El 9 de Abril 2020 | 16:00
¿Qué harías si te diesen la oportunidad de volar hacia una isla desconocida y completamente vacía? Una pregunta un tanto curiosa que puede que de primeras no sea el mejor plan que pueden hacernos, pero si mencionamos el famoso Plan de Asentamiento de Islas Desiertas de la prestigiosa empresa Nook Inc., la cosa cambia un poco. Ese nombre solo puede indicar una cosa; 'Animal Crossing: New Horizons' está de vuelta y con más fuerza que nunca en Nintendo Switch.
Llegó el momento de responder algunas preguntas, volar hacia lo nuevo dejando atrás el pasado y sobretodo ir pensando donde instalar esa pequeña tienda que una cara tan conocida como Tom Nook está dispuesta a darnos a cambio de un puñado de millas. La incógnita de descubrir nuestro terreno, nuestros nuevos vecinos y sobretodo pequeños detalles como cuál será nuestra fruta. Pero no podemos dormirnos, tenemos mucho trabajo por delante. Bienvenidos al Plan de Asentamiento de Islas Desiertas.
Acampando donde puedas
Los primeros pasos en la isla consiguen traer un buen número de emociones a los veteranos de la saga a la vez que conquistar a los nuevos jugadores que deciden darle una oportunidad a una de las sagas más queridas de la compañía. Dejamos atrás cualquier transporte terrestre que ya conocíamos y cogemos el primer hidroavión que nos deje en una de las islas a elegir entre las ofrecidas y listo, a buscar un lugar donde instalar una pequeña tienda de campaña con los muebles más básicos. Todo ello conseguido con sudor y lágrimas después de explorar toda la isla, conseguir materiales y construyendo nosotros mismos gran parte de los muebles y demás objetos disponibles.
A la vez que se aleja de las entregas anteriores dejando a un lado el pueblo y el poder de ser alcalde o ser un residente más, está fuertemente unido con su pasado. Un juego lleno de sentimientos y que al fin y al cabo, tiene unas mecánicas y objetivo común, conseguir que la isla se llene de vida. Para ello contaremos con nuevos vecinos, plantas, y en esta ocasión, un montón de decoración exterior para que todo sea tan bonito como nosotros queramos. Si queremos, podemos dejar la isla lo más natural posible pero si en cambio queremos una gran metrópolis, también. Lo que empiezan siendo un conjunto de tiendas de campaña acaban sucumbiendo al mercado inmobiliario y convirtiéndose en casas de lo más acogedoras.
Para ello deberemos seleccionar cuidadosamente dónde colocar cada casa de nuestros futuros vecinos. Los cuales podemos conseguir de forma aleatoria como siempre ha pasado, pero también viajando a islas o con las figuras Amiibo. Convencerlos no será muy complicado, pero se agradece poder elegir quienes vendrán a formar parte de nuestra aventura. Eso sí, quitando algún juego o algún recado esporádico, estos no suelen dar conversaciones muy variadas e interesantes, aunque queremos pensar que esto es solo cuestión de tiempo y podremos hacer grandes migas con ellos en el futuro.
¿Qué hago ahora?
Dejando a un lado el factor emocional, estamos delante de un título que por sí solo cobra vida a pesar de no tener un rumbo fijo. En definitiva, no tenemos nada que hacer a la vez que la lista de tareas pendientes crece y crece sin para... ¿qué queremos decir con esto? Muy simple, quitando algunas pequeñas tareas del viejo Tom Nook, no tenemos una lista de objetivos como tal. No es una aventura en la que continuamente tengamos tachar cosa por cosa. Si quieres regar las plantas y conseguir variaciones híbridas, adelante, pero si por el contrario prefieres dedicarte a la decoración lo mismo. O quizá conseguir todos los peces o bichos de la isla. Nada es obligatorio, tu decides que hacer con tu nueva vida. Esta falta de definición de objetivos que da una libertad prácticamente total puede ser el sueño de muchos y la desesperación de otros.
Por otro lado, la posibilidad de modificar el terreno hace que demos rienda suelta a nuestra imaginación. No solo podemos elegir al principio una de las cuatro islas que se nos ofrece sino, que más adelante tendremos el gran poder de formar ríos, lagos, cascadas, añadir elevaciones, rebajar el terreno o añadir unas bonitas baldosas que hagan las veces de caminos. Una libertad prácticamente absoluta que nos ayuda a crear una isla con personalidad y carácter como nunca antes. Sin duda, el punto fuerte de esta última entrega de Nintendo.
La isla no es muy extensa aunque al principio pueda parecer lo contrario. Una vez saquemos a nuestro decorador interior, nos faltaran metros cuadrados para colocar tantas cosas como imaginamos. Y eso que que los edificios municipales con los que contamos son más limitados que en entregas pasados. Lo que sí tenemos es la oportunidad de viajar a islas aleatorias conde conseguir materiales, flores híbridas, dinero o simplemente dar una vuelta. Eso sí, son muy pequeñas; no espereis dar grandes caminatas por ellas.
Creando algo nuevo
Con esto llegamos a uno de los aspectos más importantes, el crafteo. Conseguir materiales sin parar para construir herramientas, muebles e incluso algo de ropa, en eso se basa una buena parte de la aventura. Una introducción un tanto arriesgada que no gusta a todos pero hace que sea divertido intercambiar proyectos entre amigos. Pero la peor parte recae sobre las herramientas, que resultan muy débiles y acaban por romperse antes de que nos demos cuenta. Aunque siempre podemos dejarnos las bayas en una nueva. Una acción particularmente tediosa y lenta que se acentúa cuando necesitas crear diferentes objetos, sin posibilidad de resumirlo en un solo intento.
Otra de las nuevas incorporaciones son las Millas Nook con las que podremos conseguir objetos especiales, nuevas formas de construcción y otras grandes ventajas de cara a nuestra comodidad; como ganar más espacio en los bolsillos. Para ello deberemos cumplir una serie de misiones (contamos con unas diarias la mar de entretenidas) y acumularlas poco a poco. Además de aportar nuevas opciones y proyectos, puede ser la solución perfecta para aquellos que no saben cómo continuar en su día a día. Todo ello gracias a una herramienta tan útil como innovadora, el Nookófono. Este curioso dispositivo móvil nos acompañará para siempre y será el encargado de darnos más de una sorpresa, convirtiéndose en esencial para el día a día y mostrando, entre otras, todas estas misiones.
Un vistazo al pasado
No cabe duda que 'Animal Crossing: New Horizons' es un título tan querido como esperado y que consigue llegar hasta el corazón del jugador a pesar de su simpleza. Pero, ¿realmente es lo esperado? Arrastra algunos defectos para los que los jugadores siempre han pedido solución y se deja mucho en el tintero que ya se había incorporado en el pasado. Se echan de menos tiendas, personajes, frutas... En conclusión, un poco más de vida para la isla, como ya nos habían acostumbrado en el pasado. Nos queda todavía descubrir más sobre los eventos que la compañía ha prometido ir incorporando a lo largo del año, pero apuntan a tener un peso importante en nuestra nueva vida.
Aunque una cosa no quita la otra. Estamos frente a un juego que va un poco más allá de lo establecido hasta ahora, permitiendo ser una vía de escape total para los jugadores, una manera de estar conectado pese a lo lejos que podamos estar del resto. Tú marcas tu propio ritmo, sin prisas. Aunque el juego funcione a tiempo real, las horas entre melocotones y curiosos animales parecen pasar más deprisa de lo habitual. Es un lugar donde perderte y dedicarte tan solo a aquello que más te gusta. Además, las mejoras en cuanto a su nivel de personalización le permite permear un poco de cada uno de nosotros, consiguiendo que resulte imposible encontrar dos lugares paradisíacos iguales.
Lo mejor:
- La reinvención de un clásico de Nintendo.
- Sus innovaciones suman muchos puntos a su clásica jugabilidad.
- La enorme implementación y cantidad de detalles que suma el juego.
Lo peor:
- La isla se nos puede quedar algo pequeña con facilidad.
- Se echa en falta contenido que destacó en títulos anteriores.
- Su sistema de crafteo no funciona del todo bien.