Análisis 'Grim Fandango Remastered', el clásico de Manny Calavera

Fue una de las mayores sorpresas del último E3. 'Grim Fandango Remastered' se ha renovado para que aquellos que no habían tenido oportunidad de jugar al título pudieran probarlo, o como simple excusa para aquellos que ya lo habíamos jugado y simplemente queríamos volver a revivir las aventuras de Manny, que salieron a la luz originalmente en 1998 de la mano de la desarrolladora LucasArts.

Hay que tener en cuenta que, al contrario que muchas otras remasterizaciones que son muy criticables, el regreso del mítico juego de Manuel Calavera y que nos llega gracias a Double Fine, está más que justificado. Es cierto que no contamos con grandes mejoras, pero el precio del juego ayuda también a justificar la compra de un título que en su día no pudo contar con el número de ventas que realmente merecía por su alta calidad.

Esta aventura gráfica, que bien puede considerarse un clásico, nos presenta a Manuel Calavera, que trabaja de comercial vendiendo paquetes de viaje en la agencia DDM. Hasta aquí todo parece bastante aburrido, pero es que el interés de la trama viene dado porque en realidad Manny, que así es como llaman al personaje, es una Parca y los servicios que vende son para llegar al descanso eterno a través de la empresa Departamento de Muerte. Así nos encontramos con pobres a los que vendemos bastones con los que tardarán cuatro años en llegar al final de su vida, y bonitos transportes mucho más rápidos para personas que han sido millonarias.

La Parca y su agencia de viajes

De esta forma, iniciamos nuestro viaje en el Mundo de los Muertos compitiendo contra otra Parca llamada Domino y que trata de conseguir, al igual que nosotros, todas las ventas. Además, para más presión, nos vemos amenazados por nuestro jefe debido a los diversos problemas que el personaje está atravesando.

La ambientación está basada en los años 40 y transcurre en cuatro años, en los que nos tenemos que enfrentar a una conspiración que consigue enganchar de lleno gracias, en parte, a la gran cantidad de mentiras y asesinatos a los que hay que enfrentarse una vez se ha puesto en marcha la trama principal. Importante destacar también que la historia está desarrollada a lo largo de cuatro capítulos, iniciándose todos ellos en la feria mexicana del Día de los Muertos.

En cuanto a la jugabilidad, nos encontramos con unos escenarios en los que se nos permite desplazarnos con las teclas, surgiendo un menú gráfico de acciones sobre los objetos para interactuar con ellos. Todo esto forma, en conjunto, unos controles muy sencillos que requieren más destreza que los actuales juegos a los que las desarrolladoras nos tienen acostumbrados, pero a los que no tardaremos más de cinco minutos en cogerles el gusto.

Unos puzles muy complicados

Lo más importante del juego, como aventura gráfica que es, son sus puzles. Y no nos encontramos aquí con cualquier tipo de puzle, sino con verdaderos quebraderos de cabeza que hacen que el jugador tenga que estrujarse el cerebro si es que quiere seguir adelante y descubrir que es lo que realmente está sucediendo en esta intrigante historia. Es más, los puzles van complicándose según se va avanzando en la trama, llegando a encontrarnos con verdaderos rompecabezas que harán que el juego llegue a perder fluidez en algunos momentos concretos.

Los capítulos tienen una serie de objetivos que el jugador ha de conseguir, necesitando para ello lograr una serie de misiones secundarias que son necesarias para llegar hasta ese objetivo principal. Además, esta serie de objetivos secundarios se pueden llevar a cabo, en la mayoría de las ocasiones, en el orden que uno considere oportuno, dando al juego una mayor fluidez para aquellos momentos en los que no se sepa cómo conseguir acertar con la forma de superar algunos puzles.

Uno de los grandes puntos positivos del juego es que Double Fine permite cambiar en todo momento entre la jugabilidad de la versión remasterizada y la original. Este dato sin duda ha sido muy valorado sobre todo por los nostálgicos, que pueden volver a disfrutar de la aventura gráfica tal y como fue concebida, con unos controles muy clásicos y que recuerdan sin duda en ese aspecto a las primeras aventuras de juegos como 'Resident Evil'.

Gráficos clásicos y renovados

Esto también se extiende por tanto al motor gráfico, pudiendo elegir entre las texturas originales del motor GrimE utilizado en 1998 y la remasterización que la desarrolladora ha creado a base del renderizado de escenarios y personajes, que muestran unos gráficos más potentes. Eso sí, no se puede esperar de 'Grim Fandango Remastered' un título de nueva generación ni compararlo si quiera con un triple A de PlayStation 3, y es que no estamos ante un remake ni mucho menos, sino ante una mejora de un título creado hace ahora casi 20 años.

Eso sí, nos encontramos con algunos detalles que son muy agradecer y que validan la remasterización: mejores en el juego de luces y sombras, personajes más definidos, menos dientes de sierra, unos fondos mejor renderizados que resaltan menos y quedan más naturales en el conjunto de la trama. Desde luego, la sensación de que es un juego antiguo sigue ahí, pero en realidad es un aspecto que forma parte del clásico.

Además, para potenciar esto, Double Fine propone la elección entre el formato original 4:3 y el falso panorámico 16:9. Con el primero veremos unas bandas negras en los laterales para dejar la acción en el centro de la pantalla, mientras que en el nuevo formato se achata todo el contenido para poder extender la imagen al ancho del monitor.

En cuanto al apartado sonoro, hay que destacar que la magia de LucasArts no se ha perdido con la remasterización de Double Fine y de hecho se mantiene prácticamente intacto. Estamos ante uno de los mejores doblajes vistos en un videojuego (sobre todo en la década de los 90) con unas melodías basadas en los años 40 y, sobre todo en las fiestas mexicanas, que han sido remasterizadas para sonar tan bien como antes pero con una mayor calidad que se agradece en pleno siglo XXI.

Conclusiones

Siempre se dice que tendemos a mirar el pasado con mejores ojos, pero es que este juego ya fue un clásico en su momento y a día de hoy lo sigue siendo. Las aventuras de Manny merecían volver a ver la luz después del bajo número de ventas que tuvo en su día, y qué mejor manera de hacerlo que con una versión remasterizada. Double fine hace muy bien su papel en este sentido, y aunque no podemos hablar de una remasterización a un alto nivel, si que justifican lo suficiente su compra gracias a las nuevas características, entre las que destacan el nuevo manejo, las mejoras gráficas centradas especialmente en los personajes, los nuevos sistemas de luces, la renderización de escenarios, la mejora en las melodías que hacen parecer al juego más modernos, o la posibilidad de jugar a la versión clásica si lo que buscamos es justamente todo lo contrario. Además, que el juego también se haya puesto a la venta en consolas (concretamente en PlayStation 4 y PS Vita) no hace otra cosa más que aumentar el legado de Manuel Calavera, que hasta ahora sólo había podido probarse en PC en su versión original.