ARCHIPIÉLAGO DE ENSUEÑO

Análisis de 'Animal Crossing: New Horizons – Happy Home Paradise' para Nintendo Switch

Nintendo nos anima el final de año con la expansión de su entrega más exitosa de la franquicia de relajación y reconstrucción vecindaria, ¡con animalitos incluidos!

Por Daniel G. Astarloa 1 de Diciembre 2021 | 18:00

Hace año y medio disfrutamos como enanos de 'Animal Crossing: New Horizons'. No tardó nada en convertirse en uno de los títulos estrella de Nintendo Switch y punto álgido de la saga. Incluso con algunas ausencias en su contenido total la gente sacó cientos de horas para dar vida a sus propias islas. Fue una manera magnífica de reconectar las personas y sacar sus lados creativos.

Pero esa creatividad necesita un combustible con el que seguir hacia adelante. Nintendo no podía esperar que la gente siguiera jugando sin nuevos incentivos mucho después de su gran lanzamiento. Por eso planearon una hoja de ruta que seguiría añadiendo contenido, eventos y nuevas funcionalidades a lo largo de un año y medio. Cada poco tiempo nos sorprendían con la idea de aprender a nadar, plantar verduras y celebrar fiestas internacionales.

El juego ha sido una de las joyas centrales de Nintendo Switch en la mitad de su recorrido. No podía seguir creciendo hasta el infinito: sabíamos que antes o después la desarrolladora terminaría sus aventuras en los lejanos horizontes de estas islas paradisíacas. La mejor manera de decir adiós a este año de diversión era con un gran bang que revitalizara la comunidad y nos haga recordar con cariño las cientas de horas que ahora se pierden en el mar. Lo han conseguido con una expansión a la altura.

Renovación completa

Antes de hablar de lo que es la expansión por sí hay que hacer una reflexión sobre el último esfuerzo de Nintendo sobre las actualizaciones del juego base. La versión 2.0 de 'Animal Crossing: New Horizons' ha sacado provecho del contenido gratuito hasta el momento y lo pone todo a frente para traernos una imagen completa mucho más satisfactoria que por sus actualizaciones por separado.

Lo que hace que este puzle tome una forma propia es la capacidad de cocinar. Ya no nos tenemos que conformar con los platos precocinados para decorar nuestras cocinas. Podemos usar toda clase de materiales que hemos recopilado con el tiempo para crear platos y botes de comida con los que amueblar nuestra casa. Frutas, peces y verduras suelen ser sus platos principales, cada uno de ellos destacados en diferentes actualizaciones. Nada de carne en el menú o podríamos tener algún conflicto indeseado con nuestros vecinos.

La comida queda bien reunida al combinarse con los giroides, elemento clásico de la franquicia que da un toque rítmico a nuestras casas. Sumad las nuevas canciones, todo tipo de muebles inéditos hasta ahora y la capacidad de equiparnos con todo tipo de objetos para dar un toque especial a nuestras imágenes. Y si nos llevamos un café del Alpiste, la cafetería del museo, tendremos un toque final hipster para nuestras fotos.

Tras tantas actualizaciones ese se ha convertido en el auténtico endgame de 'Animal Crossing: New Horizons'. La versión 2.0 hace un hincapié especial en mejoras a su modo foto para que los recuerdos nos acompañen para siempre. No es perfecto: no nos deja mover la cámara con total libertad, pero gracias a la implementación de pequeños detalles como la primera persona o el trípode podemos sacar capturas mucho más personales y únicas que antes. Todo combinado hace que quedar con tus amigos se convierte en una partida para recordar siempre.

Estos son los momentos que recordaremos para siempre en este 'Animal Crossing'. En una época en la que nos fue difícil conectar unos con otros pudimos refugiarnos en nuestra isla personal, y ahora que ese período se acerca a su fin podemos capturar los buenos momentos en fotos para siempre. Las guardes en un álbum o las compartas en redes sociales se quedarán contigo.

Fin de la relajación, hora de trabajar

Agregar actualizaciones gratuitas que extienden la vida del juego está muy bien, pero a Tom Nook no le da gancho para seguir sacando dinero. Es por eso que el avispado mapache te propone unirte a un programa especial en un archipiélago de islas no muy lejos de tu ubicación donde su plan final se ejecutará: un paraíso al que cientos de animales viajen para desconectar de la vida y olvidar sus problemas. Un lugar donde olvidar sus identidades y sumergirse en sus sueños más oscuros sin ninguna clase de consecuencia más allá de la económica.

La isla en la que vives ha sido sólo la fase uno de su mega plan. Has pasado un año limpiando hierbajos y preparando el terreno para crear una ubicación de ensueño que sirviera como piloto para el resto de su plan de vacaciones. Han sido mucha dedicación y esfuerzo: es hora de que el mapache pague su parte. En vez de una recompensa económica en bayas te recomienda a su empresa para un puesto importante con su propio sueldo. Tu experiencia no ha tenido recompensa inmediata pero ha tenido sus frutos.

Te acercas a este lugar con la idea de disfrutar de tu trabajo y dar lo mejor de ti. Has demostrado en prácticas no remuneradas ser más que capaz de crear paraísos: esta es tu oportunidad para brillar. Así llegas al archipiélago y te pones el uniforme. Te piden que construyas una primera casa para un cliente y lo haces lo mejor que puedes con lo poco que tienes: cualquier mueble que hayas obtenido anteriormente de tus bolsillos y unos pocos propuestos por ellos.

Terminas tu jornada habiéndolo dedicado todo a esa casa. Y cuando terminas empiezas a ver la realidad de dónde te has metido. Por el momento en la empresa te dan el sueldo mínimo de una divisa que jamás has oído antes y no aceptan en ninguna tienda física u online. Hay nuevos muebles que ellos mismos venden, pero el fruto de tu esfuerzo no está yendo más lejos. Y tras ello comienzan los encargos más extravagantes fuera de tu área de trabajo. Encerar muebles, limpiar jardines, incluso construir edificios públicos como hospitales que, si no tienen lo necesario para funcionar, caerá en tu responsabilidad. El médico de cabecera no tiene los estudios apropiados. ¡Te han hecho que le emplees tú! ¡Estás entrando en una subtrama política corrupta y eres el cabeza de turco!

Archipiélago de perfección

Indiferentemente de las implicaciones legales lo cierto es que es un trabajo muy relajante. Tus ingresos aumentan con el tiempo cuanto más trabajos existosos lleves a la espalda, y el archipiélago completo al final sirve como un lienzo en blanco para desatar tu creatividad. Los clientes sólo piden que coloques tres muebles concretos sea en el interior o el exterior de sus casas, así que el poder lo tienes tú al final. Sea no haciendo absolutamente nada, creando las mejores casas posibles o infiernos personales.

Esa creatividad viene con un precio. No pedirte nada más que esos muebles concretos te da mucha libertad, pero te libera de objetivos reales que perseguir. Quizás la expansión podría haberse aprovechado de un sistema de calificación que valorara el uso de objetos más deseados y otros que no funcionen con la estética, el número de cambios que has introducido o cualquier esfuerzo adicional. Tu trabajo al final es casi indiferente para los vecinos. Sólo importa para ti y el destacado modo foto. Ojalá hubiese podido ser más.

Conclusiones

No es perfecto, pero 'Happy Home Paradise' sirve muy bien como cierre para la experiencia de 'Animal Crossing: New Horizons'. No quiere juzgar tu trabajo y esfuerzos, sólo que disfrutes del camino y las horas que has dedicado a dar la mejor imagen de ti. Crear tu lugar de isolación perfecto y hacerlo para los demás. Si quieres desenvolver tu creatividad es una expansión absolutamente imprescindible, sea por la suscripción al online de Nintendo o por su adquisición por separado.