Mario ya no es fontanero. Cuando esta noticia saltó muchos en todo Internet eran incapaces de ceerlo: el italiano más famoso del mundo de los videojuegos no podía haber dejado su empleo, era inconcebible. Tras bromas y algunos usuarios declarando el fin de la franquicia por un tema tan poco serio llegó el momento de la aceptación, la cual no era tan difícil de aceptar. ¿Cuándo fue la última vez que vimos al personaje ejercer el empleo? No se me ocurre ninguna respuesta que no sea 'Mario Bros.', arcade de 1983.
Este es un título que suele olvidarse entre la comunidad de vez en cuando. A medio camino entre 'Donkey Kong' y 'Super Mario Bros.' de NES, la aventura arcade retoma al personaje de Nintendo, le otorga un hermano y se dedica durante todo un juego a ejercer su profesión por primera vez. Esta es, por tanto, una joya histórica que debemos preservar y observar con el cariño y la delicadeza que se nos permite, especialmente por parte de aquellos que no pudiesen nunca probarlo en su momento.
Orígenes humildes
En la corta y extraña aventura que es 'Mario Bros.' tomamos el papel del fontanero o su hermano gemelo Luigi con un objetivo concreto: limpiar y despejar el alcantarillado de Nueva York, que se ha visto infestado con diferentes clases de criaturas que lo han poblado. Tortugas de capazón verde, cangrejos malhumorados y moscas peleonas: todas se han decidido a conquistar la ciudad americana haciendo imposible la vida a los fontaneros de la zona.
No contamos con muchas armas para obtener el éxito en nuestra misión, por desgracia. Saltar sobre los enemigos sólo provocará daño sobre nuestros dos protagonistas, los cuales deben pensar en otra forma de eliminar a sus enemigos: saltando por debajo. Al golpear las plataformas por el otro lado se provoca que durante un escaso período de tiempo pierdan su invulnerabilidad frente a los neoyorkinos, que se una patada mandarán a los monstruos de nuevo al agua. Esa es nuestra única vía ofensiva: como apoyo contamos con un bloque POW que provocará que todos los enemigos se vean debilitados durante ese mismo período, pero sus usos están muy limitados y de calcular mal cuándo es usado puede acabar potenciando a nuestros pequeños rivales, que si pasan demasiado tiempo en este estado de flaqueza volverán con un nuevo color y una velocidad superior para amargarnos.
Por supuesto, a medida que superemos niveles y logremos aumentar nuestra puntuación las cosas se pondrán más complicadas. Nuevos enemigos aparecerán, niveles bonus adicionales pondrán nuestra habilidad a prueba y el escenario cambiará con una pequeña variedad, como la capacidad de hacer aparecer unos mini monstruos de hielo que congelen ciertas plataformas y nos compliquen la movilidad.
La importancia del control
Una de las claves de este título que siempre he considerado que lo hacen tan reconocible es el hecho de que Mario y Luigi no son fáciles de controlar. Sus saltos nos ofrecen poco margen de movimiento, sus cuerpos resbalan al cambiar de dirección y los choques entre hermanos en el modo dos jugadores puede mandar lejos a ambas partes. No es fácil, ni siquiera cómodo, tomar los mandos para manejar a los fontaneros; imaginadlo con los controles de un arcade, que lo haría mil veces más endemoniado.
Que nada de esto os eche atrás, pues esta dificultad añadida es la que hace el juego tan entretenido. La dificultad no es algo con fuerza en esta aventura, por lo que si hubiese controles precisos sería casi aburrido. Al complicar las cosas es cuando se logra una serie de partidas cortas que enganchan al jugador no ya para obtener la mayor puntuación posible, sino para demostrarse a uno mismo que tiene el control. No son las físicas de este juego lo que van a definirme, piensas: es mi habilidad como jugador habitual. Así que añades otro crédito, comienzas de nuevo y llegas un poco más lejos. Si tienes un compañero con el que jugar se vuelve todavía más adictivo, y acaba siendo terriblemente común culpar a nuestros amigos de nuestro fracaso por lo que debemos comenzar una vez más para demostrar que somos los fontaneros definitivos.
La simpleza de este título es su gran punto fuerte gracias a ese control poco amistoso. En una generación en la que los videojuegos todavía estaban buscando una identidad 'Mario Bros.' logró destacar por poner las cosas fáciles a los jugadores en vez de recurrir a la dificultad artificial o incluso tramposa. Todo reside en la curva de dificultad, generosa e incluso muy condescendiente hacia su público.
Historia en software
La linea 'Arcade Archives' es una que suelo recomendar a muchos jugadores en base a que recopila juegos clásicos difíciles de recuperar que ofrecen suficientes herramientas sencillas para que cualquiera pueda acceder a ellos. Hemos recibido muchas veces versiones de algunos juegos en NES u otras plataformas caseras, pero a veces nos cuesta recordar que el mundo de los arcade era algo totalmente diferente y sumamente importante para la historia de nuestro medio.
En este caso en el que Nintendo ha decidido trabajar con los responsables de estas conversiones tenemos todo lo que podríamos desear: la versión original del juego sin modificaciones, con rankings online, opciones para crear datos de suspensión e incluso modos de juego pensados en lograr las puntuaciones más altas y destacar entre la comunidad de jugadores. Por supuesto todo esto incluye la opción de los dos jugadores en modo local, lo cual en Nintendo Switch es más accesible que nunca gracias a la opción de usar los dos Joy Cons.
Pero principalmente lo que hay que agradecer es la fidelicidad con la que se conservan estos juegos. En una era en la que los remakes son un camino habitual y sencillo, todo pensado para la accesibilidad de cara a las nuevas comunidades de jugadores, es ligeramente aliviante. Los juegos clásicos no son sólo un monumento al pasado que debemos respetar y guardar; son una entrada directa a nuestra Historia, una forma fácil de comprender nuestros pasos hasta llegar al día de hoy. Si queremos mejorar como desarrolladores y como comunidad debemos probar estas joyas, por lo que no es posible no recomendar esta versión del título sobre anteriores que se limitaban a entregarnos la inferior conversión de NES.
Conclusiones
'Mario Bros.' no es un juego excelente si lo juzgamos desde el punto de vista presente. Se trata de una joya del pasado que revolucionó el mundo y sentó una serie de precedentes en el medio de los que no sería consciente hasta mucho tiempo después. No podemos imaginar ahora al italiano trabajando de otra cosa que no sea la fontanería, y los controles de los que dispondría en el futuro no serían igual de acertados sin pasar por estos antes.
Es por tanto un gran acierto que Nintendo haya decidido volver a sus raíces y ofrezca una facilidad para jugar a un clásico como este, sin tener que recurrir a ports o conversiones menores. Es por esta clase de cosas por las que SNES Mini o la Consola Virtual tienen tanto éxito entre los jugadores. 'Arcade Archives: Mario Bros.' en Nintendo Switch es la versión definitiva para jugar a uno de los arcades más importantes de la historia de la compañía... Siempre que no dispongas de una máquina arcade original, por supuesto.