Por fin. Eso es lo que seguramente pensaron muchos usuarios de PS Vita el día en el que Square Enix decidió lanzar por sorpresa, y como regalo para celebrar el 25 aniversario de la saga 'Mana', la versión para la portátil de Sony Interactive Entertainment de 'Adventures of Mana'. Más que nada, porque hasta el pasado 28 de junio, la versión "Vitera" era exclusivo del mercado nipón, quedando todo el mercado occidental, relegado a la versión para dispositivos móviles (iPhone y Android) que había llegado ya en febrero. Aunque aquellos que hayan querido disfrutar de este 'Adventures of Mana' durante este largo periodo intermedio (nada más y nada menos que unos 5 meses), lo habrán hecho con creces, la verdad es que los usuarios de la portátil de Sony que han esperado, con la esperanza de que este lanzamiento se acaba produciendo (en su día, Square ya avisó de ello), tienen muchos motivos para estar contentos. No solo pueden desempolvar su consola con un título que lo merece, sino que quizá descubran uno de los mejores Action RPG que se pueden encontrar actualmente. Ni más ni menos.
Con sabor a clásico
No en vano 'Adventures of Mana' no deja de ser el remake de un remake. O dicho de otro modo, la segunda revisión de un clásico de 1991, de la extinta y fabulosa Squaresoft. Pero no de un clásico cualquiera, no. Sino de la primera entrega de la saga actualmente conocida como 'Mana' ('Seiken Densetsu' en Japón), que en su día además solo pretendía convertirse en una segunda rama para 'Final Fantasy', y que posteriormente ha acabado consagrándose como una franquicia muy querida en el país del Sol Naciente, con una entidad y personalidad tan propia, que actualmente ya no tiene nada de 'FF'. Pero eso es ahora, que se han cumplido 25 años de aquella obra original, porque por aquel entonces sí se podían intuir esas similitudes en el juego de Game Boy. Y no solo porque Squaresoft convertía en oro prácticamente todo lo que tocaba (que también), sino porque los guiños a su saga más famosa, o los parecidos razonables eran más que evidentes, solo que con un enfoque jugable que miraba claramente a la acción (¿os suena de algo eso?).
Desde un argumento que giraba en torno a un elemento clave dentro de la saga 'Mana' (el 'Árbol de Maná'), y cuyos parecidos con los 'Cristales' de 'Final Fantasy' eran más que razonables, hasta la forma de subir de nivel eligiendo una clase para aumentar unos atributos u otros (eran las mismas clases que en el primer 'FF'), pasando por la aparición de enemigos directamente sacados de la gran fantasía de Square, o incluso el grandioso o genial Chocobo, con un papel mucho más importante incluso del que había tenido en su saga principal, curiosamente. Pues todo eso se sigue manteniendo en este fantástico remake, que a su vez se basa en el remake que el juego ya tuvo en 'GBA' ('Sword of Mana'), y que nuevamente vuelve a cambiar de nombre (el original fue cambiando de nombre cada vez que aparecía en un nuevo territorio, tal y como te contamos aquí). Solo que en esta ocasión, llega con un renovado apartado gráfico en 3D, unos controles que permiten usar las capacidades táctiles de Vita (aunque se puede controlar íntegramente con los botones), y una banda sonora remasterizada espectacular y de la mano del autor original: 'Kenji Ito'. Ah, y también es posible poner la banda sonora original, sin retoques.
Una base tópica para un argumento bonito
Hasta aquí la carta de presentación de un título que, ya os advierto desde el principio, merece mucho la pena incluso aunque hayas jugado a las dos anteriores versiones. Y eso es posible no solo gracias a su renovado apartado gráfico (que se mueve de maravilla) en 3D pero con un desarrollo jugable claramente 2D, sino también gracias al hecho de que supone todo un puntazo poder tenerlo en PS Vita y poder disfrutar de sus Trofeos por un lado, y de su excelente pantalla por otro (sobre todo si tenéis una OLED). Todo a un precio altamente recomendable y por el cual se convierte automáticamente en un imprescindible para los poseedores de la portátil de Sony que no lo hayan comprado ya en smartphones (el juego es el mismo en dispositivos móviles), o que directamente no gusten de jugar en sus teléfonos. Pero... ¿ofrece algo más que la versión original? Pues a nivel argumental la respuesta es no. Porque aunque llega en completo inglés, los textos son exactamente los mismos que hasta día de hoy, y por lo tanto no será un problema demasiado importante. De hecho, hay que dejar claro que el argumento no solo no es muy profundo, sino que ni siquiera es el elemento diferenciador de este juego. Estamos ante una simple base tópica del género (también en los protagonistas), pero con un mensaje bastante bonito, capaz de emocionar a más de uno con su precioso final.
Así pues, 'Adventures of Mana', nos vuelve a contar, por enésima vez, la leyenda del 'Árbol de Maná'. Una leyenda que, de caer en las manos equivocadas, podría acabar devastando el mundo tal y como lo conocen nuestros protagonistas. Según la misma, en lo más alto del 'Mt. Illusia', y más alla de un mar de nubes, se encuentra el legendario 'Árbol de Maná', del cual se puede extraer la fuerza vital del inagotable éter celestial. Cuenta la leyenda, que el afortunado que sea capaz de ponerle las manos encima, recibirá el poder eterno. Y... ya os podéis imaginar qué pasará, ¿verdad? Como siempre habrá un villano de turno que intentará aprovechar la leyenda a su favor, y un héroe que lo intentará evitar. Sin embargo, una de las grandezas del arco argumental de 'Adventures of Mana', es precisamente el hecho de que aún habiendo poco texto, sí existen muchas circunstancias capaces de emocionar y sorprender al jugador. No todos los títulos tan "tópicos" consiguen hacerlo, y la verdad es que este juego es uno de ellos. Y teniendo en cuenta la relación que tienen tanto el héroe como el villano al principio de la aventura, la verdad es que resulta muy interesante su evolución. Inicialmente solo somos uno más de los múltiples presos que el 'Señor Oscuro' utiliza para divertirse en una espécie de coliseo. Si somos capaces de sobrevivir a la batalla que nos espera... a lo mejor nos ganamos un trozo de pan. Hasta que escapamos, y los acontecimientos se van sucediendo prácticamente por sí solos. Luego unos giros argumentales por aquí y otros por allá, y tenemos un juego que cumple teniendo en cuenta que estamos hablando de 1991, y que hoy en día no representa algo menor que lo que puede ofrecer cualquier indie, por ejemplo.
Un género en espécie de extinción
Antes te habrás fijado que hemos hablado de la saga 'Mana' como una ramificación (de acción) de la saga 'Final Fantasy'. Pues bien, por decirlo de algún modo, este 'Adventures of Mana', y al igual que el juego original, sería como un 'Final Fantasy' de los clásicos pero encasillado en el subgénero de los Action RPG. Y uno de los buenos, por cierto. De aquellos que tantos buenos ratos nos hicieron pasar en su día con obras maestras como 'The Legend of Zelda: A Link to the Past' o 'Alundra' (del cual ya sabéis que soy un enamorado). Un Action RPG de vista isométrica que nos invita a disfrutar de un mapamundi exterior de dimensiones épicas y lleno de secretos, de unos combates constantes y tremendamente divertidos, y de unas mazmorras llenas de puzles y espeluznantes jefes finales. Todo aderezado de los típicos pueblos en los que hablar con personajes secundarios, mejorar nuestro equipamiento o simplemente descansar. Sí, 'Adventures of Mana' es la esencia de ese género. No tiene nada más que eso, pero sí lo ofrece con soltura y personalidad. Añadidle a todo el conjunto una banda sonora espectacular (la remasterizada es de un nivel muy elevado) y una gran cantidad y variedad de armas y herramientas importantes para el 'backtracking' y tenéis un juego muy completo y que ya en su día era un alumno aventajado. Solo flojea en su argumento y en su duración (unas 13-14 horas la primera vez), pero dado su competitivo precio, la verdad es que no importa: solamente 13,99 euros.
Dicho esto, debes saber que nosotros hemos jugado y analizado la versión para PS Vita, que en realidad, es exactamente la misma que la que tenemos también disponible en dispositivos móviles. Es por eso que, en caso de interesarte esa versión, este texto te servirá igualmente. La única gran diferencia, teniendo en cuenta que hasta el precio es el mismo, radica en la pantalla de Vita por un lado, en los trofeos por otro, y sobre todo en el control. Porque aunque el juego permite hacer uso de las características táctiles de Vita, la verdad es que por lo general no hace falta usarlas. Tal es así, que con los botones seremos capaces no solo de realizar todos los comandos posibles, sino también de hacerlo de un modo ergonómico. En otras palabras, personalmente creo que esa es la verdadera ventaja de esta versión con respecto a la de smartphones. Y llegados a este punto, ¿qué ofrece realmente 'Adventures of Mana' a nivel jugable? La respuesta es sencilla: un RPG de acción en el que la mayor virtud la encontraremos en la exploración contínua del mapa.
La exploración que nunca cansa
No sé hasta qué punto habéis jugado a alguno de los juegos que he mencionado antes, pero si lo habéis hecho, sabréis que una de las gracias de aquellos títulos era la libertad de acción que ofrecían los juegos, así como la "incertidumbre" de saber realmente dónde estaba la mazmorra que tocaba en todo momento. Evidentemente no todo el mapa estaba disponible desde el principio, pero ahí estaba la gracia: explorando íbamos encontrando las limitaciones o impedimentos que, una vez conseguida cierta arma, cierta herramienta, o simplemente una vez pasado cierto tramo del argumento, ya eran accesibles. Desde unos matojos que solo podían ser cortados con cierta arma, hasta una cueva a la que no podríamos acceder hasta que pudiéramos navegar por el agua. Pues todo esto lo ofrece 'Adventures of Mana'. Y lo hace con el mismo "truco" que ya por aquel entonces utilizaban la mayoría de juegos: cada nuevo trozo del mapa es una pantalla, y cada pantalla supone una cuadrícula del mapamundi general. Evidentemente todas están conectadas e ir una pantalla a la derecha significa avanzar una cuadrícula en esa dirección, y así con todas las demás. En efecto, la exploración no solo es constante, sino que viene aderezada de la investigación de nuestro próximo objetivo (visitando pueblos, y hablando con sus habitantes), y de los excepcionales y contínuos combates contra monstruos que campan por sus anchas.
Y he ahí la segunda clave del juego: combatir es tan constante como explorar y tampoco llega a cansar nunca. Para empezar porque la variedad de enemigos y los patrones de cada uno de ellos es tan variada que siempre estás descubriendo algo nuevo, y para acabar porque contínuamente estamos mejorando nuestro personaje a base de subir de nivel, consiguiendo nuevas armas (que no solo son cada vez más fuertes, sino de diferentes tipos y con usos únicos para descubrir más parte del mapamundi), magias u objetos varios. Porque esa es otra de las grandezas: no es lo mismo usar una espada, cuyos golpes son certeros pero con la cual debemos mantener una distancia poco prudencial, que hacer lo mismo con una lanza que nos permite menos rango de ataque pero una mayor distancia defensiva, o simplemente utilizar una guadaña que ataca simultáneamente por todos los costados posibles. Contínuamente tendremos que estar entrando en el menú para cambiar nuestras armas y herramientas principales, pero teniendo en cuenta que los tiempos de carga son nulos por un lado, y que además podremos utilizar atajos (lo podéis ver en las imágenes) que se pueden usar combinando botones o de forma táctil, la verdad es que nunca rompe el ritmo de juego.
El guerrero, el monje, la maga blanca y el mago negro
Antes hemos comentado que las similitudes con la saga 'Final Fantasy' fueron muy evidentes, aunque luego fueron perdiendo fuelle con entregas posteriores de la saga 'Mana'. Pues bien, si habéis jugado al 'FF' original conoceréis de sobra las cuatro clases que podíamos escoger para nuestros 4 protagonistas. Como véis en la imagen de arriba, estas hacen acto de aparición en 'Adventures of Mana', tal y como lo hicieron en 'Mystic Quest'. ¿Para qué sirven? Actuan de modo simbólico cada vez que subimos de nivel. En ese momento, tendremos que elegir una de las cuatro clases disponibles para aumentar unos u otros parámetros. De ese modo, si por ejemplo elegimos el guerrero, nuestros ataques físicos aumentarán en 2 puntos, mientras que nuestra vitalidad lo hará solo en 1 punto. Además en cada clase hay uno de los cuatro parámetros a crecer que no lo hace, de manera que a nosotros nos caerá la decisión de evolucionar del modo que queramos. Por otra parte, el sistema de niveles no es lo único que supone todo un guiño a una saga. 'Adventures of Mana', y por consecuencia también el juego original, es toda una referencia para conocer de dónde proviene el sistema de anillos que tanto marcó a los jugadores de títulos como 'Secret of Mana' ('Seien Densetsu 2') o 'Secret of Evermore'. Aquí no se abre en tiempo real, pero si en el menú de objetos, y la verdad es que funciona bastante bien.
A pesar de que los dos pilares fundamentales de la aventura son sin lugar a dudas la acción y la exploración, ¿dónde está el meollo del juego? Te preguntarás. Pues precisamente allá donde se mezclan ambos aspectos: las mazmorras. Como buen Action RPG de los de antes (insistimos que a pesar de la apariencia 3D, el desarrollo es completamente en 2D), no puede faltar el mazmorreo tan típico de por aquel entonces. Porque en ellas es donde vamos a encontrar no solo el mayor número de enemigos normales (en el mapa es más posible pasar de ellos, por lo del campo abierto), sino también los otras dos grandes virtudes del juego: los puzles por un lado, y los apasionantes combates contra jefes finales por otro. Mientras los primeros suelen consistir en descubrir paredes rompibles, presionar botones del modo correcto, o hasta congelar enemigos para crear bloques que nos ayuden a avanzar, los segundos son lo más vistoso y divertido de todo el juego. La única pega que se le puede poner a ambos apartados es la misma: tanto los puzles como los combates contra jefes son un arma de doble filo.
Altibajos en la dificultad
¿El principal motivo? Los altibajos que existen en la dificultad del juego. Mientras unos puzles son tremendamente ingeniosos, divertidos y además están expuestos de manera que no rompan el ritmo de juego, otros destacan precisamente por lo contrario: son extraños, liosos, y hasta absurdos. No porque cuando descubres lo que hay que hacer sea aburrido, sino porque encontrar la lógica de alguno de ellos es simplemente imposible. Por suerte serán pocas las ocasiones en las que esto ocurre, y a fin de cuentas es posible consultar alguna guía (incluso las del original de 1991 son válidas), pero la verdad es que contrasta con los otros genialmente pensados. Además, en alguna ocasión, no disponer de más picos (rompen las paredes secretas) o llaves (abren puertas cerradas) supondrá tener que salir de la mazmorra y recorrer medio mapa en busca de más, para poder avanzar hasta el jefe, y eso sinceramente corta bastante el rollo en ciertos momentos. Eso en cuanto a los puzles, porque el arma de doble filo de los jefes finales también existe: su importancia negativa es mucho menor (los combates son tan numerosos y tan buenos que poco importa en realidad), pero hay que dejar claro que mientras unos son extraordinaros, otros son tan excesivamente fáciles que basta con abusar de un botón sin necesidad de mover el personaje del centro de la pantalla.
Pero tranquilos, no todo iba a ser malo en las mazmorras. Más allá de este par de "inconvenientes", con los que te vas a encontrar sí o sí en algún momento de las prácticamente 15 horas que dura el juego (trofeos y secretos aparte), la capacidad de adicción del juego por un lado, sus virtudes por otro (incluída la banda sonora), e incluso la gran cantidad de jefes finalmente, hacen de 'Adventures of Mana' un título que brilla en todo momento. Quizá la única pega es que la mayoría de mazmorras son iguales a nivel de ambientación (quitando alguna que otra excepción), pero la verdad es que en ningún momento son aburridas, porque de eso ya se encarga el perfecto equilibrio entre la exploración y la acción, que en las mazmorras no decae con respecto a lo visto en el mapamundi. Ah, y recordad que no faltarán otros aspectos tan típicos de estos juegos como el uso de magia, los estados alterados (en algunos momentos propician momentos bastante divertidos e interesantes en cuanto a puzles), los objetos con funciones únicas, o hasta la barra de ataque que se vaciará cada vez que golpeamos, y que funcionará a modo de ataque supremo si atacamos cuando está llena, dando una mayor variedad a los distintos tipos de arma que existen, si cabe.
¿Alguien tiene una verdura 'Gysahl'?
Como último detalle diferenciador de este juego con respecto a otros del mismo género, está el mejor guiño de todos: la posibilidad de adquirir un Chocobo en el mapamundi y montar en él. Aunque primero tendremos que encontrarlo (tranquilo, es obligatorio a partir de cierto punto), cuando forme parte de nuestro equipo nos permitirá recorrer el mapa a una velocidad muy superior, y más avanzado el juego incluso surcar los mares gracias a unas botas especiales que nos crea un profesor chiflado. Lejos de ser un simple guiño, con una banada sonora a camino entre la mítica canción de los Chocobos en 'Final Fantasy' y una de cosecha propia, añade una nueva capa de profundidad a la exploración dando en cierta parte de la aventura mucha más libertad de acción, y ofreciendo la posibilidad de empezar a encontrar los secretos más escondidos de todo el juego. Que los hay, y no son precisamente pocos aunque lo parezca en apariencia. Eso sí, aquí capturarlo no será una tarea tan difícil como en 'Final Fantasy VII'. No solo no necesitaremos verduras o una materia "atrapa Chocobos", sino que será tan sencillo como encontrar su huevo y abrirlo. ¿Cómo nos iba a acompañar si no fuera porque se piensa que somos su madre?
Cambiando radicalmente de tema, a nivel técnico estamos ante sin ninguna duda la mejor versión de todas hasta día de hoy. Y aunque eso os parecerá absurdo, teniendo en cuenta que la original es de 1991, no son más bien pocos los que en un primer vistazo preferían la versión de GBA ('Sword of Mana'). Yo me incluía entre ellos... hasta que jugué realmente a este 'Adventures of Mana'. El cambio a las 3D "visuales" es tan espectacular, que las imágenes no hacen justicia a lo que vemos en movimiento. Es tan fluído (las transiciones al cambiar de pantalla hasta molan), y tan bonito y colorido que senta de maravilla a una consola portátil como PS Vita. Por no decir que en Iphone y Android, es simplemente de lo mejor técnicamente que se puede encontrar hoy en día. Las animaciones de los personajes son geniales, en combate todo se comporta de forma muy ágil, y además el diseño de los enemigos es sublime. Además, te sorprenderá saber que algunos de los monstruos parecen haber sido sacados no solo de algunos 'FF' clásicos, sino incluso de 'Dragon Quest'. Y teniendo en cuenta que por aquel entonces Square y Enix eran dos compañías distintas... es raro que no entraran en conflicto por ello. Los Slime son calcados, sin ir más lejos. En definitiva, una gran obra visual, y un cambio perfecto para adaptar el título a las portátiles actuales.
¡Música maestro!
Porque llamar maestro a todo un genio como 'Kenji Ito' es lo menos que se puede hacer al hablar de uno de los primeros compositores que trabajó junto a 'Nobuo Uematsu' (en 1990 y con 'Final Fantasy Legend II'). 'Mystic Quest' fue su segundo trabajo, y en esta ocasión él mismo se ha encargado de remasterizar la banda sonora para este remake. Y sinceramente la ha bordado. Suelo ser partidario de no tocar las bandas sonoras originales, especialmente cuando son tan buenas, pero la verdad es que hay algunos casos en los que la nueva supera la anterior (o cuanto menos la iguala), y este es uno de ellos. Además, como ya hemos mencionado anteriormente, todos los que quieran preservar la identidad del juego original, podrán seleccionar la banda sonora tal cual la concebió en su día 'Ito'. Llega a ser tan buena (aunque no hay muchos temas distintos), que no te sorprenderá saber que más allá de este juego, 'Kenji Ito' ha acompañado toda la saga 'Mana' desde sus inicios, además de haber participado en las OST de juegos tan buenos como 'Super Smash Bros.'. Sí, el último de Nintendo 3DS y Wii U es en parte, su último trabajo. No habría estado mal un mayor número de canciones, pero sinceramente, las dos del mapamundi o la de batalla contra jefes finales son tan geniales, que es suficiente para multiplicar el valor del conjunto. Los efectos de sonido están bien, sin más.
Vayamos conluyendo, que se está haciendo tarde. En definitiva, 'Adventures of Mana' ni es una obra maestra, ni dura tanto como otros juegos de su género (la historia principal no llega a las 15 horas, aunque se puede ampliar hasta por lo menos las 20), y ni siquiera tiene la profundidad argumental necesaria para transmitir "algo más" a los apasionados de un género repleto de joyas. Pero sí tiene algo mucho más importante que hoy en día prácticamente se ha perdido: toda la magia de la extinta Squaresoft está ahí, y con mucha elegancia y buen hacer. La música, los guiños a los inicios de una saga mítica (¡pero si incluso luchamos contra 'Ifrit'!), un desarrollo profundo y variado como pocos títulos, y que en su día estaba claramente avanzado a su época, y un carisma alucinante en los geniales e imponentes jefes finales . Todo recuerda a aquellos grandes títulos que, por desgracia, cada vez aparecen menos a menudo. Y no me refiero ya al género de los Action RPG de la manera que los conocíamos entonces (y de desarrollo 2D), sino al propio género de los RPG en general. Si eres un apasionado de ese estilo, para ti 'Adventures of Mana' será mucho más que un buen remake. Será un regreso a los tiempos en los que Squaresoft era una mina de juegazos, y en los que los RPG brillaban no solo por su calidad sino por su cantidad. Además, en PS Vita es un absoluto imprescindible. No solo por su precio, sino también por no tener rival en lo que ofrece (clásicos de la Store aparte). Olvida sus defectos, porque cuando aprendas a convivir con ellos, te parecerán insifnificantes con respecto a lo que ofrece el conjunto