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Batalla de portátiles: 3DS vs PS Vita. Comparamos sus ventas hasta la fecha

INCREÍBLE DIFERENCIA

Por Sergio Carlos González Sanz

El 5 de Abril 2015 | 09:23

Comparamos las ventas de las dos consolas portátiles de la presente generación. Increíble diferencia entre ambas.

Como cada fin de semana, volvemos con una de nuestras secciones preferidas donde repasamos el comportamiento en ventas de varios sistemas, cara a cara, para comporbar no solamente el comportamiento de cada una en el mercado de forma individual sino comprobar las preferencias de los usuarios a lo largo de los años.

Efecto 3D contra potencia

Esta vez dejamos a un lado las consolas de sobremesa y nos inmiscuimos en un apartado clave en la industria del videojuego, que por mucho que no esté pasando por sus mejores momentos y se encuentre relegada a un lugar secundario así como la mediación con dispositivos móviles, siguen aportando mucho a este mundillo y tienen obras exclusivas que poco o nada tienen que envidiar a sus hermanas mayores, las consolas portátiles.

vita

Esta generación está marcada por la presencia de Nintendo 3DS y PlayStation Vita; la primera llegó el 26 de febrero de 2011 a Japón (25 de marzo en Occidente), mientras que la potente máquina de Sony hizo lo propio a finales de febrero de 2012. Un año de distancia entre ellas donde PSP le puso las cosas muy difíciles a la portátil estereoscópica de los de Kyoto. Algún día repasaremos cómo fueron los inicios de 3DS en el país del Sol Naciente, pero podemos adelantaros que no solamente fue el precio quien puso entre la espada y la pared a la sucesora de Nintendo DS durante sus primeros 12 meses en el mercado.

PlayStation Vita, como bien sabréis, cuenta con una impresionante pantalla con tecnología OLED (LCD en su versión Slim) de 5" y una potencia capaz de igualar a algunos títulos de PlayStation 3. De este modo, una apuesta por la potencia y la otra por una experiencia más puramente portátil, manteniendo sus bisagras y metiéndose de lleno en una tecnología cara, arriesgada y todavía impopular para un gran porcentaje del público.

En lo que respecta al catálogono hay discusión; Nintendo 3DS barre no solamente a Vita sino a cualquier sistema de la actualidad. Creedme, son más de cuatro decenas los juegos exclusivos de la consola que sí merecen la pena. Ojo, Vita tiene también lo suyo, el problema es que Sony no está por la labor de perder una sola hoja en un panfleto publicitario o segundo en una campaña televisiva para promocionar a su portátil por encima de la todopoderosa PlayStation 4.

ventas

Números y cifras

Pero hoy nada de eso importa; el público ha hablado y es el momento de recapitular qué han dado de sí 4 y 3 años respectivamente. Comencemos por la actualidad. La diferencia entre 3DS y Vita, en ventas, se sitúa en 41,5 millones de unidades, con una tendencia creciente para la consola del bigotudo que ha crecido en los últimos doce meses en más de 7,7 millones. De este modo, a finales de 2015 la diferencia entre ellas sería de nada menos que 50 millones de consolas, prácticamente la totalidad de unidades vendidas por 3DS en estos momentos.

Con fecha de marzo de 2015, son 51,5 millones de usuarios quienes han depositado su confianza en 3DS por 10,04 de PlayStation Vita, un ratio que quita el hipo y que es todavía mayor que la diferencia entre Nintendo DS y PSP.

El pasado mes de febrero, último mes al que hemos tenido acceso, 3DS vendió 831,000 unidades más que su rival, haciendo que, tal y como veis en el gráfico, no hay lugar a la discusión. La lectura que personalmente saco de todo esto no es que la portátil de la Gran N sea un sistema asentado y reconocido por los usuarios, que ha quajado y es el pilar que mantiene en pie a la compañía, sino que PlayStation Vita está moribunda; Sony ha decidido no hacer caso a una máquina maravillosa, con unas posibilidades infinitas y un catálogo que, si bueno y nutrido, necesita más desarrollo Triple A y de corte occidental.

El tiempo dirá cómo terminaron las cosas, pero el mercado de consolas portátiles se encuentra más desequilibrado que nunca.

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