'Wonder Boy', 'Streets of Rage', 'Panzer Dragoon'... Cada vez son más las viejas franquicias de Sega que regresan desde que el gigante azul abriese las puertas de sus licencias vetustas para aquellos equipos de desarrollo externos que demuestren estar a la altura. Los resultados son más que evidentes, pues la férrea supervisión de Sega, unida al cariño y la pasión de estos pequeños pero entusiasmados estudios, nos está brindando una edad de oro para rememorar los grandes clásicos de esta compañía.
Todos merecemos una segunda oportunidad
'Alex Kidd in Miracle World' fue publicado en 1986 para Master System, la consola de Sega que rivalizó con la NES de Nintendo. Esto significaba que el bueno de Alex Kidd debería convertirse en el equivalente de 'Super Mario Bros.' para esta consola, y para ello en Sega no repararon en gastos. Incluso llegaron a conseguir la licencia de Dragon Ball para hacer el producto más atractivo, pero finalmente no pudo mantenerse. No obstante, la aventura resultante recuerda en bastantes cosas a las primeras peripecias de Goku, todo ello aderezado con una interesante mezcla de plataformas y aventura.
Hay que dejar bien claro desde un principio que estamos ante un remake, pues hasta ahora todas las reediciones de este título han estado basadas en la emulación con más o menos añadidos. Tampoco está de más recordar que de Alex Kidd existen nada menos que 6 títulos distintos, casi todos ellos para Master System. Es bastante común confundir este juego con 'Alex Kidd in the Enchanted Castle' para Mega Drive, pero no encontraremos aquí nada de ese juego ni de ningún otro que no sea "in Miracle World", estáis avisados.
Aunque a priori pueda parecer que simplemente se trata de un remake gráfico, bastará con que cualquiera que conozca el original lo pruebe durante unos minutos para darse cuenta de que todo aquí está rehecho desde cero. Pues si bien la base principal del juego es más o menos la misma, las físicas, los controles, los menús, y muchas otras cosas, son muy diferentes de las ya conocidas.
¿Mejores, o peores? Ni lo uno, ni lo otro. Simplemente son distintas. Y si bien encontraremos un sinfín de cambios sutiles, otros son bastante más evidentes, como por ejemplo los nuevos niveles que se intercalan con los originales alargando la aventura. O la trama ampliada que nos permite conocer mejor lo que sucede en el juego, por ejemplo añadiendo un mayor número de personajes secundarios que nos irán contando lo que ocurre.
Los jefes del juego también han sufrido un profundo proceso de puesta al día, pues ahora muestran rutinas más elaboradas y complejas. Ya no bastará con arrojar un ítem que haga todo el trabajo por nosotros y ver como el jefe muerde el polvo, sino que tendremos que hacer frente a ellos en intensos combates a vida o muerte.
Esto, unido a la mayor cantidad de niveles, hace que la dificultad aumente con respecto al original. Y si tenemos en cuenta que el original era ya realmente difícil de por sí, puede que a alguno le comiencen a sudar las manos a la hora de coger el mando. Por suerte se han añadido dos importantes ayudas que rebajan considerablemente la dificultad: Una de ellas son las continuaciones infinitas, que nos permitirán seguir jugando desde el principio del nivel en el que estábamos cuando nos quedemos sin vidas.
Dificultad a la vieja usanza
En el original este sistema de continuaciones solo estaba disponible mediante un pequeño truco, y requería que gastásemos algunas de nuestras monedas para hacerlo. Pero aquí podremos continuar cuando queramos sin complicaciones. La otra ventaja son las vidas infinitas, las cuales podemos activar en las opciones. Con ellas ni siquiera será necesario repetir el nivel, pero al activarlas se nos advertirá de que algunos logros/trofeos estarán inactivos mientras esta opción esté funcionando.
Hay que tener en cuenta que el juego original ofrecía unas mecánicas muy de su época, es decir que por ejemplo su duración se basaba en la dificultad. Jugando al original, sin guías, sin Internet, y sin ayudas de ninguna clase, podía llevarnos meses o incluso años terminar con éxito la partida. Pero en el momento en que activemos las vidas infinitas destruiremos dicho sistema, y el juego pasará a no durarnos más de una o dos tardes.
También se ha añadido un sistema de guardado que nos dejará al principio del nivel cuando retomemos la partida, aunque hay que advertir que dicho sistema no ofrece diferentes huecos de guardado, de modo que si comenzáis una nueva partida perderéis el progreso anterior. Otro aspecto negativo es que las versiones de consola no permiten configurar los botones, lo cuál puede ser engorroso si tenemos en cuenta que del juego original existían dos versiones, y que los controles de salto y ataque estaban invertidos según a qué versión jugásemos (la de la "bola de arroz", o la de la "hamburguesa").
En lo referente al apartado gráfico podemos disfrutar de unos preciosos y coloridos fondos totalmente nuevos, así como de personajes llenos de vida gracias a sus fluidas animaciones. Pero si todo esto sobrecarga demasiado nuestros sentidos, podemos darle al juego el mismo aspecto que tenía el original con tan solo pulsar un botón. De hecho es así como mejor apreciaremos los cambios jugables entre una y otra versión.
La banda sonora remezcla los temas originales y añade otros nuevos que casan perfectamente con el resto de composiciones y con la ambientación general del juego. Incluso podremos disfrutar de versiones chiptune de los temas cuando cambiemos al modo retro. Lo único a lamentar en este aspecto es que los efectos de sonido del modo retro están muy lejos de sonar como los originales, pues suenan de forma algo distorsionada y estridente.
Si logramos superar la dura proeza y completar la aventura de Alex Kidd, desbloquearemos un modo de juego donde podremos enfrentarnos a los jefes por separado, así como la posibilidad de jugar al 'Alex Kidd in Miracle World' original de Master System, gracias a una versión emulada del mismo.
Lo nuevo y lo viejo se dan cita
Por último, se han añadido algunos objetos y coleccionables nuevos, los cuales es posible que se nos pasen por alto en la primera partida. Esto, unido a los logros/trofeos, hará que la vida del juego se extienda más allá de la primera partida, y cada vez que re-empecemos el juego notaremos como cada vez vamos jugando mejor, lo que ayuda a engancharse sin remedio hasta que logremos el 100% de todo.
Aquellos que ya conociesen de antes a Alex Kidd tienen una cita ineludible con su regreso, pues no importa cuántas veces se hayan pasado el original, ya que este remake se presenta como una experiencia que nos hará sentir de nuevo lo mismo que cuando jugamos al original por primera vez.
El resto se encontrará con una curiosa mezcla de plataformas y aventura con todo el sabor de los 80, incluidas las frustraciones al perder una vida tras otra. Además los vehículos y los objetos ayudan a que no todo sea saltar de acá para allá, y los combates de piedra, papel, o tijeras le dan un toque carismático.
No obstante, hay que advertir que estas mecánicas clásicas pueden atragantarse a algunos jugadores modernos, por ejemplo si echáis de menos que sea el propio juego el que nos explique qué es cada objeto y para qué sirve. Y es que la forma de acceder a esta información es la misma que era en 1986, es decir, consultar el manual de instrucciones. El cual por cierto viene incluido con la estupenda edición física del juego que recrea fielmente el particular estilo de Master System.
Finalmente, y como muestra del cariño puesto en él por sus desarrolladores, podremos encontrar varias referencias a nuestro país a lo largo del juego. Desde localizaciones que nos pueden resultar altamente familiares, a las jugosas tortillas de patatas de podemos usar en sustitución de los onigiris y hamburguesas del original. Tampoco faltarán las referencias para los fans de Sega, pues aquellos que abran bien los ojos encontrarán guiños a juegos como 'Fantasy Zone', o incluso el propio Sonic.
Divertido, variado, y sobretodo desafiante. Alex Kidd regresa por todo lo alto y lo hace con un marcado acento español. Sin duda un claro ejemplo del exitoso paso de Master System por nuestro país, que dejó huella en montones de jugadores, incluidos aquellos que después crecieron e hicieron esta joya. Cierto es que se podrían haber pulido un poco más algunos detalles, pero en líneas generales nos encontraremos con el regreso que Alex Kidd merecía.