'American Horror Story' no es una serie convencional, por lo que requiere un artículo como crítica de la premiere que también se aleje de lo convencional. Para el que esté muy desubicado, la serie de Ryan Murphy ha vuelto a inaugurar en televisión una época prolífica para la antología. El terror en televisión tradicionalmente se ha visto obligado a encontrar hueco en series antológicas como 'Twilight Zone', 'Hitchcock presenta', o si miramos la producción local, la recién remasterizada 'Historias para no dormir' de Chicho Ibáñez Serrador. Series que en cada capítulo proponían una historia con principio y fin, que no guardaba continuidad a través de los diferentes episodios. 'American Horror Story' traslada este concepto de antología a las temporadas, haciendo de cada nueva temporada una refrescante que parte de cero. Murphy y su equipo comparte el grueso del casting de una temporada a otra, y rostros como el de la hipnótica Sarah Paulson, el de Evan Peters, que finalmente sí está en los nuevos episodios, o el de Lily Rabe, que ya son recurrentes cada nuevo año. Temporada a temporada descubrimos en un vaivén de promos y promociones el objeto de la historia que se avecina: el circo, las brujas y los aquelarres o el reciente hotel de Lady Gaga. Sin embargo, con la sexta temporada el secretismo fue máximo. FX sólo liberaba pequeños, enigmáticos y desconcertantes teasers con la fecha de estreno. Punto y final. Ahora, sin embargo, ya sabemos de qué van los nuevos episodios, por lo que este artículo persigue exponer el objeto de los nuevos capítulos, enlazarlo con algunas historias de la desdicha estadounidense, y, además, servir como crítica de este retorno. Un todo en uno para que esta madrugada, cuando FOX España acerque el primer episodio estéis completamente preparados e informados.
Un nuevo paso en 'American Horror Story'
El título de la antología de Murphy ya deja cuenta de la intención más íntima de su show: ofrecer una visión renovada de las leyendas populares del terror norteamericano. 'Stranger Things' es un homenaje a la historia de la ficción americana, con el recurrente guiño al Octavo pasajero, ET, la obra de Stephen King. Sin embargo, 'American Horror Story' se va a las leyendas, a las historias populares, y nos propone una adaptación excéntrica y renovada de esas historias de terror que llevan décadas o centenarios alimentando relatos de misterio, Ryan Murphy crea una de las ficciones de terror más accesibles para todos los públicos que nunca ha parido la televisión. 'American Horror Story', en su conjunto, es una serie que se abraza al terror desde la ambición comercial; necesita ser una serie de éxito en audiencia para lograr viabilidad temporada a temporada, pero lo comercial no necesariamente va reñido con lo elegante; y, aunque después de haber visto 'La Bruja', que en buena medida persigue la misma ambición que acabo de atribuir a 'American horror Story', todo parece chabacano y zafio, la serie de Murphy sigue manteniendo el atractivo indiscutible de esa ficción que quieres devorar ferozmente capítulo a capítulo. Tras cinco temporadas se ha perdido buena parte del factor sorpresa, y probablemente a este primer capítulo de la sexta temporada le falta la chispa que seguramente desapareció de 'American Horror Story' cuando Jessica Lange dejó la serie, pero, aún con todo, sigue siendo el mejor terror televisivo en décadas.
Por fin, el secreto ha sido desvelado, y también el título de la nueva temporada: 'American Horror Story: My Roanoke Nightmare'. La historia que nos cuentan en esta ocasión hunde sus raíces en la leyenda de la Colonia de Roanoke, una comunidad afincada en Carolina del Norte allá por 1585. En el siglo XVI la reina Isabel I planeó crear una colonia inglesa en esa región, y comenzaron a llegar los primeros habitantes de la zona. Sin embargo, a partir de 1587 se perdió el rastro de manera muy misteriosa a los pobladores de esta región. Desde entonces, historiadores han tratado de recabar información de los sucedido con esa colonia, y se han encontrado supuestas líneas de descendencia sin una información clara sobre los lazos familiares; otros teorizan que esta colonia se fundió con los habitantes de la zona, también hay una hipótesis que sostiene que un grupo de españoles la redujeron a cenizas hasta la desaparición. Evidentemente, no sólo historiadores académicos han tratado de reconstruir la historia de esta comunidad misteriosamente desaparecida, sino que la leyenda ha alimentado sobremanera el devenir de estas personas. ¿Qué ha sucedido con los habitantes de Roanoke? En una pirueta de ficción, y como un grupo de sureños diabólicos que en este capítulo inicial son simplemente presentados, los misterios que envuelven a esta comunidad son el núcleo en torno al que girarán los nuevos capítulos de 'American Horror Story'. En realidad, lo interesante es el contexto: la zona rural y profunda de Carolina del Norte, una región conservadora y profunda del este de Estados Unidos.
La pareja interracial a lo profundo de norteamérica
Una pareja interracial formada por Shelby (Sarah Paulson en la sección dramática y Lily Rabe en la parte documental, luego esto tendrá sentido) y Matt (Cuba Gooding Jr. en la sección dramática y André Holland en el documental) vive una vida hipster y acomodada en Los Ángeles hasta que un ataque fortuito en plena calle pone en peligro la vida de Matt. Tras esta experiencia traumática, la enamorada pareja decide dejar la ciudad del espectáculo y se mudan a una vieja granja en Carolina del Norte. Una enorme casa en pleno bosque para habitar sólo un par de personas, que es el escenario perfecto para vivir el tormento de los ruidos nocturnos y las sombras inexplicables que se guardan en las sombras de la noche. Sin haber terminado de posar los pies en Carolina del Norte esta pareja entra en conflicto con algunos de sus vecinos, un grupo de sureños capitaneado por Evan Peters. Esa misma noche comienza el tormento para la pareja urbanita: cerdos que gritan alrededor de su casa, golpes, allanamiento, rituales, intentos de homicidio, hombres en la noche con horcas y antorchas... y todo esto en el primer episodio, y todo envuelto en el componente racista y el choque cultural evidente entre personajes para dar peso a la historia.
Las referencia culturales son continuas, desde el ataque fortuito del que hablaba, que forma parte de una práctica parida de internet llamada knockout, en la que un grupo de personas eligen al azar una persona a la que golpear en la calle y le dan un puñetazo que le pille de la manera más desprevenida posible. Estos casos fueron relativamente frecuentes en diferentes puntos de Estados Unidos hace unos años, y todavía hoy se dan casos aislados. En cuanto la pareja pone los pies en Carolina del Norte la referencia que no soy capaz de quitarme de la cabeza, igual que cuando pienso en lo que se avecina con 'Outlast 2' o el próximo 'Resident Evil 7', es 'La Matanza de Texas'.
La última novedad notable que viene de la mano de 'American Horror Story: My Roanoke Nightmare' es el formato, ya que en esta ocasión la temporada se presenta como un falso documental. 'The Jinx' y 'Making a Murderer' han alejado la serie documental de la caspa adictiva de 'Crímenes imperfectos' para dignificar el género. Como si fuese un programa de investigación paranormal, en 'American Horror Story' ahora las entrevistas se entrecruzan con las secuencias dramáticas, aportando un toque refrescante, al menos en este primer capítulo. La novedad siempre se agradece, pero no estoy seguro, en absoluto, que dentro de un par de capítulos no esté odiando cada uno de estos cortes de entrevista personal. Dependerá de la gestión del recurso, que de él se haga flaqueza o fortaleza.
Un primer paso
El peso de la historia en esta ocasión cae del lado de Sarah Paulson, Lily Rabe, Cuba Gooding Jr. y André Holland; ya que este capítulo inicial se centra por completo en la familia que se muda. Queda por ver qué relevancia tiene el grupo de autóctonos, pero teniendo en cuenta que entre ellos encontramos algunos de los rostros más relevantes de la serie, como Evan Peters o Kathy Bates, espero que nos acerquen a óptica de los sureños de las horcas, algo que 'La Matanza de Texas' terminó logrando hacer muy bien, y que seguramente aporte un plano enriquecedor a 'American Horror Story'.
Este primer episodio me ha parecido refrescante en muchos sentidos, brillante en lo técnico aprovechando la arquitectura imponente de la granja que han buscado para el rodaje, pero quizá demasiado convencional y acelerada. Acelerada hasta el punto en el que en ningún momento me ha logrado transmitir tensión. Semana a semana seguiremos revisando los episodios de 'American Horror Story', y es que si algo hemos podido aprender tras cinco temporadas es que en AHS nada es lo que parece.