El 18 de Enero 2019 | 06:12
Crecí de la mano de títulos como 'After Burner' y mi adolescencia estaba rodeada de proyectos como 'Top Gun' o los primeros títulos de esta misma franquicia 'Ace Combat'. Siempre me ha atraído el mundo de los aviones, y aunque la parte más técnica de ellos es algo que no ha casado conmigo, también he disfrutado de proyectos de corte más centrados en la simulación, pero en estos últimos años los amantes de los títulos de aviación con una orientación más arcade, sobre todo en consolas, hemos estado huérfanos de un proyecto que nos permitiera saciar ese gusto por volar entre nubes, descender en picado y hacer alguna que otra pirueta mientras esquivamos una lluvia de misiles.
En eso, si hay una franquicia que destaca por encima del resto, es la desarrollada por Project Aces, que con esta entrega vuelve, con todas las letras, a los planteamientos más clásicos de la franquicia tras el fallido intento de trasladar la acción a entornos reales visto en 'Ace Combat Assault Horizon' o la acción directa multijugador presente en 'Ace Combat Infinity'.
La era de los drones
El factor realista nunca ha sido una de las señas de identidad de la saga a lo largo de sus ya 20 años de existencia. Siempre se ha movido en un término medio que suma elementos reales, como gran parte de los modelos de avión que podemos encontrar en la saga, con otros surgidos de la mente de los guionistas y artistas del estudio. Esta mecánica sigue presente en esta nueva entrega, volviendo a encontrarnos con países como la República Federal de Osea y su estado rival, el reino de Erusea, que ha desarrollado durante el periódo de paz una impresionante tecnología aplicada a drones que ha decidido poner a prueba lanzando un ataque sobre Osea.
Este es el punto de partida de la historia de este 'Ace Combat 7'. A lo largo de su desarrollo conoceremos a personajes como Avrill o Trigger. Ella es una piloto que, justo en el momento en el que Erusea lanza el ataque con drones, se encuentra probando un avión que ella misma había rescatado de la chatarra y ensamblado nuevamente. Por el contrario, él es un piloto del ejército de Osea caído en desgracia, siendo nosotros testigo de primera mano de ello. Ambos acaban recluidos en un pelotón de pilotos que consideran traidores a la patria y cuya existencia no parece importar a nadie.
A lo largo de las 20 misiones en las que se estructura la campaña de esta nueva entrega iremos conociendo más detalles sobre el conflicto y las vidas de estos personajes, así como del que se perfila como uno de los hombres más importantes para el reino de Erusea, un veterano piloto conocido como Mihaly que se encuentra muy ligado al desarrollo de la tecnología vista en los drones.
Como ocurre con otros títulos de la saga, la historia se nos va narrando a través de diversas secuencias realizadas con el motor del juego que dejan ver un gusto estético por los aviones más que notable por parte de Project Aces, aunque también conoceremos matices de la misma, y más del propio mundo del título, durante las conversaciones con el resto del escuadrón mientras volamos, eso sí, como buena comunicación "internacional", en inglés con subtítulos en castellano. Este hecho quizás, para los menos experimentados en la saga, pueda suponer un handicap en contra, pues centrarse en los subtítulos en mitad de una refriega se plantea un trabajo, cuanto menos, peculiar para aquellos que no tengan cierta fluidez en el idioma de Shakespeare.
Planteamientos clásicos
Ya he comentado que las últimas entregas de la saga abordaron unos planteamientos totalmente diferentes a lo que habíamos conocido de ella hasta entonces. Acción en entornos reales y un cambio en las mecánicas jugables por parte de 'Ace Combat: Assault Horizon' y un free to play masivo en 'Ace Combat Infinity'. Ninguno de los dos llegó a cuajar del todo entre los seguidores de la franquicia, por lo que el regreso anunciado a las mecánicas "tradicionales" en 2015, cuando se dejaban ver las primeras imágenes de esta entrega, supuso todo un soplo de esperanza para los fans. Lo que tampoco se esperaba era que su llegada se fuese a retrasar tanto. Inicialmente estaba previsto para 2017, luego 2018 y, finalmente, este 18 de enero de 2019.
El estilo de juego arcade y la combinación de elementos para desarrollar batallas aire-aire y aire-tierra vuelven a ser el eje principal de un aspecto jugable donde podremos elegir entre 30 aviones reales distintos y personalizarlos a medida que obtengamos distintos PRM al finalizar cada misión. Como en anteriores entregas, nuestra pericia a los mandos del avión, el daño causado, el recibido y el tiempo sobrante será valorada y, a mejor rendimiento, mayores PRM para adquirir nuevos aviones y elementos de personalización, entre los que caben destacar mejoras para las naves que van desde dispositivos para mejorar su aceleración o control hasta armas especiales, como misiles rastreadores que estallan ante la cola del enemigo si este intenta escapar.
La versión que he tenido ocasión de analizar es la perteneciente a PlayStation 4, contando con un control bastante intuitivo en cuanto a la distribución de botones en el DualShock 4, por lo que hasta los que decidan iniciarse por primera vez en la franquicia podrán hacerse rápidamente con el control del avión y atravesar las nubes a toda velocidad, siendo esto último todo un deleite si optamos por la vista desde la carlinga de los distintos modelos y una de las principales novedades de esta entrega.
Hasta ahora las nubes habían funcionado en la franquicia como un elemento "decorativo", es decir, a la hora de jugar una partida no suponían un factor de especial relevancia para conseguir el éxito o asumir nuestro fracaso. En esta entrega tanto ellas como las corrientes de aire juegan un papel fundamental y son los principales elementos tomados de la simulación propiamente dicha. Podremos escapar de nuestros enemigos atravesando las nubes, veremos como en nuestra cabina se condensa la humedad, y más allá de lo estético, deberemos asumir el riesgo de que, al atravesarlas, nuestro avión se congele, lo que nos puede llevar a entrar en pérdida.
De igual forma, nuestros enemigos actuarán igual, por lo que la efectividad de nuestros misiles se verá mermada cuando intentemos atacar entre las nubes, sin contar que nuestra visibilidad también se verá reducida, y doy fé de que hay ciertas misiones en las que atravesar el manto de nubes se convierte en toda una experiencia, para lo bueno y para lo malo.
Igualmente ocurre con las corrientes de viento, que nos pueden desplazar el avión, algo que en mitad de la batalla quizás no sea tan importante, pero en momentos en los que debemos volar por debajo del radar para que no nos detecten, por citar sólo un ejemplo, se vuelve un factor a tener muy en cuenta y el jugador no tarda mucho en ser consciente de su importancia, pues ya en las primeras misiones nos deja patente su presencia.
No quiero olvidar que, aunque el planteamiento jugable de la entrega recupera todos los elementos clásicos de la saga y los pone a disposición de misiones muy variadas, también se incluye como novedad la posibilidad de disfrutar de algunas misiones en realidad virtual, por ahora, sólo en PlayStation 4. A diferencia de lo que anunciado inicialmente, no se trata del modo campaña compatible con esta tecnología, si no que, al igual que ocurre con el modo multijugador, es un apartado totalmente independiente. Y hablando de multijugador, para la ocasión en Project Aces han dejado atrás los 16 aviones simultáneos de 'Ace Combat Infinity' y aquí se ven reducidos a 8 contrincantes en batallas todos contra todos o por escuadrones de 4 pilotos.
La modalidad multijugador no es precisamente de las más profundas que nos podamos encontrar dentro del género, de hecho los usuarios de PC encontrarán ofertas centradas en esta modalidad mucho más extensas, pero a pesar de ello sí se muestra como un apartado sólido, bastante más sólido de lo que en principio podía imaginar, aunque como ocurre con otros proyectos, el contar con un escuadrón coordinado se convierte en toda una utopía y es más común ver a cada piloto haciendo la guerra por su cuenta.
El cielo en la tierra
No quiero terminar este análisis sin hacer mención a su aspecto técnico tanto en lo visual como en lo sonoro. El Unreal Engine 4 deja ver varias de sus principales bazas aquí, con unos aviones muy detallados en los que los rayos del sol reflejan en el chasis, así como la rotura de la barrera del sonido o, insisto, el hecho de atravesar las nubes y ver cómo, ante ti, se despliega un horizonte azul que no tiene final mientras la condensación corre por el cristal de la carlinga. Aunque para ser honestos, no todo es así de lujoso en detalles. Como ocurría en otras entregas, si optamos por volar bajo, las construcciones a ras de suelo dejan ver que lo importante está sobre ellas y es donde sí encontramos una fuerte presencia gráfica y de sonido que, más allá de las conversaciones ya mencionadas, las explosiones o las alertas de misiles, acompaña con sus efectos los vuelos rasantes o las turbulencias.
En definitiva, 'Ace Combat 7: Skies Unknown' es el regreso de una franquicia a la que muchos ya echábamos de menos. Lo hace manteniendo todo lo bueno que ya conocemos de la misma y sin querer arriesgar en exceso, quizás porque precisamente el dar un giro radical habría supuesto un nuevo enfrentamiento con la comunidad, y esos mejor dejarlos para los reinos ficticios del juego.
Lo mejor:
Su aspecto gráfico y las pequeños detalles que influyen en el control del avión, así como la variedad de misiones.
Lo peor:
La pequeña muestra de misiones en realidad virtual y lo limitado del aspecto multijugador.