere hacer de esta su siguiente gran propiedad intelectual necesita de un transfondo por el que los jugadores se interesen.

Coleccionar todos los puños nos llevará mucho tiempo

Necesidad de más peleas callejeras

De hecho es que faltan más cosas para hacer el juego más completo. Diez personajes para manejar es un número muy bajo de luchadores jugables, por mucha profundización que tengan. Existen treinta tipos de puños que equipar y coleccionar con atributos distintos, pero la mayoría se acaban repitiendo con una afinidad u otra predeterminada para conseguir un efecto secundario al ser cargado. De hecho, si no fuera por esta colección de puños, que obliga a hacerte con todos de forma individual con cada personaje, las horas de juego a las que podríamos dedicarnos al título serían muchísimas menos, y ya me parecen pocas de por sí.

Pero quizás eso es lo que busca 'ARMS'. Al igual que la propia Nintendo Switch es una promesa por parte de Nintendo, una que nos asegura que si tenemos fe nos acabarán trayendo el paraíso. El juego va a actualizarse con más puños, escenarios y personajes de forma completamente gratuita, y con un poco de suerte también podrían caer nuevos modos de juego y algo de historia con la que sorprendernos. Es una promesa de que tendremos uno de los títulos en el género de la lucha más completos e interesantes, pero que remarca el peligro al que nos exponemos en caso de no llegar a cumplirse.

Probablemente con esta nota amarga más de uno quizás dude sobre el valor del propio título, así que intentaré hacer un resumen: ¿merece la pena 'ARMS' ahora mismo? La respuesta rápida es sí. No le sobra contenido, pero tiene lo suficiente como para no aburrir ni dejar una sensación de vacío en sus primeros meses de vida, tiene un multijugador mucho más que divertido y da la oportunidad de entrar en el que este redactor cree que va a ser uno de los eSports más sonados de la próxima generación. No puedo saber con certeza qué sucederá dentro de un año y cuánto habrá crecido el juego, por lo que al final esto es una apuesta con sus debidos riesgos: pero si vienes aquí a luchar y buscar algo único, no dudes en que esta es una de las mejores entradas que vas a encontrar en Nintendo Switch.

8,0

Lo mejor:

- Fácil de comprender y de seguir.

- Perfecto tanto para una tarde de multijugador con amigos como de forma experta.

- Los minijuegos rompen la monotonía con ideas originales y estupendas.

Lo peor:

- Pequeña selección de luchadores.

- Falta de un modo historia.

- La espera entre actualización y actualización.

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